Indudablemente que la universidad, entendida esta como el centro de estudios que permite reunir a hombres y mujeres que aspiran o se espera de ello/as hagan un esfuerzo mayor en sus estudios en la búsqueda y encuentro de la respuestas alternativas ante las tantas situaciones negativas, adversas, conflictivas o contradictorias que vivan las sociedades; ahora, lo que pasó, viene o ha de pasar en esas mismas instituciones, no depende tanto de esos hombres o mujeres que asumen tales estudios, si no de la tendencia política-económica de quien ostenta el poder en lo interior de estas o desde afuera definiéndoles los programas, pensum y demás directrices, por supuesto, asumiendo que se trata del sector de clase dominante al que pertenezca.
La historia está llena de situaciones que describen lo anterior casi desde la aparición de la primera idea que conllevó a universalizar los estudios académicos, de allí que en Venezuela no se ha escapado ni se escapa de esto, particularmente en estos tiempos del bolivarianismo y chavismo encontrados en un solo proyecto de vida realmente alternativo en Venezuela, lo que viene amenazando al resto de Latinoamérica, las universidades tradicionales, lamentablemente algunas "chavistas" sus escuelas y demás instituciones marcan la pauta en sentido contrario, pues, están alineadas a los intereses contrarios de la patria o al buen entendido concepto de Nación.
La guerra económica, como se sabe sin duda alguna procura derrotar al proyecto histórico y político que diseñó el Comandante y hoy adelanta el presidente Nicolás Maduro, siendo las universidades y sus integrantes mayoritarios piezas fundamentales en las acciones académicas de alto contenido político y sus recintos o refugios están convertidos focos de resistencia, claro, allí se han venido preparando desde siempre las "cabezas brillantes" con la casi única intención de apagar las luces bolivarianas que han retornado para realumbrar los sentidos de los hombres y mujeres pertenecientes históricamente al sector social de los explotados, dominados o como quiera que se les identifique. El hambre, la enfermedad, la inmovilidad, la criminalidad y otras pestes, lanzadas al mismo tiempo como parte de esta guerra, persiguen el desgaste físico y emotivo para que trascienda a la consciencia alcanzada por el irredento y paciente pueblo venezolano.
Amigo, S.R., particularmente me di a la tarea de enviarle solicitud al ministro del PP Educación Universitaria y demás instituciones investigativas y científicas, por supuesto por este medio al no tener otro, cuestionando el papel que juegan las actuales facultades o escuelas universitarias en las carreras de farmacias ante la guerra de enfermedades y medicinas de puro y macabro lucro, planteándoles que es hora para que se disponga una línea para las universidades nuestras de verdad, que conlleve a la creación urgente de la Universidad de Farmacias, así como se crearon la de los trabajadores, las artes, la seguridad y otras, pues, tenemos bastante recursos y referencias para ello, por un lado están la inmensa cantidad de plantas medicinales que florecen por doquier y una vasta experiencia histórica de los botiqueros de ayer hoy convertidos en la/as médicos y médicas naturistas que a diario nos enseñan y recomiendan plantas por los distintos medios alternativos.
Siendo usted un articulista de alto contenido de lectores, su sumatoria a esta inquietud, seguro permitirá que la campaña propuesta por mi persona pueda llegar más pronto a las altas esferas del aparato burocrático de los ministerios en cuestión, ante lo cual entienda esta misiva como una invitación directa.
P.D. Soy de Valencia, nos gustaría que visitara esta ciudad para que nos ilustre más allá de la historia cercana o cercada, a si crujan o se retuerzan las entrañas del cosiatismo imperante que aún gobierna en esta ciudad, lo/as otra/os le estaremos agradecido/as.
