Robert Serra: Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos

Los tentáculos de la estrategia paramilitar colombiana han logrado, una vez más, irrumpir en el vecino país para atacar al proceso bolivariano e infestar de miedo a quienes creen y construyen el proyecto del comandante Hugo Chávez. Ayer las guarimbas y hace pocos días la muerte del diputado del PSUV Robert Serra; asesinatos, intentos de golpes de estado y desestabilización política, todas estas conspiraciones dirigidas y planeadas aquí en Colombia o por colombianos que a través de estructuras mafiosas y paramilitares hacen presencia en Venezuela desde que se instauró el gobierno popular de Hugo Chávez. Siempre se ha podido demostrar que detrás de cualquier acto vandálico o algún complot, se encuentran las fuerzas de ultraderecha ya sean paramilitares u organizaciones nazis como la Tercera Fuerza.

Robert, el hombre inteligente, audaz y rebelde, un abogado y político que se formó bajo la generación de la esperanza, fue líder estudiantil, responsable de la juventud del PSUV, concejal y el diputado más joven en la historia de Venezuela. Sin duda alguna, un ser humano brillante que con su presencia alumbró y alegró la vida de quienes lo conocimos.

El crimen de Robert Serra es la amenaza del silenciamiento de una generación que se formó con hidalguía y fortaleza para resistir a todos los embates que se fraguaron contra la revolución Bolivariana. Sin duda, Robert conocía muy bien del ejercicio de la política que construyó a lo largo de los años, de la mano del Comandante Chávez. Su disciplina para ascender y fortalecer el movimiento juvenil y estudiantil de Venezuela le permitieron ganarse un puesto en el corazón de los venezolanos y de cada patriotita que como él, busca el bien supremo de la paz y la justicia social para la patria.

Su crimen no solo es una pérdida irreparable para la humanidad, sino una alerta del ejercicio antidemocrático y violento que desde la derecha terrorista y sangrienta se viene ejerciendo sobre Venezuela, la táctica del ‘’golpe suave’’ que se refuerza con los medios, el desprestigio y los constantes ataques a toda acción que se despliega en el país hermano. Estrategia que desde las fuerzas de oposición y en connivencia con la derecha internacional, encabezada por Álvaro Uribe, ha generado violencia, muertes y lágrimas a quienes desde sus espacios de formación, organización y trabajo político profundizan el desarrollo social y político de una nueva Venezuela que se levantó contra la desigualdad y la miseria.

Aunque Robert se haya ido en cuerpo, su alma perdurará como ejemplo entre quienes, desde el humanismo, admiramos y creemos en la generación de oro de la política venezolana. Porque como entonaba Alí Primera ”Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos”, la lucha sigue para demostrarle a todos los enemigos y opositores que la Venezuela nueva no se rinde y que la paz de todas nuestras naciones debe ser el camino a construir y a mantener.

Por eso, la construcción de una paz estable y duradera en nuestro país llegará a constituirse como la paz de la región, pues mientras aquí hayan injusticias y guerra, esta permeará a los procesos alternativos que ya van en camino, pero también a los que están por nacer y así como el pueblo venezolano ha sido solidario con el pueblo colombiano en allanar los caminos de la paz, hoy expreso mi mayores condolencias, no solo por Serra, sino por todos aquellos que han sido víctimas de las estrategias desestabilizadoras.



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Piedad Córdoba Ruíz

Ex-senadora colombiana, defensora incansable de los Drechos Humanos. Miembro de Colombianos por la Paz @colombianospaz. "La Paz en Colombia no tiene reversa y la lograremos pacíficamente"

 @piedadcordoba

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