Recientemente estuve realizando un curso en la Universidad Nacional Experimental De La Seguridad (UNES), y pude compartir con varios compañeros oficiales de la policía, donde en diversos conversatorios y mesas de trabajo, se logro exponer la grave problemática que existe en los cuerpos de policía, específicamente en la Policía Nacional Bolivariana De Venezuela.
En el año 2009 nació la Policía Nacional Bolivariana como cuerpo uniformado modelo para que el resto de los cuerpos policiales estadales y municipales hiciesen la adecuación a este sistema, y que cuya actuación estaba enmarcada en el total respeto por los Derechos Humanos, siendo conocida como la policía más humanista del continente latinoamericano.
Algunos años después, específicamente en el año 2015, este cuerpo de policía fue puesto bajo reforma, incluyendo el modelo policial novedoso que aun se implementa en el país; donde algunos altos funcionarios del gobierno asumen que la policía se ha convertido en corrupta y que tiene poca efectividad en la calle.
Como oficial de policía difiero de algunas observaciones realizadas por los ministros en materia de seguridad, ya que, el problema de la Policía Nacional Bolivariana y demás cuerpos policiales del país, no es de forma sino de fondo.
Quisiera añadir que el que se ingresa a la policía es sencillamente por amor a esta noble profesión, porque para nadie es un secreto que los policías son los que históricamente han sido peor pagados en Venezuela. El sistema a veces obliga lamentablemente a algunos funcionarios a caer en corrupción por medio del matraqueo y es difícil entender que un policía con dos hijos, su sueldo no le alcance. Es lastimoso que el mismo sistema obligue a que nuestros funcionarios caigan en corrupción.
Hay una tremenda diferencia operativa entre la policía y la delincuencia, para empezar la delincuencia esta mejor armada que la policía y se puede notar en las diferentes imágenes que circulan en las redes sociales donde se muestra al hampa portando fusiles, lanzacohetes y granadas.
De igual forma el nuevo modelo policial a través de unos instrumentos llamados baquías, hablan sobre el deber del estado de mantener operativas las unidades patrulleras para evitar que el funcionario policial sucumba a la necesidad de pedir dinero para arreglar estos vehículos oficiales; pues resulta que la realidad es otra, ya que, los policías arreglan con su sueldo las motos y patrullas, y a aquellas que su reparación es sumamente costosa; la dejan podrir en los patios de los comandos ante la mirada de los policías y la ciudadanía. Este servidor una vez elevo un proyecto para evitar eso y como siempre, no convenía a quienes dirigían la policía en ese momento.
Otra de las observaciones que recibí de estos buenos funcionarios policiales es la proliferación de grupos armados autodenominados colectivos y que intimidan a los mismos funcionarios cuando estos hacen su patrullaje en distintos sectores. Yo quisiera añadir que la única entidad que puede y debe para el monopolio de las armas de fuego en el país es el estado. Es por ello que cualquier persona que manipule armas de fuego sin el debido porte, son personas que actúan al margen de la ley y por lo tanto deberían ser retenidas y pasadas al ministerio publico para ser procesadas. Igual me comentan que hace un tiempo un viceministro creo unas "zonas de paz", y que esos sectores se han convertido en espacios para la delincuencia y la venta de drogas, donde son controlados por estos "colectivos de paz" que mencione anteriormente.
Los voceros del gobierno buscan el problema dentro de los comandos pero se olvidan de que es necesario revisar el sistema completo, entender que el problema ante tanta inseguridad lamentablemente lo controla es el gobierno de turno, tanto por su inacción como por sus políticas públicas y que por más que gradúen policías, no será suficiente si el estado no asume la responsabilidad y empieza a actuar como es debido, atacando la impunidad y la corrupción que son pilares fundamentales para que los antisociales tomen alas.
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