En Venezuela existen varias empresas productoras de tubos de plástico PVC (Policloruro de vinilo), muy utilizados en la industria de la construcción por sus propiedades de durabilidad, no-oxidación (como sucede con las tuberías de hierro), resistencia, maleabilidad, etc. Pero entre todas ellas, existen dos, las más grandes, llamadas PAVCO y Tubrica, que son las que "marcan" los precios finales de venta, y contribuyen enormemente a la sumatoria de los índices de precios al consumidor, que con fuerza aumentan la inflación en nuestro país.
Ellas son: Pavco, empresa mexicana con planta en Cúa (Miranda) y ventas en Caracas y otros lugares del país; y Tubrica, venezolana, con sede en el estado Lara. Hasta aquí todo muy bien. Lo que no resulta entendible es cómo, ese par de empresas, que prácticamente forman el oligopolio (cartelizado, además) de la producción y venta de tubos PVC en Venezuela; que le compran la materia prima a PEQUIVEN, empresa del estado venezolano, es decir, que no tienen que traerla del extranjero, y que ésta es pagada en bolívares; que tiene expresamente prohibido exportar su producción (aunque los espías de dios dicen que de la producción de tubos no exportan nada, pero sí de la materia prima adquirida, de la que una buena tajada es sacada hacia Colombia, haciendo ganancias enormes a costa del estado y gracias -seguramente- a algún mecanismo grande y funcional de corrupción anti-país); que teóricamente le vende "toda" la producción a la Gran Misión Vivienda Venezuela… y un gran etcétera… subió los precios de esos tubos DIECINUEVE (19) VECES el año pasado (2015), y ya, para este mes de Enero (2016) le han cargado un nuevo aumento de CUARENTA Y CINCO POR CIENTO (45 %) a los precios de esos tubos…!!!
¿ A qué responderá eso ? ¿ Será que Pequiven aumentó los precios de la materia prima en la misma proporción ? No lo creemos. Porque el precio internacional del petróleo (sabemos que) ha bajado… y bastante… Y hasta el dólar paralelo ha bajado…
¿ Cómo es eso que un producto, cuya materia prima, que son unas peloticas de un polímero obtenido de nuestro petróleo; que vienen y venden en unas bolsas; que las produce esa empresa del estado llamada PEQUIVEN; que se vende en bolívares; que no tiene mayores problemas de transporte, etc., caiga -sin supervisión alguna- en manos de dos (02) fabricantes (uno extranjero y otro ¿nacional?, o antinacional), a quienes cada vez que les da una puntada de culo, o cumplen años, o quieren cambiar la camioneta por la última que ha salido al mercado, o por el motivo que sea, se les ocurren los aumentos que les viene en gana. Bien sea porque Dólar-Today dizque subió, o porque alguien les dijo que la inflación de 2015 rebasó el 170 %, o lo que sea, y entonces contribuyan de una manera tan descarada a meterle más candela a ese fenómeno llamado inflación, del que alguien dijo por ahí que ‘no existía’, que "eran vapores de la fantasía" (como dijo el poeta…), pero resulta que cada semana la ‘pagamos’ más y más, con los aumentos desmedidos de precios de muchos productos, sobre todo los que atañen a la alimentación, y que hacen que nos sobre mucho mes cuando ya se nos ha acabado el sueldo ?
Si ya, en este mismísimo mes de Enero, le clavaron un aumento ‘porque sí’, a los tubos de PVC, de 45 %, a cuánto llegará el aumento de precios hacia el final de 2016, después de que pasemos por el consabido decreto de aumento de salarios, o la inflación vaya perfilándose de nuevo, mes a mes, a superar el ciento por ciento ?
Y si el principal comprador ES -también- el ESTADO VENEZOLANO, que compra esos tubos para echarle bolas a la Gran Misión Vivienda Venezuela, ¿ por qué se producen todos estos aumentos ? ¿ Es que acaso hay aquí también algún guiso por medio, en el que están involucrados personajes que tienen que ser ‘protegidos’, sin importar que se joda el gobierno, y finalmente, el pueblo ?
Creo que a más de uno en Venezuela, le gustaría una respuesta más que satisfactoria a todos estos mecanismos que, por decir lo menos, no parecen otra cosa que desafueros… que merman aún más las capacidades de un país en crisis.
P. S.: Valdría la pena poner al Sebin a investigar la veracidad de la denuncia hecha, en cuanto a que buena parte de la materia prima, adquirida de Pequiven, es llevada en gandolas y vendida con destino Colombia. Porque de ser cierto, esto sería una puñalada más al corazón de nuestra economía, a cambio de las pingües ganancias de unos pocos.