Trabajadores mineros de la localidad boliviana de Huanuni reactivaron este domingo sus protestas con una huelga indefinida, y amenazaron con nuevos bloqueos y con extender el conflicto a todo el país, durante un cabildo realizado con la participación de todas las organizaciones sociales de la población.
"La huelga indefinida podría convertirse en un movimiento nacional con el respaldo de la Central Obrera Boliviana y la Federación de Mineros", afirmó el dirigente minero Próspero Quispe, quien indicó que "el gobierno complicó la situación con la intervención militar", pues los mineros están "incluso dispuestos" a una huelga de hambre y marchar hacia La Paz.
Quispe aseguró que la población de Huanuni está molesta con la actitud del gobierno del presidente socialista Evo Morales, que utilizó la fuerza pública para reprimir a los mineros que cortaron el tráfico en dos poblados andinos para exigir autonomía administrativa y financiera en la explotación del yacimiento.
El gobierno ordenó el jueves despejar la vía por la fuerza y centenares de policías utilizaron bombas de gas lacrimógeno para habilitar la carretera en los poblados de Caracollo y Caihuasi, que también sirve para el comercio entre la provincia de Santa Cruz y puertos del norte de Chile y el sur peruano.
Quispe anunció que Huanuni -ubicada en el departamento de Oruro- denunciará ante organizaciones de derechos humanos "el maltrato en la represión para levantar el bloqueo, que dejó varios heridos", cuyo número no precisó, y 30 detenidos que fueron liberados más tarde.
"Vamos a retomar la guerra al gobierno, nos vamos a declarar en huelga de hambre dentro de la mina y ahí vamos a morir", dijo al matutino La Razón.
Las autoridades bolivianas ratificaron su intención de resolver el conflicto y reiteraron la invitación para que los dirigentes asistan a una reunión el lunes, en La Paz , en la que podría participar Evo Morales.
Los mineros aceptaron la invitación pero plantearon que la reunión se realice en la ciudad de Oruro, aledaña a Huanuni, además de exigir una comisión de alto nivel, sin la presencia del ministro de Minería, Luis Alberto Echazú, a quien desconocieron.
Mientras, fuerzas militares resguardan la carretera troncal para evitar que los mineros vuelvan a cortarla. El gobierno conjuró el sábado otros bloqueos, en especial en el departamento de Santa Cruz, cuya capital estaba aislada por el corte de sus rutas internas, además de la carretera hacia Argentina y de la vía férrea a Brasil.
El Sindicato de Trabajadores Mineros de la Empresa Minera Huanuni ratificó ayer que el diálogo con el Gobierno está condicionado a la renuncia de los ministros de Minería, Luis Alberto Echazú, y de Trabajo, Wálter Delgadillo, considerados "traidores" a la clase obrera.
El delegado de base Jaime Solares, ex líder de la Central Obrera Boliviana (COB), indicó que esa condición fue aprobada por la asamblea del sábado en Huanuni que resolvió también no ir al diálogo y continuar con la huelga general indefinida de 4.700 trabajadores, excepto los puestos de emergencia.
Los mineros se declararon en huelga por tiempo indefinido para reclamar la autogestión de la empresa y anunciaron más medidas de presión, entre ellas un nuevo bloqueo de la principal ruta que une a La Paz con el oriente y el sur.
Un ampliado minero resolvió desconocer al ministro Echazú, quien, sin embargo, volvió a invitar ayer al diálogo de hoy lunes en la ciudad de La Paz para evaluar las demandas de mayor inversión estatal y la elevación a rango de ley del decreto que revierte al Estado la empresa más grande de estaño en el país, trámite que está en el Senado Nacional controlado por la oposición.
La huelga general indefinida, que cuenta con el respaldo de la Central Obrera Departamental de Oruro, resolvió acompañar a sus afiliados en su lucha contra el Gobierno.
Según el ejecutivo cobista de Oruro, Miguel Zubieta, la actitud es en respuesta a la dura represión del Gobierno que envío 800 policías para despejar la carretera entre Oruro, La Paz y Cochabamba, situación que podría ser analizada también en un ampliado de la Central Obrera Boliviana citado para este lunes.
Zubieta indicó que pedirán al ente nacional una lucha unificada en defensa de los mineros de Huanuni que suman 4.700 trabajadores, luego de que el Gobierno decretara la reversión al Estado del yacimiento, situación que expulsó del cerro Posokoni a los cooperativistas que después fueron contratados por el Estado.
"La huelga indefinida podría convertirse en un movimiento nacional con el respaldo de la Central Obrera Boliviana y la Federación de Mineros. El Gobierno ha complicado la situación con la intervención militar", manifestó el dirigente Próspero Quispe.
El Ministro de Minas explicó que nueve de las 13 exigencias ya están en ejecución, argumento que sin embargo no convence a los mineros que resolvieron plantear que la reunión programada para este lunes ya no se realice en la Vicepresidencia , sino en la ciudad de Oruro, distante a 300 kilómetros de Huanuni.
De hecho desconocieron al ministro Echazú para ser el interlocutor válido del Gobierno, advirtiendo que no habrá diálogo si el presidente Evo Morales ratifica a esa autoridad como su vocero oficial.
En tanto, fuerzas militares resguardan la carretera departamental para evitar que los mineros vuelvan a bloquear la vía troncal del occidente.
Las autoridades de gobierno acusaron a los dirigentes de los trabajadores mineros de Huanuni de ser intransigentes a la hora de llevar adelante las negaciones, y por culpa de esta actitud se tuvo que llegar al desbloqueo de la principal ruta que vincula a los departamentos del occidente.
El ministro de Minería, Luís Alberto Echazú ratificó la posición del Gobierno e indicó que realmente existe una intransigencia y una actitud política por parte de algunos dirigentes mineros que lo único que buscan es un protagonismo y, además, llevar una acción contraria a la política del Presidente Evo Morales.
“No vemos otra cosa sino coincidencias permanentes y sostenidas con posiciones de la extrema derecha vinculadas al Comité Cívico de Santa Cruz, y de esa manera se está entorpeciendo la probable solución de temas que no afectan a la estructura de la empresa de Huanuni”
A juicio de Echazú, existen coincidencias entre el pliego de los trabajadores mineros y la política del Gobierno que busca las mejores condiciones para los trabajadores mineros, que en este momento gana un promedio de 3.200 bolivianos mensuales, y en algunos casos llegan a percibir hasta 17.000 bolivianos.
Recordó que muchos de los puntos planteados por los mineros serán solucionados, pero no está de acuerdo con las posiciones extremistas. “Todo esto nos hace otra vez ver la coincidencia de este planteamiento con lo que pide el Prefecto de Santa Cruz”, expresó Echazú al sugerir una autonomía de gestión que tiene que ver justamente el con el planteamiento de tener un mayor control del dinero que genera en este momento la minería.
“Como puede ver el pueblo boliviano estas coincidencias no son casuales, una de ellas podría ser, pero de manera paradójica y sistemática, pero las coincidencias suman y siguen. Estamos de acuerdo con la nacionalización o no lo estamos, estamos con el proceso democrático o no estamos. Quizás consciente o inconcientemente estamos marchando hacia la privatización de Huanuni y de Vinto”, expresó el ministro de Minería, cuyas gestiones para buscar el diálogo con los representantes mineros fracasó en dos oportunidades.
Al referirse al voto resolutivo y sus doce puntos ninguno de ellos hace por ejemplo a la estabilidad o a la continuidad de las labores, al mejoramiento de la producción. “Entonces, estamos viendo que un pequeño grupo muy reducido se ha aprovechado desde el inicio de una situación compleja, del ingreso de muchos trabajadores en situación difícil después de un enfrentamiento realmente luctuoso y penoso.
Echazú apuntó que siempre hubo dudas respecto al manejo que hicieron las autoridades de Gobierno de los yacimientos mineros, porque siempre estuvo latente la idea que este negocio iba a salir adelante, y para mal de pesares de algunos el negocio es próspero, tal como ocurre en el momento con Huanuni, con ganancia entre 13 y 14 millones de dólares en lo que va del año, aparte de ello están los salarios, que están muy por encima del promedio nacional.
“Otra cosa muy distinta sería si en este momento estuviésemos hablando de una empresa con pérdidas y con salarios incumplidos. Los mineros reciben bonos, por lo bajo, del 50 por ciento encima de sus salarios y todo esto extraña mucho porque no encontramos una razón a estos reclamos cuando hay razones es irrebatibles. Nadie puede negar estas reivindicaciones sociales”, expresó el Ministro.
Descalificó a algunos dirigentes o miembros de base que tomaron la batuta en el conflicto y que sólo buscan satisfacer sus apetitos personales, que son contrarios al interés nacional y popular.
En tanto, el dirigente minero Miguel Pérez informó que la Asamblea de los Mineros de Huanuni y la voz de sus 5.000 asociados determinarán los pasos a darse y por el momento se encuentran en estado de emergencia.
“Yo quiero recordarle al Ministro, que nos dice que no conocía el documento de las peticiones, que se habría ahorrado todos estos problemas si viajaba en forma oportuna a Huanuni para solucionar el conflicto”, afirmó Pérez.
Las bases criticaron duramente a Pérez por su falta de dirección en el conflicto y varios de quienes tomaron la palabra pidieron su renuncia, porque consideran que le faltó capacidad de decisión en los momentos decisivos del conflicto.
Pérez declaró que se tuvieron problemas incluso a la hora de dejar en libertad a los 30 trabajadores mineros detenidos, porque pese a que había un fax desde La Paz , que ordenaba esta libertad, se tuvo que llegar a una audiencia cautelar, lo que provocó la molestia de los detenidos y sus familiares.