Entendiendo que el papel de un dirigente sindical no se agota sólo en la defensa de los derechos reivindicativos y económicos de los trabajadores –que es su inmediata razón de ser como dirigente social-, sino que va más allá, y adquiere trascendencia política, en la medida que la clase obrera está llamada a ser vanguardia en la lucha contra la explotación capitalista en todos sus aspectos, y sujeto dirigente de la profundización de nuestro proceso revolucionario hacia una sociedad sin explotados ni explotadores, a fin de cuentas, una sociedad socialista, quisimos conversar en el día del periodista con Orlando Chirino, coordinador nacional de la Unión Nacional de Trabajadores, y dirigente de su Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma.
¿Qué mensaje les das a los periodistas en su día?
En primer lugar, felicito a los periodistas, sin embargo, considero que esta felicitación no puede ser neutra ni generalizada, por el contrario, va dirigida a aquellos comunicadores sociales que día a día tratan de ser fieles con la verdad, y que con objetividad acompañan las luchas cotidianas del pueblo. Felicito a los periodistas que a pesar de las presiones de los dueños de los medios o de los funcionarios de los medios estatales, no se venden e intentan mantener su independencia de criterio.
En el día de hoy, el debate nacional sobre la libertad de expresión adquiere especial relevancia. Desde hace varias semanas, a raíz de la no renovación de la licencia o concesión radioeléctrica a RCTV, se ha producido una polarización social y política al respecto. De tal manera que dicha polarización se expresa, en la fecha conmemorativa del nacimiento del Correo de Orinoco, fundado por el Libertador, entre la oposición al gobierno, que dice que no hay nada que celebrar, y el chavismo, el cual dice que sí hay mucho que celebrar, ¿qué piensas al respecto?
En principio creo que esa visión maniqueísta de celebrar o no celebrar, debe desecharse, y no la comparto. Decir que no hay libertad de expresión porque no se le renovó la concesión a un canal privado, es querer vendernos la idea de que libertad de expresión es equivalente a la existencia de medios privados de comunicación, cuando en realidad lo que se está defendiendo es la libertad capitalista de empresa. Por otra parte, decir que todo está bien en materia de comunicación social y libertad de expresión, como afirma el gobierno, tampoco es cierto. Reconozco los avances que en materia de comunicación alternativa y comunitaria se han logrado en el marco del proceso revolucionario, pero, sin embargo, sólo existirá plena libertad de expresión en el país desde el momento en que todos los medios de comunicación que hoy se encuentran en manos privadas sean expropiados y entregados a sus trabajadores, a los periodistas no comprometidos política o económicamente con los propietarios de dichos medios o con el imperialismo y sus agencias culturales o de comunicación, así como a las organizaciones sindicales, comunitarias, campesinas, juveniles y culturales, para que sean estos quienes, de manera proporcional a su tamaño y extensión, las gestionen y elaboren la programación, reflejando los intereses, necesidades y vivencias de los distintos sectores sociales que representan.
Podrías ahondar un poco más sobre este tema…
Yo he venido diciendo recientemente que en el país no hay plena libertad de expresión, pero no por las razones que argumenta la oposición de derecha y precapitalista, sino por el hecho cierto y constatable de que la comunicación, el conocimiento y la información están secuestradas por los grandes grupos económicos, cuyos intereses se confunden con inversiones en los medios de producción, en los bancos y los medios de comunicación y entretenimiento. Por ejemplo, te puedo decir que en Venezuela existen alrededor de 80 periódicos regionales, 10 de circulación nacional, más de 600 emisoras, 50 canales regionales de televisión, todos estos medios están en manos privadas y responden a los intereses particulares de los empresarios, de la oposición golpista y de los gobiernos extranjeros enemigos de nuestra revolución. Y no estoy haciendo mención de las imprentas, de las casas editoriales, de páginas web, de productoras de videos y películas, y otros recursos de comunicación e información, que sirven para formar opinión pública, y los cuales también deberían estar en manos de las organizaciones populares y del conjunto de la sociedad. En suma, sólo liberándonos del yugo del capital podrá existir en el país verdadera y genuina libertad de expresión del pueblo y los trabajadores.
¿Y qué perspectiva ves a esta lucha?
Yo he dicho que a partir del 27 de mayo, día en que se le venció la concesión a RCTV recién empieza la lucha por alcanzar una absoluta libertad de expresión en el país, a la cual sólo arribaremos cuando se expropie a los capitalistas que imponen sus lineamientos políticos y su ideología a los periodistas, empleados y trabajadores de los medios de comunicación privados.
Esta medida contra RCTV es parcial y limitada, y está imbuida, desde mi punto de vista, de una visión reformista, que no se encamina hacia la socialización de los medios de comunicación y mucho menos de los medios de producción. Esta concepción es la que explica que el mismo día que no se le renovaba la licencia al antiguo canal 2, el gobierno se la renovaba a Venevisión, favoreciendo a la Organización Cisneros, el más poderoso grupo económico del país, el cual jugó un papel protagónico en el golpe del 2002 y en el paro patronal y sabotaje a PDVSA.
¿Y sobre TVes, el nuevo canal, que opinas?
En principio creo que este nuevo canal debió entregarse para su gestión a las organizaciones comunitarias, sindicales, culturales y juveniles. Considero que un nuevo canal estatal, cuya directiva y presidenta fueron nombradas por el Presidente, nace sin la independencia necesaria para reflejar el crisol de opiniones, tendencias, luchas y reivindicaciones del pueblo y los trabajadores. No se puede ir construyendo una televisión realmente liberadora creando otro canal del Estado, esta es tarea de las organizaciones sociales y del conjunto de la sociedad. Ahora bien, en nuestra opinión, TVes, así como Vive TV, VTV y las emisoras radiales del Estado, deberían estar al servicio de las organizaciones populares, campesinas, juveniles y sindicales. En esos medios deberían manifestarse todas las tendencias sociales, ideológicas y políticas existentes en el seno de pueblo, sin ningún tipo de cortapisas, limitaciones o vetos. Deberían ser medios de expresión de los trabajadores petroleros que luchan por su contratación colectiva y padecen innumerables problemas; de los funcionarios públicos que tienen casi 3 años sin contrato colectivo; de los trabajadores de Sanitarios Maracay que vienen planteando la expropiación de dicha empresa; de los sidoristas por la nacionalización de la empresa, de los indígenas, de los campesinos, de las comunidades que exigen vivienda, de los estudiantes, de los artistas y cultores populares, es decir, del conjunto del pueblo y los trabajadores.
¿Qué piensas sobre la situación de los gremios y organizaciones sindicales de los periodistas?
Sin lugar a dudas hay una crisis en las organizaciones que agrupan a los comunicadores sociales. Los gremios y sindicatos están cruzados, como todo en el país, por la polarización social y política. Sin embargo, creo que en el seno de esas organizaciones los comunicadores sociales honestos, democráticos y clasistas deben luchar por la defensa de su autonomía e independencia respecto de los propietarios de los medios privados, así como en relación al gobierno y al Estado. Independientemente de la posición política de los comunicadores sociales, estos deben reivindicar el carácter autónomo de sus gremios y organizaciones sindicales, como instrumentos de lucha por los intereses y reivindicaciones de los periodistas, y desechar el carácter de acólitos de los dueños de los medios privados.