¡Qué tal, camarada! Felicitaciones a todos que, ordenadamente, con la motivación del Líder, completamos otra acción eleccionaria, que pareciese fuese la mejor que sabe ejecutar nuestro PSUV (o nuestros dirigentes), que lo consolida.
Sin embargo, este artículo lo escribo el sábado 1º de mayo (Felicitándonos los trabajadores), en la noche, y seguro que los elegidos mañana serán los más mediáticamente conocidos. En algunos casos, camaradas con muchos méritos, en otros, algunos que dejan mucho que desear. Unos que no tienen nada en la bola, pero…
Digo esto porque, además de ser conocidos, tenían los recursos para promocionarse (toldos, pancartas, folletos, tarjetas, etc.) bien propios o de colaboradores (¿?), ya que los vehículos con sus letreros no cuestan, son de camaradas seguidores. Y “todo por pura amistad…”
Pobres los autopostulados que desconocían lo que se requiere para ganar. O ya lo aprendieron.
Bien. Ahora con el camarada Diosdado. Por cierto que en un anterior artículo, donde hice propuestas para el problema de la vivienda, así como en otro donde lo nombré, recibí correos con un nombre que se identificó como Diosdado, quien, según, lo usa de complemento al suyo (que sabrán sus allegados).
Del primer correo me solicitó le enviara información sobre las viviendas, y sólo le envié mi teléfono para corroborar la autenticidad de quien dice ser. No hubo respuesta.
En verdad uno lo que desea es que de tener alguna información con valor se evalué y se ponga en práctica, especialmente si es parte de un concienzudo análisis que por años hemos venido estudiando.
Voy a tocar un tema bastante trillado: El Mantenimiento.
Tema fundamental para todo, en especial para el crecimiento ordenado de una nación.
Por cierto, me dirijo a Diosdado por ser ministro de un súper ministerio aún cuando también me referiré a temas estadales y municipales. Y algo antes de que se establezca la figura de Vicepresidentes regionales.
Ese ministerio de Obras Públicas y Vivienda, por lo extenso en atender obras de gran magnitud pudiese servir, aunque sea, para orientar, supervisar, coordinar las ejecuciones de gobernaciones y alcaldías.
Claro, el MOPVI tendría que reestructurarse ya que está anclado en un funcionamiento anacrónico, me refiero a los estadales, por lo menos al de Anzoátegui, donde resido.
Vale recordar que este ministerio, como el del Ambiente, que se sepa, cuenta por lo menos con un 60% de funcionarios no afectos al proceso revolucionario.
Pero puede realizar un proceso de contrataciones de profesionales chavistas, bien capaces, y estructurar un responsable plan de mantenimiento que, inclusive, abarque al ministerio de Salud, que más lo requiere.
Este artículo comienza basado en la compleja experiencia que nos agobia como la del Sistema Eléctrico Nacional que, de paso, si el Presidente Chávez hubiese contado con asesores directos, no comprometidos con nadie, sino con las comunidades, con el País, con Chávez, la situación no habría llegado a mayores.
Aparte de la nefasta acción climática, todavía se están haciendo mantenimientos mayores en gran parte de las subestaciones. Y menores, especialmente en las zonas perimetrales y rurales de las ciudades donde, por no podar los árboles, se producen constantes interrupciones del preciado servicio apenas pega una viento fuerte, y, además, cuando llueve pareciese que es un servicio hidrofóbico.
El caso más visible, y sensible, está en las carreteras. Hablo por las de Anzoátegui, ejemplo de Barcelona a Maturín, Puerto la Cruz a Cumaná y la “autopista” que va por Miranda, para Caracas. En esta última sobrevive un peaje del Ministerio (Tarek eliminó los de Anzoátegui).
Cuando uno recorre el tramo y llega al peaje provoca sacar la mano no para pagar, sino para cobrar por habernos expuestos, carro inclusive.
Es más, sustituyendo el de Rómulo Betancourt la bautizaron como Autopista Antonio José de Sucre. He venido proponiendo que continúe llamándose como el presidente adeco hasta que esté completamente construida y bien mantenida. Razones obvias.
Se acaba de caer el puente de Cúpira. Se interrumpe el tránsito por la principal vía a Caracas, se debe tomar por la de los llanos -2 horas más- y los transportistas echando chispas por el mal estado de la vía.
Y eso apenas cayeron unas lluvias.
¿No se pudo evaluar su estructura, su estabilidad, con tiempo? ¿Hacerle mantenimiento preventivo? ¿Cómo estarán los demás? ¿Cómo se comportarán ante un terremoto?, ¿podremos contar con ellos desde el punto de vista estratégico militar?
Esta situación de mala transitabilidad está en muchas carreteras. Causan accidentes al esquivarlos, que no son denunciados. ¿Para qué?
El MOPVI debe meterle el pecho con programas de mantenimiento, manejados por los vecinos de las vías en sus estados incipientes.
El concreto asfáltico, que normalmente llaman asfalto, conforma lo que se llama un pavimento flexible (rígidos son los de concreto) genera una variedad de grietas que dependen desde el comportamiento del terreno, filtraciones, etc. hasta por las condiciones de tránsito y climáticas.
Una pregunta, camaradas, ¿han visto ustedes un vehículo delante y otro vehículo atrás, que sirven de protección de un grupo de personas con cascos –técnicos e ingenieros- y cámaras fotográficas y libretas, recorriendo una vía evaluando las grietas? No ¿verdad?
Y mucho menos limpiando con chorros de aire las grietas y rellenándolas con asfalto líquido para evitar que se filtre el agua y dañe el pavimento, y reducir la posibilidad de que se haga un hueco. O muchos huecos.
Esto del asfalto ocurre en calles de casi todas las ciudades y pueblos.
Hay mucho descuido, abandono, y las autoridades no saben las molestias que causan a los usuarios, dañando carros. Igual con las aceras dañando tacones y torciendo tobillos.
Camarada Ministro, Diosdado, cuando se decidan a reestructurar al ministerio (en principio con profesionales contratados y comprometidos), o simultáneamente, se pueden generar planes de mantenimiento con el concurso de cooperativas conformadas por las mismas comunidades de cada sector, adiestradas técnicamente y supervisadas por profesionales.
Esto implica bajos costos, empleo masivo de mano de obra (menos desempleo) y la seguridad de evitar inversiones mayores, como las que le gusta a muchos, ya que asfaltar calles y avenidas completas cuesta un billete millonario y, según quien contrate y/o supervise, cae una comisioncita.
Lo que todo el mundo desea, taxistas, porpuesteros, buseteros y autobuseros, y los demás, es circular sin huecos, y la forma es evitándolos con la prevención o reparándolos en su estado incipiente, con las comunidades. Se rebajarían la carga de energía negativa que causa neurastenia junto con las colas y las mentadas de madre.
Y daríamos inicio al empoderamiento popular. Y contraloría social.
El mantenimiento de carreteras abarca limpieza, desmonte, arborización, rayado, iluminación, etc. Igualmente en las ciudades y pueblos. Mano de obra preparada y entrada segura de platica semanalmente y menos incomodidades y mejor aspecto de sectores. Revolución en marcha.
No se hace nada de esto y, por otra parte, no se establecen prioridades. En estos días un amigo chofer, con su señora, estaban asombrados de leer cómo para embellecer un cruce vial, que una alcaldía había invertido –o gastado- Bsf. 600.000,00. Sabemos que es bueno embellecer, pero ¿y las prioridades?
Mientras escribo tengo en mis piernas un ejemplar de un periódico de Pto La Cruz (que no compré, como desde hace tiempo) y leo: “Cerrada carretera a Oriente por colapso de puente”, esta noticia la mencioné arriba. “La alcaldía de Sotillo rompe y no acomoda” y los vecinos quemaron cauchos. Otra: “entre calles rotas y vías intransitables viven habitantes de camino Nuevo en Barcelona”, también hay acumulación de basura.
En la TV regional escuchamos al director de un hospital del Seguro Social que explicaba que habían dejado de realizar más de 200 intervenciones quirúrgicas por fallas en la planta de emergencia. No funcionan los ascensores en tal hospital. En otro: “no funciona el aire acondicionado del quirófano desde hace 15 días”, y dele…
Es casi semanalmente cuando aparecen estos avisos, con su respectiva arrechera pública, y se refiere exclusivamente a falta de man-te-ni-mien-to.
Vamos, amigo y camarada Diosdado, démosle un impulso a ese ministerio en lo relacionado con el mantenimiento y, a la vez, establecer una política de mantenimiento que lleve eficiencia a gobernaciones y alcaldías, ah, y sobre todo que estos entiendan que la solución y acción revolucionarias es el empoderamiento popular, controlado, supervisado, claro.
edopasev@hotmail.com