Para quienes no se ha
enterado, el presidente Chávez supo que las pensiones de sobrevivientes
en el IVSS eran el 40% del salario mínimo, e inmediatamente tomo
la decisión de homologarlas a dicho salario, o lo que lo mismo a 1064,25
BSF para ese momento, esto ocurrió en el Aló Presiente No 353 en el
mes de Marzo del 2010.
El jueves 22 de Abril
del 2010 la Asamblea Nacional aprueba la modificación del artículo
34 en la Reforma parcial de la Ley del IVSS, lo que era necesario para
hacer viable la homologación, ver:( http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?45006).
El 12 de Mayo del 2010
aparece la siguiente noticia: “El presidente de la República,
Hugo Chávez Frías, anunció, vía Twitter, la aprobación de mil 300
millones de bolívares fuertes para homologar, al salario mínimo, la
pensión de sobrevivientes del Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales
(IVSS)”, ver:( http://www.vtv.gob.ve/noticias-econ%C3%B3micas/35493).
Hoy es 22 de junio de 2010 y ninguna de las 180.000 viudas mencionadas por el presidente Chávez a cobrado aun esa tan anunciada homologación, supongamos por un momento que la “exquisita” burocracia de nuestro estado aun no se ha enterado del anuncio del presidente, ni de la modificación del artículo 34, y menos de la aprobación de los 1.300 millones de BSF para cubrir el aumento de esas pensiones, supongamos que la lentitud característica de ese “aparato” burocrático no le permite hacer una modificación de la nomina de las pensiones de sobrevivientes del IVSS en el mismo tiempo que lo harían si trabajaran en una empresa privada, a pesar de los casi cuatro (4) meses transcurridos desde el anuncio, entonces habría que preguntarse:
1-¿La burocracia es una enfermedad transmitida por un bicho microscópico altamente infeccioso?
2-¿algunos de los síntomas de la enfermedad son el silencio absoluto (mudez), y la ineficiencia?
3-¿Está Carlos
Rotondaro infectado?
Hago estas preguntas
porque si al presidente del IVSS Carlos Rotondaro, le es imposible
combatir
los males de la burocracia por estar infectado, ¿a quien acudimos para
saber si algún día aparecerá la fulana homologación de la pensión?,
¿Será que habrá que convertir todo el estado en una página
tipo “Twitter”?, ¿tendrá cura la enfermedad o se convierte en
crónica y solo nos queda la resignación?, por lo pronto solo me queda
este grito virtual:
¡Rotondaro, pague!