(VIDEOS) Ideas para que nuestros alcaldes, en vez de bailar reggaeton en la Plaza Bolívar, nos ayuden con el Socialismo

Mucho debate ha provocado el concierto de fin de año realizado por la Alcaldía de Caracas en la Plaza Bolívar, con el cual se dio la bienvenida al 2010. En dicho concierto, que terminó en horas de la mañana del 1 de enero, estuvieron los reggaetoneros Franco y Oscarcito (LSquadron), así como Chino y Nacho, como protagonistas del mismo junto a Los Van Van, la Dimensión Latina, Servando y Florentino, y varios otros.

LSquadrón son famosos por canciones como "El Hacha", mientras que Chino y Nacho eran miembros de Calle Ciega, el grupo que nos trajo canciones como "Mi Cachorrita"; últimamente se dedican más a canciones menos sexistas y más comerciales. Llama la atención que todos formen parte del grupo de artistas de Venevisión. También cantó Hany Kauam, quien compuso la canción "Es tu amor" de la telenovela "Mi prima Ciela" de RCTV, que se convirtió en pieza musical insignia de la lucha de aquel canal contra el "régimen" cuando se venció su concesión, y cuyo videoclip empezaba con una guarimba frente a la Iglesia San Pedro.

El evento fue transmitido en su totalidad por Venezolana de Televisión, el canal del Estado. A las tres de la mañana, incluso pudimos ver al alcalde Jorge Rodríguez bailando reggaeton con LFranco y Oscarcito, "LSquadron" (ver video).

No tengo nada en contra del ritmo del reggaeton o el estilo que impone, pero sí en los valores que inculcan muchos de estos artistas: enseña a jóvenes y a niños de tierna edad que las mujeres no son otra cosa sino meros objetos sexuales para "perrear" y "zandunguear" con ellas, a las cuales hay que "enterrarles el hacha", treparse sobre ellas como un elefante, pedirles que "te rellenen el pan canilla" o tratarlas como "cachorritas". Bien explica Cacayara en los conciertos de Dame Pa' Matala que una cachorrita es una perra chiquita, por lo que Chino y Nacho duraron varios años llamando "perras" o "putas" a sus fanáticas antes de llamarlas "mis lindas princesas". ¡Y ellas lo celebraban!

Ya de por sí no me gusta que Venevisión o Rumbera transmitan reggaeton, pero me molesta muchísimo más que funcionarios públicos que gastan millones anunciando estar construyendo el socialismo, usen aún más dinero haciendo eventos para competir con los de Emilio Graterón en la Plaza Altamira, como si se tratara de ver quién hace el Sábado Sensacional más arrecho.


Duele más que esto ocurra apenas a dos semanas de la muerte de Solimar Cadenas, valiosísima joven que predicó el socialismo a través de las letras de sus temas musicales, y cuya canción necesaria ayudó muchísimo en la batalla por la Enmienda Constitucional, que vivíamos hace exactamente un año.

Creo que también irrespetamos la memoria y el trabajo en vida de Juan José Villegas, "Juancho", bajista de Dame Pa' Matala que murió hace un año, no sin antes cantar "Fucking reggaeton" miles de veces junto a sus compañeros en tantos lugares como pudo (lo pueden ver en el video de abajo, tocando el cuatro con una franela vinotinto).

No se trata de que llenemos un concierto de fin de año con canciones de trova, pero por lo menos usemos nuestros valores tradicionales, nuestras gaitas, parrandas, merengues, salsa, música venezolana, e incluso algo de hip hop y reggaeton, pero aquel que no contradiga aquellos valores que tratamos de llevar a nuestro pueblo.

Varios amigos incluso cuestionan el que haya que transmitir rumbas y celebraciones al estilo "Sábado Sensacional" un 31 de diciembre en la noche, obligando además a un montón de técnicos a abandonar a sus familias en la noche más especial del año, para trabajar incontables horas extras. Una amiga sugirió: "Me habría gustado ver más bien cómo reciben el año los médicos de guardia, policías, vigilantes, bomberos, el bebé que nació en plena Misión Niño Jesús, los médicos en los CDI, los técnicos de la Electricidad. Para su gente, verlos en la pantallita de VTV hubiera sido un gran gesto". 

Algunos panas argumentan que el uso de conciertos de reggaetoneros es un mal necesario en un año electoral, y que tendremos que acostumbrarnos a ver cientos de eventos de ese tipo este año, para que nuestros diputados puedan asegurar un curul en el Parlamento. Pero si nuestra revolución tiene que recurrir al uso del reggaeton y de mujeres bailando "perreado" para poder lograr votos, eso significa que todas nuestras tácticas comunicacionales han sido un rotundo fracaso.

Y de bolas que es así, incluso si lo medimos en cantidad:

  • Por cada canción de Dame Pa' Matala que se transmite en alguna radio venezolana, se transmiten miles de reggaetones sexistas. Por cada joropo que escucho en una camioneta por puesto, escucho 500 vallenatos.
  • Por cada mensaje en VTV explicándonos qué es el socialismo, se transmiten miles de cuñas en los medios privados animándonos a usar Master Card, Visa, American Express. 
  • Por cada vez que aparece alguien en VTV diciéndole no al consumismo, aparecen miles de cuñas de Banesco, del Provincial, del Mercantil o hasta del "socialista" Banco de Venezuela incitándonos al consumismo: ¡el Banco de Venezuela transmite constantemente en Meridiano TV una cuña en los partidos de beisbol diciéndonos que, mientras más veces consuma usando sus tarjetas de débito o crédito, tengo más chance de ganarme un cupón! ¡A gastar, no joda!


  • Por cada vez que aparece el Presidente Chávez en la televisión diciendo que condena la venta de bebidas alcohólicas en los barrios, aparecen miles de cuñas en periódicos, revistas, vallas, cine e Internet haciéndole propaganda a Polar, Regional, Chivas Reagal o Johny Walker. 
  • Por cada una de las excelentes animaciones para niños que transmite Vive TV (muchas hechas en Venezuela), los canales privados transmiten cientos  de comiquitas, interrumpidas cada 10 minutos por miles de cuñas que los incitan a consumir y comprar determinados juguetes y aparatos que no necesitan
  • Por cada uno de los poquísimos celulares Vergatarios ensamblados (mas no construidos) en Venezuela, se venden miles de Blackberries, cuyos compradores lo adquieren no porque necesiten sus funcionalidades, sino porque creen que el tenerlo les dará más prestigio.
  • Por cada "Libertador Morales" o por cada buena película que hace la Villa del Cine, hay cientos de películas extranjeras que invaden nuestras salas.
  • Por cada arepera socialista, aparecen 100 McDonald's, 200 Wendy's y 500 Chipi Burgers estimulándonos a consumir tanta grasa como podamos.
¿Cómo culpar a nuestra juventud por adorar el reggaeton y el vallenato, por invadir los centros comerciales, por emborracharse todos los fines de semana,por dejar de comer para comprarse un Blackberry o por preferir ver Avatar antes que películas venezolanas? Tenemos el poder y parece que no lo estamos ejerciendo; en vez de eso, reforzamos sus modelos con nuestros "conciertos de fin de año socialistas".

¿Que podemos hacer contra todo esto?

Debemos discutir qué hacer contra esta avalancha de ideología para el consumismo, que cada día se incrementan más a través de la publicidad, el mercadeo, la música, las películas y otras formas de entretenimiento, y que ahora también está penetrando nuestros propios espacios.

  • Un paso sencillo sería decirle "ya basta" a aquellos funcionarios públicos "revolucionarios", que quieren unirse a este coro de mensajes pro-capitalistas. Jorge, Darío, Pedro, Henry, ya basta. Pónganse en el carril, coño. Lo mismo para el responsable de poner esa cuña del Banco de Venezuela estimulando a ser consumista.
  • Lo segundo es que no podemos prohibir a la industria privada el uso de la publicidad, pero sí podemos generar mensajes anticapitalistas, que enseñen a la gente cuales son las desventajas del modelo que se está generando, y también podemos obligarlos a transmitir esos mensajes. Total, ellos nos obligan a ver su publicidad en todo tipo de objetos: vallas publicitarias, camionetas por puesto, el Metro, partidos de fútbol y beisbol, páginas web y hasta en los urinarios. ¡Démosle una cucharada de su propia receta!
No cerremos Globovisión, ¡obliguémosla a transmitir nuestro mensaje!

La propuesta sería doble:

  • Por cada cuña de Visa, de un banco, de un fabricante de juguetes, de McDonald's, de Blackberry o de una Lotería estimulando a la gente a consumir cual autómatas, deberíamos generar y transmitir igual cantidad de cuñas socialistas explicando a la gente de formas creativas el peligro de volverse consumista, y que el beneficiado siempre será el gran empresario. ¿Cerdos con tarjetas Visa en el cuello caminando hacia un matadero que representa a la burguesía? ¿Una cruda imagen de una familia en bancarrota, indicando que endeudarse con su Master Card sí tiene precio? ¿Micros muy cortos mostrando las condiciones en que se trabaja en una maquila, o los perjuicios de la explotación del hombre por el hombre? ¿Cuñas de un minuto de niños felices jugando con sus perinolas, trompos, papagayos u otros juguetes tradicionales, a menudo hechos por ellos mismos? 
  • Estas cuñas no deberían transmitirse sólo por nuestros medios revolucionarios. ¿Cuál sería la gracia? Tienen que transmitirse en Venevisión, en Televen, en RCTV, en Promar, en Globovisión, en la TV por cable, en los mismos espacios donde ellos colocan sus cuñas pro-capitalismo, y con la misma frecuencia que éstas. Y la idea no sería que el Estado pagara por ello, sino que alguna ley obligue a los medios a pasarlas. Y no sólo unos minuticos al día, como dice la Ley  Resorte; si ellos nos inyectan 2 horas de publicidad al día, ¡nosotros tenemos que darle la misma cantidad de contra-publicidad! Total, el espectro radieléctrico es propiedad del pueblo (no de los dueños de medios), y su administración ha sido delegada al Estado. Una reforma a la Ley de Responsabilidad Social no sería nada descabellada.
  • De seguro que también sería buena idea obligarlos a transmitir no sólo cuñas, sino videos musicales de música venezolana y tradicional, así como de música con contenido, como Dame Pa Matala, La Cantera, Radio Candela y similares. Eso sí: nosotros seleccionamos la música.
Jorge, ayúdanos promoviendo iniciativas como estas (u otras mucho mejores que otros camaradas o tú mismo puedan tener), y de verdad creeré que estás ayudando a construir no sólo la Caracas Socialista, sino la Venezuela Socialista.
Se pueden aprender algunas cosas de la industria publicitaria

La publicidad tradicional tiene técnicas para analizar si su mensaje está llegando bien al "target", o público "objetivo". Nosotros tenemos que aprenderlas y usarlas. En estos días, proyectaron en un cine en el este de Caracas una cuña de PDVSA en la cual se decía, mostrando imágenes del Che Guevara y de Jesucristo, que "nunca más" se permitirá que se repita lo ocurrido en "San Pedro Alejandrino". La enorme mayoría del público asistente eran jóvenes de 20 a 35 años de clase media-alta, en su mayoría opositores, quienes se quedaron criticando a PDVSA, indicando que los chavistas estamos "tan confundidos" que hacemos "melcochas ideológicas". La verdad es que a mí mismo me costó entender el propósito de la cuña.

No es la primera vez que veo a los opositores del este de Caracas abuchear una cuña de PDVSA en un cine. Si nuestros panas de PDVSA quieren gastar millones de bolívares pautando cuñas en Cines Unidos para ganarse a gente de la oposición, no pueden reutilizar las cuñas que pasan en VTV; tienen que diseñar cuñas específicas para los opositores. Tienen que pensar en que los opositores rechazan de plano símbolos como el Che Guevara o gente uniformada de color rojo, y que muchos de ellos ni siquiera saben qué es San Pedro Alejandrino. En cambio, muchos de ellos reaccionan bien cuando se les muestran obras construidas por el gobierno, o casos en los cuales el gobierno ha defendido a la clase media (ejemplo: los bancos que fueron intervenidos). Hay que estudiar las audiencias, sus gustos, sus preferencias, y llegarles por allí. Si quieres seducir a una muchacha, primero averiguas qué cosas le gustan y qué cosas detesta. Si la muchacha odia las margaritas, ¿vas a insistir en regalárselas sólo porque eso te funcionó con otra muchacha?

Pero que esto no se confunda con lo que tratan de hacer algunos de nuestros líderes: una cosa es estudiar a nuestras audiencias, y otra es ofrecerles mujeres bailando reggaeton o construirles centros comerciales "tipo mall" para tratar de ganárnoslos. Tenemos que ser inteligentes y usar racionalmente el poder para ir cambiando las condiciones en nuestra sociedad y combatir las condiciones que el capitalismo creó y nos implantó en todos nosotros desde que teníamos 2 años de edad. Y no esperar 10 o 15 años más para darnos cuenta de que es demasiado tarde para corregir nuestros errores.


lbracci@gmail.com

     


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Luigino Bracci

Estrecho colaborador y antiguo miembro del equipo editor de Aporrea. Bracci es un celoso defensor del Software Libre y de la libertad de expresión.

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