Ahora o nunca

Es ahora o nunca. La aplicación de la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos es necesaria y obligatoria. Si queremos vencer definitivamente la corrupción y el burocratismo; superar las dificultades y avanzar con una economía sana y productiva debemos garantizar su cumplimiento ya.

Esta normativa fue publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 6.149 del 18 de noviembre de 2014 con todas las obligaciones de los órganos de la administración pública nacional, estadal y municipal para procurar mayor eficiencia y mejorar la atención a las personas que realizan diligencias ante el Estado.

En sus artículos están plasmados valores y principios que debemos materializar con urgencia: la legalidad, seguridad, eficiencia, transparencia, celeridad, solidaridad y desconcentración. Es inútil seguirle pidiendo a la gente una cantidad de recaudos y requisitos que lo único que alimentan es la corrupción, la gestoría, la pérdida de tiempo, que representan un gasto de recursos, el deterioro del ambiente y daño a la naturaleza. Cada papel son árboles que cortamos y en cuyo proceso de fabricación se contamina gran cantidad de agua dulce; y la tinta, que no se produce aquí, son divisas que se fugan.

Las fotocopias que siguen exigiendo, y que han retomado como exigencia en algunas instituciones, no son documentos seguros y están prohibidas por Ley. Si necesitamos saber cualquier cosa del ciudadano para eso está la planilla de declaración jurada de datos que está contemplada en la normativa. Nuestra Constitución habla de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, por lo cual la solicitud de ese exceso de requisitos al ciudadano es decirle que él tiene que demostrar las cosas, cuando es el Estado el que debe verificar.

A veces la estrategia en las instituciones, aunque tiene buenas intenciones, está mal planteada. No se trata de hacerle el camino difícil a los gestores, sino de facilitarles los procesos y trámites a los ciudadanos. Simplificarlos, hacerlos eficientes. Así golpearemo al gestor y a la corrupción.

La guerra económica, las dificultades y la realidad actual nos están forzando. Aprovechemos la oportunidad. Culturalmente siempre existe resistencia al cambio, pero debemos vencerla y romper paradigmas, esos modelos y métodos han fracasado aquí y en otros países. Intentemos entonces algo diferente. Hagamos un inventario de los recaudos exigidos, eliminemos lo que no es necesario y racionalicemos los trámites. Luego vamos pasando a la automatización de procesos. En la Ley lo tenemos todo.

100 años haciendo los trámites de la misma forma han convertido al burocratismo en un estilo de vida en el que poquitos creen que se benefician y muchísimos estoy seguro de que se perjudican. ¿Estamos dispuestos a seguir manteniendo ese estilo de vida que les hace daño a todos?

En este momento el presidente Nicolás Maduro necesita todo nuestro apoyo y una forma de dárselo es que las instituciones simplifiquen los trámites, sean productivas y eficientes porque en la medida en la que gastemos menos tiempo en trámites y lo invirtamos en producir tendremos una economía más fuerte y mejoraremos la calidad de vida de todos.

Nosotros nos ponemos a la orden para asesorar a las instituciones. Tuvimos experiencias exitosas en el Saime, el INTT, el Saren. Un modelo novedoso que pusimos en práctica y funcionó. Apliquémoslo en todas las instituciones. Cambiemos ahora. Podemos hacerlo. Un abrazo.



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Dante Rivas


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