Es la hora de un pueblo con cojones y ovarios dispuesto a rescatar el saqueo de la renta petrolera

El peo, como dice Gavazut

Uno de los grandes problemas para conectar una ciudadanía golpeada, engañada, alienada, alineada y desinformada con la montaña de cifras, datos e información existente sobre el descomunal saqueo del tesoro público realizado en Venezuela en los últimos 13 años de los gobiernos bolivarianos, pasa por resolver la manera de saltar el cerco de la desinformación levantado por la polarización política del PSUV y la MUD, una penosa y desgraciada situación respaldada por un archipiélago de credos e ideologías subordinadas a dos nefastos clanes, los cuales actuando como unos vulgares pranes se han apropiado de la política nacional, hecho que perdurará hasta que sea posible informar y agitar con la fuerza de un huracán el alma de más de 27 millones de ciudadanos y ciudadanas, quienes manipulados, desinformados e ignorantes del mar de fondo económico y político reinante, deambulan como alma en pena a causa del peso de la crisis política, social, cultural, económica y ética que cayó sobre Venezuela sin compasión, ni piedad ni paz con la miseria, creando un agujero negro que está devorando todo lo que el pueblo venezolano acumuló en el siglo XX y avanzó en la última década de batallas y zozobras durante el siglo XXI.

Este agujero negro que está devorando nuestras vidas lo alimenta una polarización política extrema y suicida sostenida de manera artificial no sólo por el PSUV y la MUD, sino también alimentada por el poder mediático mundial y la Casa Blanca con el propio Barack Obama al frente, polarización reforzada por las posturas radicales extremas, sin perspectivas racionales, escasa visión de futuro, sin conocimientos trascendentes, plagadas de traumas y frustraciones portadas por una izquierda que la derecha formó durante los últimos 40 años, tras derrotar su insurrección armada en los años 60. Una izquierda parida alrededor de las instituciones políticas del Estado burgués, edificadas bajo el mito de la democracia representativa en el siglo XX y de la democracia participativa en el siglo XXI, dos astillas de un mismo palo.

Las trampajaulas democráticas

En la democracia representativa el "representante" una vez electo suplanta al soberano en el mismo momento de su elección; dicho en lenguaje popular, el recién electo de manera descarada deja al soberano, mudo y sin vista, fuera del horizonte de preocupación del "representante" hasta que necesite de su voto en la próxima elección. De igual manera sucede en la democracia participativa, aquí el "representante" electo expulsa al soberano en medio del proceso de participación en la toma de decisiones al provocar su agotamiento mediante mecanismos burocráticos perversos, entre ellos, la manipulación y el engaño permanente, convocatorias a asambleas y talleres suspendidas por "urgencias" políticas o "coyunturas" graves, discrecionales cambios de fecha y horario a última hora de encuentros y jornadas diversas, desconocimiento descarado de acuerdos previos, desinformación permanente, engavetamiento de proyectos, urdimbre de complots burocráticos contra líderes populares, etc.; pero si lo anterior no logra rendir al soberano, se recurre a otro arsenal de subterfugios que incluyen el olvido de los documentos o proyectos a discutir, la pérdida de las llaves del local de reunión, el envío de logística a direcciones erradas y otras mañas peores. Si a pesar de todo lo anterior el soberano contra viento y marea impone sus argumentos en las conclusiones y documentos finales, estas son desechadas imponiéndose a trocha y mocha los intereses del poder burocrático de turno, lo cual genera en quien intenta asumir la participación protagónica indignación y frustración, provocando su ira y apatía.

La cosecha popular de la élite en diciembre de 2015

Un soberano protagónico manipulado, traicionado y burlado, obstinado y arrecho, decidió congelar los intentos de ejercitar sus derechos participativos y protagónicos en la toma de decisiones políticas, orillándose, pero en silencio se dispuso a soportar las duras condiciones de vida con paciencia estoica, haciendo colas intentando adquirir alimentos básicos hasta la llegada del 6 de diciembre, fecha donde decidió cobrar, por ahora, apenas una pequeña fracción de la factura total acumulada a la burocracia pública y política, con la esperanza puesta en que sus representantes gobernantes rectifiquen, enfrenten y resuelvan la crisis. Está demás decir que de suceder lo contrario, pasado un tiempo prudencial, más temprano que tarde, ese mismo soberano podría decidirse a cobrar la factura completa a toda la clase política y a sus patrones (los de aquellos que los tienen).

El cielo encapotado anuncia tempestad..

Desde hace 3 años se comenzaron a desvelar las cifras negras de la crisis económica y financiera nacional, Marea Socialista, Luis Enrique Gavazut, Manuel Shuterland, Fernando Arribas, Carlos Carcione y otros han hecho pedazos el manto de pureza y abnegación por el pueblo, con el cual la propaganda había venido encubriendo el mar de fondo de la tormenta financiera que transcurre de prisa y sin pausa, arrasando sin piedad la débil, nonoproductora y dependiente economía nacional junto con las ilusiones, esperanzas, esfuerzos y sacrificios del pueblo de a pie como Sabino Romero, cacique indígena yukpa asesinado.

La cifra total del fraude contra la nación denunciado, se aproxima a los quinientos mil millones de dólares ($ 500.000,00), aunque no se han investigado los presupuestos de inversiones del gasto corriente, ni tampoco los diversos fondos creados, los convenios internacionales y las misiones. Hasta ahora sólo se ha revisado el control de cambios administrado por CAVIDI, el endeudamiento externo y las "cuentas" de los egresos de las divisas ingresadas a PDVSA, quien las distribuye por ley al BCV, Fisco nacional, Misiones, Fondos y convenios internacionales. Tampoco se han investigado a lo interno de la propia PDVSA los gastos, inversiones e ingresos para su funcionamiento.

El monto total del saqueo hasta ahora no revelado, es igual a una enorme cordillera montañosa de dólares, con la cual sin corrupción, derroche, despilfarro ni saqueo, alcanzaría para construir una Venezuela completamente nueva desde cero y también gran parte de Latinoamérica. A pesar de haber contado con todo este potencial financiero, "nuestros" administradores ni siquiera dejaron en el país una fábrica eficiente de papel higiénico para limpiar el excremento que sus acciones nos dejaron; y para colmo, estos "manos de seda" amenazan destruir la ecología con el "desarrollo productivo" de un Arco minero del Orinoco a pactar con corporaciones transnacionales, cuya miserable renta una vez más acabará en cuentas privadas.

Respecto a la madre de las crisis que vivimos, en pleno desarrollo, la única explicación puesta a circular de boca en boca, periódicos y medios audiovisuales, son las acusaciones que se escupen a la cara, uno a otro, el PSUV y la MUD, los dos actores políticos que dirigen, manipulan y controlan la polarización política extrema que se apoderó del país: el fracaso del socialismo y la guerra económica; dos mentiras que encubren, entre muchas otras cosas, el mayor saqueo de un tesoro público realizado a una nación en tiempos de paz.

Un vulgar saqueo corsario, realizado al estilo de los piratas durante la colonización, del cual los dos bandos de la polarización política actual son responsables. Los dos tienen velas en el entierro de este país porque juntos cavaron la tumba para los más de 27 millones de habitantes víctimas de la madre de todas sus crisis. Hoy, ambos agazapados bajo el manto de un tenebroso silencio cómplice y sus permanentes shows mediáticos, entre gallos y medianoche esperan el mejor momento para lanzarnos al fondo de la fosa sin pena ni gloria.

La impotencia popular

Contribuye a todo lo anterior, la debilidad comunicacional de los denunciantes del saqueo, nuestros intelectuales del momento posibles, quienes por encima de las buenas intenciones puestas en las investigaciones y denuncias sobre nuestra actual crisis económica y financiera, carecen de la pegada necesaria para denunciar hasta acorralar y encarcelar a los cacos de turno.

No son propagandistas estrellas, no tienen dinero para contratarlos, no cuentan con medios hegemónicos, no son símbolos mediáticos que lleven el discurso a las mayorías. Además la discursiva de las denuncias están hechas como edictos para ser ejecutados por un gobierno u opositores éticos y responsables, pero no contamos con un gobierno u oposición éticos ni responsables para asumir la crítica, nunca lo harán. El conjunto de sujetos que tienen en sus manos todas las riendas e hilos del poder nacional, forman parte de las élites que en los últimos 60 años, desde la derecha, el centro y la izquierda se han tragado, derrochado, despilfarrado y saqueado una cantidad de dólares del tamaño de la Cordillera del Himalaya, equivalente a más de 20 Planes Marshall.

El Plan Marshall dispuso de un monto de divisas equivalente a cerca de 14.000 millones de dólares de la época (1945), poco más de 100.000 millones de dólares actualizado su valor hasta el año 2000, con el cual se reconstruyó la mitad de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial. Mejor dicho, monto con el cual se construyó una Europa nueva en lugar de reconstruir la vieja Europa derribada por las bombas. Con un Plan Marshall se recuperaron de la devastación de la guerra una decena de países con más de ciento cincuenta millones de habitantes.

El avestruz que nos gobierna

Nuestras élites gobernantes, entre ellos, líderes espirituales de todos los credos, cultores, intelectuales, políticos, empresarios, administradores y los infaltables celadores del Estado, en 60 años han hecho desaparecer un océano de dólares equivalente al monto de 20 reconstrucciones del continente europeo destruido por la Segunda Guerra Mundial, sin construir siquiera un modesto país que diera seguridad y bienestar a una población de 30 millones de habitantes.

Éstos, para "explicar" el por qué hoy estamos pasando tanta roncha, recurren a dos grandes mentiras, el gobierno inventa la "guerra económica" y la oposición el "fracaso del socialismo". Ambas afirmaciones son falsas. Ni aquí hubo ni ha habido socialismo, ni tampoco ha habido guerra económica, todavía, a pesar de lo que argumentan Gavazut(1) y Luis Salas(2).

Lo que se oculta con esta brutal guerra de propaganda lanzada contra el pueblo por los dos bandos políticos hegemónicos, es la responsabilidad de todas las élites juntas en la actual situación, por acción y omisión. Las despiadadas campañas de propaganda son las capuchas pasamontañas que esconden los rostros de los responsables y cómplices de la gran tragedia criolla que padece la población venezolana, una catástrofe económica, política, ética y social que hará olvidar a la más grande de las tragedias griegas.

Nuestro salvavidas

Ante una oposición política que se comporta como un conjunto de hienas enjauladas, hambrientas, y un gobierno desorientado, hasta ahora incapaz de resolver los problemas más vitales que vive el país, acosados por una realidad que hora tras hora aumenta el caudal de penurias sobre la nación, no podemos sentarnos a esperar que la solución venga del gobierno ni de la oposición, excepto que creamos en pajaritos preñados, porque de ser así estaríamos jodidos hasta las metras.

El tiempo para las soluciones del gobierno y la oposición se agotó durante los últimos 3 años. No se pueden seguir esperando milagros. Tenemos que construir las soluciones nosotros mismos, desde el pueblo, pero no desde la izquierda ni de la derecha, ni desde los chavistas o los escuálidos, sino desde l@s ciudadan@s, l@s vecin@s, nuestr@s amig@s y familiares, los profesionales, l@s estudiantes, l@s docentes, l@s trabajador@s y campesin@s, l@s médic@s y enfermer@s, o sea, desde la inmensa mayoría de los venezolanos y extranjeros que vivimos en este país, los cuales no somos responsables de la tragedia que nos agobia, sino sus víctimas.

Es ingenuo esperar que nuestros victimarios nos rescaten de la tragedia que conducen a toda velocidad sobre un vehículo sin frenos. Ellos no muestran interés en socorrernos aunque lo griten a pulmón lleno por prensa, radio y televisión, sólo les interesa correr la arruga y continuar el saqueo hasta donde lo soportemos.

Esto tiene que acabarse. No podemos continuar permitiéndolo; al contrario, tenemos que impedir que continúen aumentando los sucesos trágicos que hoy padecemos.

Si alguna vez fue necesario que el pueblo hiciera acto de presencia masiva frente a una situación extraordinaria como lo hizo el 23 de enero de 1959, el 27 y 28 de febrero de 1989 o el 13 de abril de 2002, es en esta ocasión cuando es mucho más necesario que en las tres veces anteriores. Ahora no sólo estamos ante una de las más delicadas situaciones políticas y económicas que ha vivido la nación, sino que hoy el escenario internacional es mucho más delicado y complejo que en el siglo XX.

Dedos sobre el gatillo nuclear

Vivimos en medio de una crisis económica y financiera mundial que continua en su debacle desde 2008, avanzando de manera inexorable hacia un nuevo período económico-financiero global catastrófico. La vigencia del sistema monetario actual, el control monetario de los bancos centrales y la emisión de dinero basado en la creación de deuda, ha llegado al final de su validez histórica. Se repiten los momentos financieros que condujeron a la guerra del Peloponeso, la caída y división del imperio romano, la edad oscura y la quiebra de la banca veneciana en los años de 1400. Hoy la bancarrota general amenaza arrasar a toda la banca mundial y la esfera de influencia de la banca occidental a la que pertenecemos es la más amenazada. La banca asiática respaldada por el nuevo poder económico financiero emergente de los países BRICs sobrevivirá aunque también sufrirá los efectos de la hecatombe política-económica-bélica en desarrollo.

La posibilidad de que estalle la primera y última conflagración mundial termonuclear, hoy es posible más que nunca antes en la breve historia de la humanidad de la era atómica. El escenario de guerra a escala global termonuclear elimina cualquiera expectativa de enriquecimiento mediante la expansión de la maquinaria de guerra, porque esta vez la guerra total termonuclear se decidirá en no más de 17 minutos, mientras que la Segunda Guerra Mundial demoró 7 años en resolverse. Esta vez, para la actual civilización será imposible sobrevivir a una guerra termonuclear.

Si se desatara la Tercera Guerra Mundial, esta no durará ni siquiera una media hora, pero las consecuencias catastróficas y las secuelas de destrucción de la noosfera, la pérdida de las infraestructuras físicas y los sistemas construidos por la humanidad para producir y reproducir la vida humana, más la muerte de seres humanos por centenares de millones, la destrucción del medio ambiente y la destrucción ecológica de la biosfera, traerán consecuencias peores que la caída de un meteorito de un par de kilómetros de diámetro sobre la superficie de la tierra. Quienes sobrevivan a la llegada del holocausto termonuclear desearán haber muerto.(3)

Embusteros de rapiña irresponsables e ignorantes

Ante este escenario de catástrofes bélicas por delante nada utópicas, sumado a la crisis del caos económico y financiero global que toca la puerta, tan igual de grave como la Segunda Guerra Mundial y en tiempo de "paz", la promesa y el llamado de "nuestras" élites convocándonos a la construcción de un país productivo, conducido por la misma jauría de corsarios y depredadores con mentalidad de colonialistas del siglo XV que acabaron con los sueños, luchas y esperanzas del pueblo venezolano en los últimos 27 años, anunciándonos un "plan de desarrollo nacional" que no es otra cosa distinta a un perverso y vulgar remate de garage de los recursos mineros de una región casi virgen del sur del país, a las escuadras corsarias de la industria y finanzas globales del siglo XXI, las corporaciones transnacionales. Si les permitimos coronar esta felonía, "nuestras" élites, felices darán continuidad al saqueo, o mejor dicho, a la acumulación constante de capitales llevada a cabo a lo largo de toda la etapa de la renta petrolera.

El nuevo modelo productivo no tiene nada nuevo ni de productivo, es la continuación del modelo rentista minero luego de agotado un siglo de su etapa petrolera, cuyos frutos, sólo en teoría y en el papel representaban al tesoro nacional, porque "nuestras" élites no lo sembraron en el país, tal como sus propagandistas nos lo vendieron durante más de 50 años. Ni se construyó La Gran Venezuela ni se pudo siquiera empezar a Convertir Venezuela en un País Potencia social, Económica y Política, sino todo lo contrario. Los multimillonarios recursos de la renta petrolera, en su mayoría, fueron sembrados en cuentas personales y corporativas privadas en la banca de EE.UU., Europa y paraísos fiscales. En Venezuela sólo sembraron ilusiones, frustración, engaños, explotación, injusticias, saqueo, caos, dolor y miserias, tal como las penurias que soportamos en las colas a diario para intentar adquirir alimentos básicos, sumado al conjunto de necesidades que muchos comenzamos otra vez más a experimentar.

Para ilustrar mejor lo anterior, a quienes como la mayoría de nosotros no ha tenido ante sus ojos una cantidad dinero mayor a nuestros salarios, sueldos, utilidades o prestaciones sociales, diremos que con los más de doscientos veintiséis mil millones de dólares (US $ 226.000.000.000,00) que las investigaciones realizadas sobre los ingresos de divisas a PDVSA rebelan que no tienen soportes de salida a ninguna parte, equivalen a poco más de 11 millones de viviendas dignas, al precio que las paga el gobierno a las empresas capitalistas nacionales y extranjeras, 20.000 dólares cada una; pero si estas viviendas hubieran sido construidas por constructoras públicas, eficientes, éticas y sin comisiones, robos ni corrupción, se podrían haber construido el doble (o quizás más del doble), alrededor de 20 millones de viviendas dignas, y de seguro, mucho mejores.

¿Alguien piensa que hay que seguir esperando? ¿A quién o a quienes tenemos que esperar? A nosotros mismos, es la única respuesta coherente. Sólo el pueblo salva al pueblo, gritó sin cansarse Lina Ron hasta el día de su muerte. Es necesario que hagamos todos juntos hoy, algo más trascendente que movernos, reclamar, gritar y pedir cambios intentando obtener algo de paz para nuestros espíritus, o sentirnos actuar u haciendo algo para conjurar el caos.

Además, nos acechan diversas nuevas amenazas

Las amenazas a Venezuela no sólo vienen de la crisis de la economía y finanzas locales y globales, sino también de la ciencia con sus avances científico-técnicos. Venezuela ha sido durante 100 años un país minero con una producción monoproductora de una sola materia prima energética, el petróleo, pero este mineral junto al gas, carbón, bitumen, energía atómica, eólica, solar e inclusive la energía hidroeléctrica, la energía más económica de todas, tienen los días contados.

Un conjunto de nuevas tecnologías energéticas, con los motores de fuerzas magnéticas digitales a la cabeza, se acercan al horizonte de sucesos tecnológicos amenazando con arrasar todo lo novedoso y extraordinario conocido. Un conjunto de tecnologías disruptivas cambiarán todas las formas conocidas para reproducir nuestras vidas usadas en la modernidad durante más de 300 años, lo que acarreará a Venezuela un problema adicional al que enfrentará el resto de la humanidad. En estos días Andrea Rossi, creador de un ingenio tecnológico que produce calor mediante tecnología LENR, anunció que ya está lista la robótica para la producción mundial masiva y barata del primer ingenio energético del siglo XXI, el ECAT(4), con un modelo de generación de 1 MW de calor con un COP de funcionamiento entre 20-80, cuyo proceso de producción estaría blindado contra piratas e ingeniería inversa debido a lo masivo, económico y lo subversivo de su proceso de fabricación.(5)

Lo oculto por cortinas de reality shows y "noticias"

¿Por qué esto no es noticia en los medios de comunicación corporativos? Porque mientras los pueblos lo desconozcan, "nuestras" izquierdas sean las izquierdas construidas por las derechas y "nuestros" intelectuales, en su mayoría, ignoren demasiadas cosas que irrumpen desde las entrañas del mundo moderno agrietándolo por todos lados, las corporaciones tendrán todo el tiempo que necesiten para preparar el terreno hasta asumir el nuevo control tecnológico de la humanidad, tal como lo hicieron hasta hoy al obligarnos a depender del petróleo.

En medio del caos y la crisis que surgirá del cambio de paradigma energético, las corporaciones, ocultas en la ignorancia masiva de los pueblos, aliadas a burocracias y gobiernos corruptos, con total impunidad estafarán a los tesoros públicos mediante billonarios proyectos de endeudamientos para la construcción de infraestructuras industriales energéticas, las cuales en pocos años quedarán abandonadas hasta convertirse en las nuevas pirámides de Egipto de la modernidad, pero no así las deudas financieras y pasivos ambientales, los cuales cancelarán los pueblos con hambre, sangre y deterioro de las condiciones de vida.

Desde los nuevos ámbitos tecnológicos se suplirán las nuevas necesidades inventadas y patentadas por el poder corporativo, nos las sembrarán desde la escuela hasta la universidad, tal como lo hicieron con el petróleo y el cuento de su origen fósil para que aceptáramos la venta un mineral abundante y renovable, bien caro, durante 100 años, sin protestar por ello; una siembra que continuará hasta el día de nuestra muerte, realizada desde el universo de medios de comunicación de su propiedad para obligarnos a reproducir nuestras vidas con sus "soluciones", porque no hacerlo y negarnos lo tenemos prohibido.

Toda tecnología popular fuera de sus controles está de facto prohibida, demonizada, calificada de terrorista como la tecnología de encriptación de nuestras comunicaciones digitales; pero si lo aceptamos sin batallar, las élites que hoy nos dominan en adelante podrán violar a discreción nuestros derechos a la privacidad con total impunidad hasta la eternidad.

Entonces ¿hay algo que podamos hacer?

Tenemos mucho, mucho por hacer.

El mundo no es algo que los poderosos manejan como una marioneta, solos y a discreción, si ello fuera así sería inútil resistir y luchar. Nosotros mismos muchas veces contribuimos a poner y jalar los hilos de nuestra propia dominación, unos por ignorantes, alienados, desinformados y/o alineados, mas otros por canallas. La inmensa mayoría de las élites de los países esclavos como los pueblos latinoamericanos, son canallas, junto a muchos de los lideres e intelectuales populares que dicen ser "nuestros".

La primera herramienta para cambiar la situación a nuestro favor es aprender a aprender, algo que incluye aprehender lo mejor de la rica experiencia acumulada, aprender a conversar y comunicarnos, algo muy distinto de lanzar frases y discursos a los otros como decretos u órdenes de jefes. Aprender a reconocer argumentos significativos, importantes, disruptivos. Aprender a contener nuestro ímpetu y no interrumpir una explicación o argumento importante por el mero hecho de tener derecho a expresarnos de manera libre sólo para protagonizar. Aprender a generar conocimientos, investigar, elaborar hipótesis, ensayar, comprobar, informar lo descubierto y luego proponer y/o construir lo nuevo.

Derribar el muro que impide rescatar y repatriar el saqueo

Cuando se ha conversado sobre el tema con diversas personas, la mayoría se encogen de hombros, palabras más palabras menos responden "estamos cogidos", "los yanquis tienen los reales", "olvidémoslo, eso no lo devolverán nunca", "la oligarquía nunca repatriará los capitales", "si se ven amenazados agitarán los cuarteles y darán un golpe de Estado". Y así como estas, otras respuestas las cuales ni siquiera las han pensado un poco, mucho menos reflexionado en profundidad, lo que demanda más esfuerzo. Sus respuestas están condicionadas por el amaestramiento realizado por las élites a lo largo del continuo saqueo de Venezuela, son la confirmación de la completa dominación oligárquica, el obstáculo real para emprender cualquier proyecto popular de batalla colectiva, como lo es rescatar el saqueo de la renta petrolera de los bolsillos y cuentas privadas de la oligarquía, la burocracia pública, las corporaciones transnacionales y los celadores del Estado. Una tarea que sólo un pueblo la puede realizar con éxito.

Gonzalo Barrios, presidente de Acción Democrática, declaró a los medios de comunicación desde el antiguo congreso nacional en la década de los 70 que, "en Venezuela no hay motivos para no robar". El Presidente de la República de Venezuela, Rafael Caldera, durante su último mandato respondiendo a la prensa preguntas sobre el por qué de la corrupción, palabras más palabras menos declaró, "en Venezuela los hombres pícaros son activos y los honrados y buena gente son achantados". Hasta el Presidente Maduro, un ex obrero, ha proclamado que los trabajadores no están en condiciones de dirigir las industrias. Para él, el fracaso administrativo es un privilegio de las élites y no del pueblo que produce la riqueza con su trabajo.

Meses atrás nos sorprendió la respuesta de un compañero de mil batallas ante un comentario realizado durante una jornada de denuncia del fraude cambiario, en relación a la necesidad de rescatar el dinero robado al Estado. Hasta ese momento las investigaciones revelaban un monto de 220 mil millones de dólares saqueados. Grande fue la sorpresa al escuchar su respuesta:"a mi no me importa si no se recuperan los reales, para mi eso es lo de menos, lo que si me importa es que eso no se repita nunca más"; respondía desde la costumbre de ver robos sin culpables ni dolientes.

Como la anterior son las respuestas de la mayoría de los luchadores sociales de la izquierda que la derecha formó. No pueden siquiera imaginar cuánto representan esos recursos monetarios en bienes y servicios para la población, al margen de la desinformación con la cual la burocracia pública inepta y corrupta nos engaña. Pero inclusive Manuel Shuterland, uno de los más destacados críticos del desastre económico venezolano actual, en una de sus últimas entrevistas declara que el dinero saqueado no es posible recuperarlo, mientras ríe a carcajadas ante el drama económico que narra.

La brutal propaganda realizada por los saqueadores lo ha colocado en la situación de un ciudadano iraquí o libio, donde los horrores de la guerra borraron del horizonte de la visión ciudadana el tema del rescate del saqueo económico. El mismo shuterland señala que sus investigaciones muestran que este es el más grande saqueo económico realizado contra un tesoro público en relación con el tamaño de su economía, pero olvida que ha sido realizado en tiempos de paz, en medio de una "revolución" muy mediática en los últimos 15 años, donde la mayor transformación del país fue la manera como la mayoría de las élites nacionales, aliadas a las corporaciones transnacionales que operan en el país, saquearon la renta petrolera.

El punto de apoyo para destrancar el juego

Existe un complot puesto de manifiesto, abierto, para resignarnos y hacernos pensar que el gigantesco saqueo al tesoro público realizado contra el país no tiene dolientes en Venezuela, ni en América Latina, El Caribe o el resto del mundo para luchar por su rescate. Se intenta sembrar la matriz de que quienes batallaron para mejorar su situación durante los últimos 17 años, no era sino el acto de unos locos de metras, quienes en definitiva araron sobre el mar, ociosos, unos utópicos que perdieron el tiempo en las misiones Robinson, Ribas y Sucre intentando transformar la conciencia ciudadana.

Hoy se requiere la construcción de un proyecto colectivo de incidencia política masiva, con su centro basado en la información y comunicación oportuna, suficiente y relevante sobre los pormenores del último saqueo realizado a la nación, recurriendo al conjunto de relaciones sociales, institucionales y redes internacionales establecidas por el pueblo venezolano en su diario vivir en 17 años de zozobras, batallas, derrotas y victorias.

Se trata de impulsar el castigo de los responsables y sus cómplices mediante múltiples y diversas iniciativas de organización, movilización y agitación, creación de organismos, impulsando normas e iniciativas de leyes que nos permitan en el menor tiempo posible movilizar a la nación en dirección del rescate de los recursos financieros y bienes saqueados a la patria durante los últimos gobiernos del siglo XXI; y si fuera posible, los saqueados durante el siglo XX.

En esta acción de impulso para un rescate de emergencia nacional, tienen cabida las iniciativas de todos los colegios profesionales y las instituciones relacionadas con la justicia, el derecho público, funciones administrativas, contraloras, educativas, así como organizaciones de estudiantes, trabajadores y productores, más las de quienes de manera individual estén dispuestos a aportar su energía y conocimientos a esta nueva causa del pueblo venezolano. Entre las acciones a emprender, es muy importante solicitar la ayuda de organismos e instituciones internacionales dedicadas al rescate de capitales fugados producto de la evasión de impuestos, robos y estafas contra los tesoros públicos, delitos que por lo general son realizados por burócratas públicos y complots mafiosos entre banqueros, políticos, empresarios y delincuentes financieros.

El saqueo de la renta petrolera, punto de llegada de las élites depredadoras, es el punto de partida de una movilización nacional popular por el rescate del patrimonio nacional, la ética y la justicia. A construir las redes de denuncia, seguimiento, búsqueda y captura global de los responsables del saqueo a Venezuela y traerlos como reos al país desde cualquier lugar del mundo donde se escondan, refugien o los "asilen".

Mientras revisábamos este escrito en la madrugada de este lunes, escuchando una radio web española nos enteramos de la publicación mundial de los Panama Papers, noticia que reafirma nuestra posición respecto a la acción política más importante para el pueblo venezolano en este momento, como lo es centrarse en rescatar la renta petrolera defraudada a la nación. De esta denuncia global contra la corrupción y fraude financiero el portal web aporrea.org reseñó el 3 de abril lo siguiente: "La filtración de once millones de documentos que revelan cómo personas adineradas y poderosas utilizan paraísos fiscales para lavar dinero, evadir impuestos y ocultar riquezas mal habidas, fue dada a conocer este domingo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Los documentos proceden de la firma panameña Mossack Fonseca, y unos 270 mil (el 2 por ciento) mencionan a Venezuela." Una revisión profunda de este material nos aportará valiosos elementos para avanzar hacia el logro nuestro propósito.

Bienvenidos a la gesta de este nuevo combate popular venezolano cuya dimensión está llamada a trascender las fronteras de nuestro país y el continente.

Por la unidad del pueblo venezolano

¡Sólo el pueblo salva al pueblo..!

No podemos optar entre vencer o morir

¡Necesario es vencer··!

Confiscación, expropiación y repatriación del patrimonio nacional saqueado y fugado

¡Paredón ético, moral, mediático y legal para todos los responsables..!

Caracas 3 de abril de 2016

Notas:

  1. Gavazut Luis Enrique, 2015. ¿Conspiración corporativa en Venezuela? Procter & Gamble y sus vinculaciones con Empresas Polar, Farmatodo y la ultraderecha. Documento pdf publicado en www.aporrea.org
  2. Salas Luis, 2015. Folleto Guerra Económica, Editorial El perro y La Rana
  3. https://youtu.be/BdF3LLFq3bg
  4. http://Www.ecat.com
  5. http://www.journal-of-nuclear-physics.com/?p=892&cpage=82#comment-1165901

Links para motivar la organización y la acción popular nacional mancomunada:



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Guayú de Falkón

Sujeto social latinoamerícano en rebeldía permanente contra la injusticia y la explotación de los pueblos, promotor del conocimiento crítico subversivo, de la ciencia y tecnología liberadora y de la ética transformadora.
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