Hace unas semanas escribí un artículo como una militante y habitante de la parroquia Santa Teresa, recibí varios correos algunos en contra, acusándome de no vivir allí, de defender la pena de muerte, etc.
Pero hubo uno muy interesante de un habitante de un edificio cercano a la estación de metro Teatros, que medio la razón y me dijo que comprendían las dificultades, que muchos habitantes de la parroquia sentimos ante el auge de la inseguridad en la zona. Lo más interesante fue leer ese testimonio de una camarada que explica, lo que significa vivir con personas que no quieren cambiar sus malas costumbres.
Aquí anexo una parte de ese correo:
Le invito a que te acerques un fin de semana y verifiques en carne propia el martirio que significa para cualquier persona normal, máxime para una persona enferma o una de la tercera edad, pasar un fín de semana, en medio de fiestas con sonidos de minitecas a toda mecha que amanecen y siguen hasta el Domingo e inclusive Lunes, en esos espacios, en medio de exposición y venta de drogas en los pasillos como si fuera caramelos. En fín, a diferencia de las características de un barrio, en el cual existen espacios caminerías, callejones, zonas libres para hacer el trabajo social, y hasta acuerdos, aquí la gente está prácticamente presa, puesto que hay control de llaves para entrar y salir de los Edificios, al punto que ante denuncias que se han realizado, ha llegado comisiones de la Policía Nacional y no han podido pasar porque nadie las ha abierto la puerta, y cuando se realizó un procedimiento fuerte el año pasado con la presencia de la Fuerza armada, cicpc, etc, y encontraron desde laboratorios, armas, drogas, solicitados, y pare ud de contar, el amedrentamiento que sucedió después y del cual te he contado parte, fue y es terrible. Por cierto, todo esto a menos de media cuadra de la sede de es supuesto "colectivo". De el tema de los espacios tomados por invasores de oficios, que no son sujetos activos de esta revolución, que no votan, que no participan, que no aportan, mejor ni hablar porque fuistes lo bastante explícita en ese punto.
La situación no es sencilla, es un problema estructural y complejo, y donde yo creo que el acompañamiento del Estado, del PSUV y de los factores aliados de la Revolución, estamos fallando y debemos hacer un profundo proceso de autocrítica, y revisión para no echar al traste este hermoso sueño de nuestro Comandante Eterno.
Perdona que haga catarsis contigo, pero estoy preparando igualmente un artículo para aportar algunas ideas a propósito de como construir la lógica de convivencia y de vida en el marco de la revolución en esos espacios que debería ser un bastión para la vida y la defensa de la revolución, y no una replica de la lógica del capital, de la miseria humana, del desamor, de la indolencia, pero en una versión mejorada, y hasta burguesa, porque esta revolución esta aportando todo:vivienda digna, internet, servicio satelital de televisión, servicio de telefonía prácticamente regalado,y un largo etc. Pero parece que no prevemos que la conciencia social, ética y revolucionaria, no va implícita en el paquete de los accesorios o de las cuatro paredes de la vivienda, y en muchos casos tampoco está en el funcionario de las instituciones que lo mandan a realizar una labor, que en muchos de los casos desconoce, no quiere hacerla y que le es extraña porque simplemente no sabe que es la pobreza, y de donde viene la mayoría de estos compatriotas y su contexto histórico.
El mensaje creo que da en el punto, sectores del chavismo se le ha ido de las manos el control sobre ciertos grupos anárquicos, el país anda como a la deriva, nadie quiere que lo controlen, el desorden es nuestra consigna, no se respeta a las autoridades, en lo que va de año van más de 100 policías asesinados para robarles el arma, fiel demostración que la violencia anda a su libre albedrío.
Si bien es cierto que la populosa zona en la que vivo, siempre ha sido problemática, en estos momentos pasa por una situación crítica, no hay presencia policial, ya he perdido la cuenta de los robos a locales comerciales y a particulares a cualquier hora del día.
De lo que si estoy segura, es que muchos de los que escriben en Aporrea defendiendo, a las invasiones que muchas organizaciones del chavismo han apadrinado en el centro de Caracas, no se pasan por estas zonas y desconocen nuestras problemáticas. Para ellos la reflexión que cite del camarada, este es un problema del partido y de las organizaciones sociales, que no saben como manejarlo o se hacen de la vista gorda.
Para el jueves 23 se llama a una marcha donde estos grupos exigen, la destitución de un Ministro, niegan la versión policial y acusan de masacre, lo que sucedió en ese lugar, dicen que mujeres embrazadas y menores de edad presenciaron los hechos.
Las preguntas que yo me hago son: ¿Por qué razón el Cicpc hizo ese procedimiento? ¿Qué interés tiene el Ministro Rodríguez Torres en asesinar al señor Odreman, en pleno velorio de Robert Serra? ¿Es cierto que de ese lugar sacaron unos autos robados? ¿Por qué fueron arrestados los funcionarios del Cicpc implicados en el procedimiento?
Aquí hay algo que no nos están contando de lado y lado, las versiones no cuadran y las fallas en la comunicación, son otro evidencia de la gran cantidad de intereses que allí se mueven.
Negar que las invasiones en el centro de Caracas cuenta con apoyo del Estado es de idiotas, eso es un secreto a voces, además de una herramienta para los sectores opositores mayoritarios en la zona, para atacar a la revolución.
De lo que si estoy clara, es que ser chavista no es una medalla o una muestra, de persona honesta, cabal y honrada, es una visión demasiado maniquea de la vida pensar así.
Los invito a que se pasan una tarde o noche por la zona y presencien la fantástica seguridad, que las invasiones que rodean a Quinta Crespo nos proporcionan, mejor pasen por el Comando del partido, Consejos Comunales y Comunas y pregunten allí como vivimos en este parroquia.
En conclusión aquí el chavismo está tomando la consigna opositora, pero con el siguiente cambio: Con mis mala conductas no te metas. Se niega aceptar que hay grupos llamados colectivos, cuya conducta no es ejemplar, ni acorde a los ideales de Hugo Chávez. Si bien pueden ser chavista de palabra, con algunas de sus acciones lo ponen en entredicho.
También veo con preocupación el giro de los acontecimientos y la cobertura, que el portal Aporrea ha dado a los hechos, creo que el equipo de investigación de este prestigiosa página, debería preguntarle a los vecinos de la zona su opinión, parece que los habitantes de Quinta Crespo no somos gente, ni conocemos nuestras problemáticas.
En fin creo que no debemos crucificarnos, porque en nuestras filas existan colectivos con malas conductas, si hemos tenido a un Rafael Isea, Luis Miquilena, funcionarios corruptos, etc. Que de raro puede tener que algún funcionario policial o un militante de un colectivo, sea un delincuente.
El señor Odreman asesinado fue un funcionario policial, de la extinta PTJ ¿Por qué razón hay que creer en su inocencia? Mientras a los funcionarios del Cicpc se les describe como lo peor de la IV República. Acaso no son todos miembros de organismos policiales, que en Aporrea varios articulistas describen como podridos.
En fin tema delicado, que desde mis vivencias está siendo manejada por muchos opinadores de una forma equivocada, acaso aquí la delincuencia no nos aplica la pena de muerte todos los días, los robos en camionetas no va contra los derechos humanos, por qué un policía es asesinado y nadie en Aporrea escribe un artículo alarmado por el hecho.
Somos un país con altos índices de violencia, que ahora tiene característica de ser política, por eso los colectivos que nos apoyan deben tener una conducta ejemplar. Las invasiones que se han promovidos y habló de Quinta Crespo, que son las que conozco mejor, nos han traído problemas, temor en la población, hasta roces con el partido, ya que mucha gente les tienen miedo y rechazo.
Un colectivo no debe ejercer la economía informal vendiendo productos de la cesta básica, en un momento de guerra económica, no deben poner música alta a horas inadecuadas, ni beber alcohol en la vía pública, ni ensuciar las calles, ni tampoco violentar las normas de tránsito que muchos motorizados acostumbran hacer, ni vender drogas, ni robar, ni secuestrar.
Si alguien se dedica a eso y dice ser un colectivo, puede hacer muchas obras sociales, pero no es chavista, es un vulgar delincuente, que no ayuda en nada a la Revolución, así que se le debe aplicar todo el peso de la Ley.
Otra cosa la defensa a ultranza de gente mala conducta me demuestra, que ver la vida como pueblo bueno y policía malo, es una forma muy simplista de entender el fenómeno de la violencia en el país, ahora entiendo, porque hay tanto muchacho por ahí sin rumbo, somos la perfecta sociedad de cómplices que a veces termina defendiendo lo indefendible.
El tiempo dirá, pero yo que vivo en Quinta Crespo no voy hacer engañada con el cuento de colectivos honestos y honrados, aquí la realidad es muy distinta. El que no me crea pase por Quinta Crespo, después hace un artículo y cuenta lo que vio.
Lo más seguro es que los policías terminen presos, que Rodríguez Torres lo destituyan, que salgan los defensores de los derechos humanos a poner el grito en el cielo, que no se esclarezca nada, como si no viviéramos en un país donde la delincuencia mata y roba libremente, pero después le pedimos a la policía mano dura contra el hampa.
Ojalá sepamos la verdad, pero cada días está más claro que un colectivo que invade un espacio tiene más poder que una comunidad que en 15 años, no ha podido desarrollar ni un solo proyecto de viviendas por falta de espacios. No importa como se porte ese grupo siempre tendrá quien lo defienda, haga lo que haga, mientras la gente necesitada de la zona le quedará ponerle un velita a Chávez, para ver si alguien la ayuda.