Hemos venido insistiendo que ante la guerra económica con sus consecuencias que han horadado la normalidad de todas las variables micro y macroeconómicas de manera ostensible y sin lugar a dudas, en la necesidad de responder de manera enérgica y consecuente con los principios de toda guerra, con acciones y decisiones en ese contexto, y una de ellas es la congelación e precios a una fecha determinada.
El día sábado 06-01, me trasladé al Central Madeirense en Plaza Las Américas en el Cafetal y presencié colas a lo interno del mercado, tan largas que me abstuve de comprar algo, los carritos completamente llenos de productos más buscados, bolsas de jabón de lavar y pastas y otros; pregunté al vigilante y me dijo que estaban esperando al Sundee. En mi recorrido a lo interno del mercado, noté que muy pocos productos tenían el precio en los anaqueles, los quesos y jamones en bandejitas, fueron remarcados con precios incrementados al menos en un 30%. Mi pregunta fue como supo la gente que llegaba la fiscalización, afuera en la entrada bolsos en fila colocados en el piso, porque no dejaban entrar con ellos, y por supuesto mi respuesta fue estos son bachaqueros y lo más alarmante, empleados guardando productos de manera furtiva.
Me informaron que el Sundee, decidió que se vendieran los productos con fecha primero de diciembre, decisión en mi concepto tardía y sobre la cual he escrito varios artículos; porqué no se hizo antes, considerando que debió hacerse al menos con fecha 01 de agosto, esta medida podemos calificarla como congelación de precios a fecha determinada, de forma parcial-
En oportunidad y al respecto del conjunto de la economía he señalado que la peor medida en microeconomía es no tomar medida alguna cuando las circunstancias lo ameriten y pregunto tenemos cuatro años con ataques incesantes a la normalidad económica y todos los efectos del ataque aún persisten y de manera mas intensa e integral. Por ejemplo, podemos ver lo que han hecho y hacen los grandes supermercados, alientan el bachaqueo entre sus empleados, modifican precios casi que a diario independientemente que la reposición venga o no con nuevos aumentos, siguen colocando cajeros a discreción y est@s los ponen al servicio del todo de esa anormalidad. Hagan un breve paseo por las cercanías del Plaza del Cafetal y verán las reuniones que realizan en horas de almuerzo o cambio de guardias.
La bachaquería empresarial comienza desde la fijación arbitraria de precios, cuestión que se repite a nivel de los distintos distribuidores que muchos de ellos son parte del acaparamiento y "resguardo" de mercancías En cuanto al contrabando, el de las Islas del Caribe ha ocurrido siempre, desde algunos años se hace recurrente y con nuevas estrategias, muy buena la medida del Presidente de cerrar por 72 horas cualquier acción de comercio de Venezuela con estas islas-
la necesidad de ampliar la medida de establecer congelación de precios debe hacerse integral, igual a nivel de panaderías que actúan con impunidad en la fijación del precio del pan y la charcutería, un verdadero acto anárquico en realidad y por cierto que hace la Contraloría Sanitaria que hace poco chequeando la higiene y vigilando de los empleados de estas que no han realizando el Curso de Manipulación de Alimentos, el que despacha cachitos, etc, el que hace café, estos no pueden usar barba por si no lo sabían. En fin la economía venezolana ante todo es un gran desorden, y hay que aplicar la autoridad hacia afuera y hacia adentro.