La necesidad de consolidar la integración entre los ámbitos civil y militar, impulsada por nuestro comandante Hugo Chávez, hoy no solo es una realidad, sino que constituye una de las mayores fortalezas de nuestro proceso revolucionario.
Esta alianza, que bien conocemos como unión cívico militar, se ha traducido en hermosas y gigantescas victorias para nuestro pueblo: Unidos hemos derrotado una y otra vez a los grupos que han intentado desestabilizarnos, contrarrestamos los ataques violentos contra los servicios públicos y, entre muchas otras cosas, superamos juntos los embates de la pandemia del Covid apoyándonos unos a otros, sumando los esfuerzos del Gobierno, de los poderes popular y militar.
Gracias a esa unión hemos visto entonces cómo, aun en tiempos de guerra, dificultades económicas y hasta enfermedades, hemos podido avanzar, profundizar las políticas de protección social e ir superando los obstáculos.
La unión cívico militar policial ha sido, es y será siempre una gran potencialidad, un asunto estratégico, un plan honorable y admirable, no solo para la defensa de nuestra Nación, como garantía de paz y seguridad para el pueblo, sino para la resolución de conflictos, la atención de las necesidades de nuestras comunidades y el emprendimiento de proyectos de diferente índole para beneficio común.
Estas últimas cualidades las hemos visto concretarse con mucha fuerza y mucho más éxito con la creación de las Brigadas Comunitarias Militares (Bricomiles) por parte de nuestro presidente Nicolás Maduro, conformadas por el poder popular organizado, nuestras estructuras del PSUV, las instituciones, todos los componentes de nuestra gloriosa FANB e incluso la empresa privada que sigue apostando al desarrollo de nuestro país. Todos sumando, todos remando en una misma dirección.
Las Bricomiles están desplegadas dando respuesta a las denuncias presentadas a través del 1×10 del Buen Gobierno y los resultados de su primera misión, para la restauración, mantenimiento y rehabilitación de los centros educativos y de salud, han sido asombrosos.
Esa unión, esa forma de organización y método para la acción tiene una fuerza inigualable. Ha hecho de nuestro país un territorio inexpugnable. Cierro entonces con las palabras de nuestro Presidente: "La unión cívico militar es la inquebrantable garantía del futuro de la paz y la felicidad de nuestra amada Patria. Es sellar la unidad, ganar la paz, defender la soberanía y trabajar a favor del bienestar de nuestro pueblo. La tarea es luchar y no rendirse jamás hasta lograr el objetivo de hacer de Venezuela una tierra próspera y totalmente independiente". Por nuestros hijos, por nuestras familias y nuestra Patria defendamos siempre esa sagrada unión. Un abrazo.
