Bolivia: paro de maestros y de la salud por aumento de salarios


El presidente boliviano, Evo Morales, enfrenta hoy el "paro movilizado" de los trabajadores de la educación y la salud, que exigen mejoras salariales, dos días después de aumentar el salario mínimo en 5 por ciento.
Miles de docentes y trabajadores de la salud recorrieron por la mañana las calles de las principales ciudades del país.
Los opositores al gobierno expresaron sus críticas y se dio la paradoja de que sectores empresarios también lo hicieron por considerar "bajo" el aumento salarial otorgado.
Las marchas de ambos sectores por el centro urbano de La Paz, a las que se sumaron gremios que protestan por otros motivos, paralizaron totalmente el tránsito de vehículos.
Los docentes exigen 7 por ciento de aumento, en lugar del 6 que les dio el gobierno, 10.000 nuevos puestos de trabajo, abrogar el actual sistema de pensiones y devolución del dinero que se les descontó por inasistencia al trabajo en un paro anterior.
Los trabajadores de la salud pública, incluido el personal médico y paramédico, exigen aumento de 20 por ciento al básico, 7.000 nuevos puestos de trabajo y un bono especial por participar en campañas de vacunación.
La Central Obrera Boliviana (COB), que agrupa a todos los sindicatos, ratificó a su vez su demanda de un salario mínimo de 1.800 bolivianos (225 dólares) en lugar del de 525 (65 dólares) fijado el martes por el gobierno, tras aumentarlo en 5 por ciento.
03/05/2007 17:59

“El aumento es insignificante”
Pedro Montes.
Secretario ejecutivo de la COB

“Nosotros definitivamente rechazamos contundentemente este aumento salarial, porque es una burla a la clase trabajadora. No nos sirve. Exigimos un incremento que por lo menos permita vivir dignamente, pero esto no ocurre en la realidad. 525 Bs no es nada. Y en el caso del aumento al sector privado, creemos que no es una cosa contundente. En suma, es insignificante. Además que los precios de la canasta familiar se subirán a los cielos”.

Morales enfrenta varios conflictos sindicales pasado el Día del Trabajo

Apenas ha terminado la celebración por el Día del Trabajo y al menos media docena de conflictos sindicales, con huelga incluida, acosan hoy al gobierno socialista del presidente de Bolivia, Evo Morales.

Los maestros de escuelas públicas ingresarán mañana en paro en demanda de un mayor aumento salarial, la misma petición que sostienen los empleados de los hospitales estatales que hoy cumplieron una semana de paro, según sus dirigentes.

Los más de 100.000 docentes urbanos y rurales exigen un 7 por ciento de incremento, frente al 6 por ciento aprobado por el gobierno, además de reivindicar otros pedidos.

El dirigente Miguel Gómez, secretario de Conflictos de la Confederación de Trabajadores de la Educación Urbana de Bolivia, dijo a Efe que las conversaciones con las autoridades "no han avanzado nada" y, en consecuencia, mañana habrá paro de 24 horas.

La misma situación se vive en la Confederación de Maestros de la Educación Rural de Bolivia (Conmerb), cuyo dirigente Emilio Martínez ratificó que jueves y viernes se suspenderán las labores educativas porque "el sector no ha sido atendido".

La Conmerb, demanda, además, que se apruebe la nueva ley educativa y que se modifique la normativa de jubilación.

Por su parte, los 12.000 trabajadores de los hospitales públicos mantienen ocupadas las instalaciones del Ministerio de Salud en La Paz desde el lunes pasado, acción que fue respondida por la titular, Nila Heredia, con la amenaza de abrir proceso contra los manifestantes.

La Confederación de Trabajadores en Salud también reclama un punto porcentual adicional al 6 por ciento de aumento salarial que aprobó el Ejecutivo, junto a otras peticiones.

Otro conflicto es el planteado por los obreros de la Empresa Minera Huanuni, que pretenden un bono a la producción equivalente al 70 por ciento de sus salarios frente al 40 por ciento ofrecido por la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol).

Cerca de Huanuni, medio centenar de integrantes de una pequeña empresa de fundición de antimonio está movilizado por una ampliación de su contrato con la estatal Vinto, empresa nacionalizada a la suiza Glencore.

En el área minera, el sindicato de cooperativistas, que era aliado de Morales, ha advertido con reactivar también sus protestas si el Gobierno retoma el proyecto para aumentar un impuesto al que se oponen desde comienzos de año.

Por si fuera poco, pende todavía la amenaza de la organización de miles de comerciantes de ropa extranjera usada para presionar a que se amplíe el permiso para la importación de esa mercadería, que venció la semana pasada.

Los "ropavejeros", que desean una licencia por tres años adicionales, están preparando una marcha de protesta.

Las demandas de aumento salarial mencionadas se suman a la que ha comenzado a discutir con las autoridades la Central Obrera Boliviana (COB), que postula un sueldo básico de 225 dólares para cada trabajador, frente a los 65 dólares que fijó Morales este año.

En los quince meses que lleva de gestión, el presidente boliviano no ha podido escapar totalmente a los conflictos laborales, a pesar de que su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), forjó alianzas con decenas de sindicatos de obreros, indígenas y campesinos. EFE



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