¡36 años a cuestas con la incertidumbre y el horror de no ver un nuevo amanecer!
De esta manera, con el fantasma del torturador encima, muchos revolucionarios vivieron aquellos años de la IV República. No hubo piedad: asesinaron, desaparecieron, torturaron e implacablemente fueron perseguidos y los convirtieron en los fugitivos eternos.
Son los mismos.
Piedad no la tienen ni la tendrán los que en estos catorce años de revolución, con perversidad, alevosía y sin tregua, han asesinado a mansalva a un pueblo que ha decidido ser libre.
Innumerables son los hechos catastróficos que estos especímenes del terror han y ocasionan a la Patria. Innumerablesm son las marcas que han dejado estos depravados con sus fechorías, que impunemente cometen sin piedad alguna.
Diez años -dice nuestro respetado y querido Dr. José Vicente Rangel- tiene el angelito iván simonovis tras las rejas ; al pobre enfermito, se le debería otorgar una consideración de gracia.
¿Piedad, para el asesino y torturador?
¿Tuvo ivan simonovis, piedad con algunas de sus víctimas?; ¿tuvo alguna consideración con el pueblo venezolano y con la Patria?
Lo que es bueno para el pavo, lo es para la pava. No se puede aceptar que sólo algunos “elegidos” tengan derechos.
¡PROHIBIDO OLVIDAR!
¡NO A LA IMPUNIDAD!!!