La cosa fue el lunes 11 de junio del 2018, siendo las 5:30 pm aproximadamente. La escena del crimen fue el Automercado "El Rey" ubicado en el centro comercial "Fung Hung", av. Lara con Branger de la ciudad de Valencia, edo Carabobo. El delito: remarcaje de precios, especulación, usura, falta de respeto a las personas.
Los hechos: llego al susodicho automercado a comprar una mantequilla (así le decimos a la margarina esa que le falta una molécula para ser una goma, según los químicos) y raudo me dirijo a los estantes donde había pa tirar pal cielo. Marca Mavesa, de las dos: de la ligera y de la "normal". Rápidamente busco los precios en los llamados "habladores", es decir, los papelitos donde escriben el precio con un marcador (hace tiempo las empresas productoras se pasaron por el "forro er pipe" la obligación de marcar en el envase o empaque el precio máximo de venta al publico, que después fue justo y ahora es "acordado" por quienes no queremos ni acordarnos). Y ahí estaban, en letras grandes, claras, legibles y perfectamente entendibles: la ligera 1.160.000 Bs; la normal 1.100.000 Bs. Por supuesto que agarré la mas barata y me fui a hacer mi mamarra e cola.
Transcurrido un tiempo prudencial, llego a la caja y... Sorpresa!! Señor, son 1.750.000 Bs.
.-Ya va, Srta, debe haber un error. Eso cuesta menos y allá lo dice.
La muchacha, ante mi reclamo, se para y va al sitio y regresa con el papelito, ya arrugado y roto por ella misma, en sus manos.
.- Costaba, señor. El sistema acaba de ajustar el precio.
.- Pero, pero... Dije yo. Luego balbucié unas palabras que no recuerdo. Luego se me incorporó el Indio Guaicaipuro (Hulk, para que los muchachos entiendan). Y armé el gran peo!!
Lo primero que hice fue ir a la cola y notificarle a los potenciales compradores que eso que tenían en las manos acababa de aumentar unos 600 mil bolos. Más del 50%!! (Asombro, arrechera, murmullos.. Creo que alguien dijo: este tipo como que está loco o qué).
Lo segundo fue buscar a los empleados y encargados hasta llegar al gerente y mandarlo a joder al coñísimo de su madre.
Lo tercero fue amenazar con llevar a la Sundde (Sr, no pierda su tiempo; esos vienen, les dan cuatro lochas y listo, me murmuró una cajera entre dientes).
Lo cuarto fue volverme a arrechar cuando otro empleado me dijo calladito que lo mismo habían hecho con los cambures hace rato.
Lo quinto fue cambiar la margarina normal por una ligera (a esa no le habían cambiado el precio todavía), pagar mi vaina y venirme antes de que me diera un infarto.
Y lo ultimo fue volverme a arrechar en mi casa para acordarme bien de la vaina y poder escribir esta paja a la cual nadie le parará bolas. (Por ahora; en mi caso prometo que si el pueblo se arrecha un día de estos y le da por acabar vainas, ahí estaré yo de primerito en el automercado El Rey).
PD: verga: por lo menos remarquen esa vaina cuando estén cerrados, partidas de coño e madres!!
Otro PD: yo no soy así, lo que pasa es que ando arrecho, como anda el pueblo.