“…Nuestros ojos libres se abren hoy a nuevos horizontes y son capaces de ver lo que ayer nuestra condición de esclavos nos impedía observar; que la “civilización occidental” esconde bajo su vistosa fachada un cuadro de hienas y chacales…” “…animal carnicero que se ceba en los pueblos inermes; eso es lo que hace el imperialismo con el hombre…”
Ernesto “Che”
Guevara
Es indudable
e indiscutible que a medida se va profundizando la marcha de la revolución
van quedando al descubierto los infiltrados o quinta columna. Nuestra
misión es tratar de que estas caras pintadas no hagan un daño mayor
al proceso desde cargos importantes, ahora bien ¿cómo las detectamos
a tiempo? El comportamiento, las actitudes y sus arribismos de algunos
personajes públicos nos pueden dar algunas señales. Es tiempo de hablar
con toda claridad y franqueza, es una obligación y un derecho hacerlo.
Pongamos algunos ejemplos:
1.-
Luís Miquelena: Acaso el traidor emblemático del proceso, pues en
los primeros años de la revolución, motorizó la transición de la
IV a la V República. Era el “plenipotenciario” del Presidente sus
ojos, oídos y boca en casi todos los espacios. Llenó de sus cuadros
el MVR (que pretendía ser el partido de la revolución), los Ministerios
y la Asamblea Constituyente. Una vez aprobada la Carta Magna con gazapos
que impiden el empoderamiento popular (cosa que en su momento,
ni el mismo Chávez notó), se encargó de nombrar magistrados al Tribunal
Supremo de Justicia afectos a su causa y formar frentes paralelos en
la Asamblea Nacional, mientras el Presidente lo llamaba su “padre
político” y se cegaba a las críticas que se formulaban en torno
a este desagradable personaje. La historia lo recordará como el líder
de los brinca-talanqueras. Apoyó el golpe de abril de 2002, a la derecha
que se montó y con la que hace rato tenía jugosos contratos comerciales.
El que antes fuera la mano derecha del Comandante, con más poder que
nadie en este país, es ahora una momia olvidada a la que apela la oposición
golpista cuando intenta “criticar al gobierno desde sus ideólogos”
2.-
El General Rosendo: Este famoso mutante y aquel discurso en un
desfile militar, en donde sus palabras fueron más revolucionarias que
las del mismo Chávez, indicaron que estábamos en presencia de un
parlanchín que lo que decía era de la boca hacia fuera y que no se
sentía para nada parte de este proceso y que, a la vuelta de esquina,
rápidamente estaría en la acera del frente. Tuvimos que esperar apenas
meses, pues con su lamentable actuación los días 11 y 12 de abril
de 2002, avaló el fascismo, la ruptura del hilo constitucional, el
asesinato y persecución de cientos de compatriotas y el secuestro
del Comandante Chávez, entre otras barbaridades. Hoy también es un
personaje olvidado por los medios que lo seguían sin descanso cuando
proclamó el “carácter institucional” de la Fuerza Armada y su
oposición al Comandante.
3.-
El Diputado Ismael García: Otro jactancioso camaleón más. Siempre
era el personaje que más gritaba, encabezaba las declaraciones a la
prensa, se proclamaba más anti-imperialista que nadie, era uno de los
principales “críticos” de la oposición y los medios golpistas,
formó parte de todos los comandos electorales y era unos de los más
audaces y prometedores líderes del proceso según todo el mundo, pues
sus luchas políticas de “toda la vida”, así lo demostraban. Ahora
lo vemos en Globovisión (uno de los brazos ejecutores del Imperio en
el país y, en consecuencia, un medio golpista) conduciendo todos los
domingos un bodrio llamado “Aló Venezuela”, en el cual pretende
mostrarse como un “verdadero revolucionario”, interesado en los
problemas del pueblo que esta “mal llamada revolución” no se ocupa,
olvidando que él “formaba parte de ella” y juraba y perjuraba su
lealtad en todas partes.
4.-El General Baduel: De entre todos los salta talanqueras, su brinco sólo quizá pueda igualarse con el de Luís Miquelena, pues sus vínculos personales con el Presidente se remontan a casi tres décadas atrás, un juramento en el Samán de Güere y ser la cara visible del rescate de la institucionalidad democrática el 12-13 de abril, así como el rescate de Chávez de manos de los golpistas. Este personaje fue mucho más astuto que otros, pues todo el protagonismo que obtuvo después de los sucesos de abril, lo administró con gran prudencia, cuidándose de la aparición excesiva en los medios y proclamándose a sí mismo como un defensor de las instituciones, cuyo único interés era servir a la Patria. Con su discurso “ponderado” e “institucionalita” apareció un buen día en una rueda de prensa liderada por Globovisión, donde manifestaba su disconformidad con el Proyecto de reforma constitucional presentado por el Presidente y con la gestión de éste frente a los destinos del país. Acuñó el término “golpe suave” para descalificar las leyes aprobadas en el marco de la Ley Habilitante y lo presentan como un posible contendor a Chávez en una futura disputa.
5.-
La señora Maria Isabel, esta “actriz” de reparto era patria o muerte
con el proceso mientras fue protagonista principal en su cargo de Primera
Dama, después saltó la talanquera y echo al cesto el camuflaje con
el que se vestía, mostrando sus verdaderos colores y aliándose con
medios de comunicación que llegaron en un pasado incluso a despreciarle
y ridiculizarle a ella y – aún peor para una madre – a su hija
con el Comandante.
Todos estos
personajes tienen algo en común, además de la traición, ellos llevan
por dentro lo que el Che llamo pecado original, es decir nunca han sido
revolucionarios por lo tanto les importa un coño el pueblo y el proceso
bolivariano, el fin ultimo son sus intereses personales.
Podemos señalar
además, varias actitudes que no se vinculan sólo con un nombre en
específico, pero si pueden ser indicadores útiles para identificar
a potenciales disfraces o Caballos de Troya en el proceso:
1.- Los radicalistas extremos (más Chavistas que Chávez), es decir aquellos que declaran a cada momento patria, socialismo o muerte. Algunos de estos pertenecen a la elite político-militar.
2.- Altos funcionarios que no renuncian - ¡ni por error! - a ninguno de sus privilegios a favor de nada ni de nadie; más bien buscan aumentarse los sueldos, las primas, los gastos de representación, la asignación de celulares, carros, guardias de seguridad y pare usted de contar.
3.- Servidores públicos de cualquier nivel que si llegan a dar, ceder o renunciar a alguno de sus beneficios, no lo hacen por desprendimiento o solidaridad sincera, sino como una inversión para escalar a nuevas alturas del poder.
4.- Dirigentes que si tienen que elegir entre el beneficio personal y el de su comunidad, eligen lo primero y ya verá cómo excusa el asunto frente a su gente, inventando alguna promesa o escurriendo el bulto con palabrería.
5.- Funcionarios de moral revolucionaria dudosa, que dicen demasiado y hacen muy poco (si es que hacen algo), son charlatanes expertos en echarle la culpa a otros y tapar sus propias fallas y faltas sin rectificar nada
6.- Supuestos revolucionarios que no saben tratar a todos los ciudadanos con igualdad y respeto, sino que son desconsiderados, prepotentes y atropellan en cuanto pueden a las personas que consideran que están “por debajo de ellos”, pero son serviles y “jalamecate” con sus jefes
7.- Los Rojos Rojitos “Pura Pinta” que se visten de rojo, usan la imagen del Che y todo símbolo que los relacione con la revolución, pero por dentro no creen para nada en el proceso, a estos se les puede preguntar si son sólo apariencia o sinceridad, pero lo más probable es que mientan descaradamente en su respuesta.
8.- Los Intocables – y no nos referimos a los de la película –, que se cubren con una imagen de inviolabilidad como revolucionarios, se escudan en sus relaciones y amistades – muchas veces engañando a verdaderos partícipes del proceso para que les cubran sus sinvergüenzuras. Este tipo de farsantes es especialmente de cuidado, porque terminan haciéndose las “víctimas” cuando se les acusa y se pide que se investiguen algunas de sus fallas, errores o – directamente – actos de corrupción.
9.-
Aquellos diestros en escalar posiciones de la noche a la
mañana. Estos son versados en deportes como: alpinismo, escalada, salto
de altura, entre otros. Tienen una habilidad para que los pongan en
donde hay, se acercan a los posibles cuadros y empiezan a asesorar,
son aquellos que todo lo saben y tienen la varita mágica para solucionar
los problemas.
¿Alguien recordará
esa frase de “¡Pueblo Reconócelo!”? Cuando se trata de descubrir
brincadores de talanquera el instinto del pueblo no se equivoca. El
soberano también dice palabras como “¡eso ya se veía venir”!
Esa sensación desagradable que detecta un ciudadano común cuando un
charlatán se le para en frente a soltarle un montón de mentiras, es
el mejor detector de estos infiltrados. Con las elecciones que se acercan
para el segundo semestre del año se caerán otras caretas, otros que
se bajaran del autobús. Ya se puede vislumbrar a ciertos gobernadores,
alcaldes, diputados, concejales, ministros, etcétera, brincando la
talanquera y haciendo pública la traición a la revolución que hicieron
ya hace tiempo.
Una vez más
elevamos nuestra voz de alerta sobre lo que esta ocurriendo a lo interno
de nuestra revolución, pongamos la lupa sobre estos tránsfugas, disfrazados
y renegados antes que se alcen como líderes o gerentes revolucionarios,
porque ellos sólo persiguen desangrar el erario público y pisotear
los ideales del socialismo. Les quitamos las caretas y los llamamos
por sus nombres o ellos se encaraman en el coroto y comienzan a echar
vaina a los que de verdad queremos la transformación liberadora del
hombre nuevo.
Vamos a dejarnos
de vainas ¡O ponemos al descubierto a los mutantes, camuflajeados y
camaleones o se acaba el proceso!
PATRIA, SOCIALISMO
O MUERTE…. ¡VENCEREMOS!
Pedro García Avendaño