CLAP virtuales e incompletos

"América Latina se levanta y sus pueblos escribirán en este siglo, la página más grande de toda su historia".

Hugo Rafael Chávez Frías

(Día de la Dignidad y la Rebelión Bolivariana, Caracas 4 de febrero de 2006)

Uno de los aciertos de la Revolución Bolivariana que es mostrado al mundo como un ícono de las conquistas sociales para el pueblo de Venezuela, es sin lugar a dudas el nacimiento de la organización popular pública, mejor conocida como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

Ante los diferentes ataques del imperialismo norteamericano y sus operadores en el país como la burguesía parasitaria representada por los diferentes partidos de la oposición, vemos como se acentuó la guerra económica, con la escasez y el acaparamiento de alimentos para el pueblo venezolano.

De una manera espontánea y bajo la motivación de las organizaciones populares en los barrios - inicialmente - del estado Yaracuy, se comenzó a dar respuesta principalmente a los habitantes más humildes de las barriadas, con una dotación a bajos precios de los alimentos de la dieta básica para cada uno de los hogares.

Ante la eficacia de esta respuesta popular el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro decidió formalizar el citado mecanismo y creó lo que oficialmente hoy conocemos como los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) el 3 de abril del año 2016.

Los CLAP se oficializaron a través de la Gaceta Oficial 6227 y desde sus inicios, la organización social estuvo vinculada en su operatividad y seguridad a la FANB, hasta la más reciente incorporación de la Milicia Bolivariana en su organización, distribución y resguardo de los productos de las Cajas Clap, conjuntamente con las organizaciones de base, como los Consejos Comunales y las Comunas de todo el país.

Desde luego que su evolución ha estado sujeta a los vaivenes del saboteo y a las medidas coercitivas y económicas impuestas por el imperio norteamericano, las cuales han recibido bloqueo e impedimento de la compra de alimentos en el exterior y de todos los rubros que llegan a la mesa de los hogares venezolanos.

Productos de la dieta básica como aceite, arroz, caraotas, pasta, leche en polvo, azúcar, harina pre cocida, lentejas, atún, y café entre otros, son incluidos en las cajas que regularmente llegan a los hogares en las diferentes poblaciones del país y han pasado a ser - a precios asequibles - una conquista de la Revolución Bolivariana.

A la medida se ha sumado - en tiempo record - una red de distribución la cual se ha venido perfeccionando a pesar del saboteo de la oposición. Esta última, se las ha ingeniado para penetrar e impedir el buen logro y el éxito del programa social de los CLAP.

Por eso hemos visto como galpones y depósitos llenos de alimentos han sido incendiados. Igualmente, las compras en el exterior son bloqueadas y de las cajas se extraen algunos productos para que lleguen incompletas a los hogares; todo ello con el único fin de crear un malestar entre los venezolanos

Hoy el Gobierno del Presidente Maduro ha dado un nuevo paso para regionalizar y a través de cada estado, entregar las cajas Clap con producción de las propias localidades y productos de las empresas agro alimentarias de cada entidad territorial.

Desde luego que esta conquista se ha querido politizar pero en la mayoría de los casos, la organización social liderada por las fuerzas socialistas se han abanderado de su control y distribución para lograr se cumpla así, el objetivo de que llegue a todos los hogares sin distingos de color político o discriminación.

No obstante no todo es color de rosa. Desde el mismo momento en que se trató de garantizar la periodicidad y la puntualidad de la entrega de las CLAP, aparecieron los saboteadores y corruptos de poca monta - quienes nunca faltan – a la hora de poner obstáculos y hacer fracasar el programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.

Muchas son las denuncias y los casos conocidos que tratan de impedir el éxito de los CLAP. En las propias organizaciones sociales y de base de los barrios y poblaciones del país (en distintas capas sociales) han surgido los indeseables, ladrones y corruptos quienes pretenden enriquecerse a costa de la venta de los productos.

En la actualidad se busca lograr una eficaz política de Seguridad Alimentaria. Desde los primeros momentos de la Revolución Bolivariana con el Comandante Chávez, se observaron algunos hechos de corrupción de parte de autoridades y personas designadas, para la ejecución y la distribución de los alimentos al pueblo.

A la par del saboteo por parte de grandes empresas de opositores que monopolizan la distribución de alimentos (POLAR, Cargil, etc.) se detectaron hechos descarados, orientados a impedir que las cajas CLAP llegaran a tiempo a los hogares de millones de venezolanos (hoy se citan más de 6 millones).

Casos como MERCAL, PDVAL y PROAL que fueron emblemáticos en un pasado reciente, por el mal manejo de los alimentos, se hicieron famosos. Los mismos pasaron a ser un mal recuerdo de acaparamiento, robo y extorsión de los productos de la dieta alimentaria por parte de los famosos bachaqueros.

En la actualidad el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro destaca el programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción y lo cita con orgullo en diversos escenarios del mundo, como en la FAO de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.

No obstante debemos decir, como una autocrítica, que si bien los CLAP han cumplido un estelar papel dentro de los programas sociales del Gobierno Revolucionario, como las Misiones (Vivienda, Barrio Adentro, Negra Hipólita, Madres del Barrio, Ribas y Robinson, etc.) los mismos están siendo saboteados y los rubros alimenticios no llegan completos y con puntualidad a los hogares venezolanos.

Observamos con atención en muestras televisivas, millares de cajas de CLAP (pero vacías). Igualmente, vemos como en contactos y pases de VTV con el Presidente Nicolás Maduro, se le muestran depósitos repletos, galpones con millones de bolsas y cajas CLAP las cuales, al parecer, se quedan en el camino o van a parar a otros destinos como el contrabando colombiano, pero no llegan con puntualidad a los hogares venezolanos.

Los esfuerzos son innumerables y el mismo Presidente Nicolás Maduro insiste - con frecuencia -, en la entrega mensual y quincenal a más de 6 millones de hogares venezolanos, pero lamentamos decir que al Mandatario Nacional – presuntamente - le mienten o no le dicen la verdad de lo que ocurre con los CLAP.

La incorporación de la Milicia Bolivariana en el cuidado y distribución de los Clap de la mano con los Consejos Comunales y Comunas es un paso positivo.

Hay un refrán popular que dice "del dicho al hecho hay mucho trecho" y por eso creemos que a los más altos niveles del Estado venezolano, del Gobierno y de la Cúpula Militar deben tener ojo avizor y estar alerta para que los CLAP no dejen de ser una realidad.

Quienes creemos, amamos y defendemos la Revolución Bolivariana estamos seguros, junto al Presidente Nicolás Maduro, que los CLAP son un hecho comprobado y deseamos de corazón no se conviertan en unos Clap virtuales e incompletos, como los que están llegando epilépticamente a muchos hogares venezolanos.

¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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