"Oh madre Tierra,
madre de la humanidad,
Hoy tu te encuentras en hambre y guerra" (M. Hernández)

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Cuando se creía que después de la firma del acuerdo de Paz, entre el Estado y las Farc , donde se estaba allanando por fin el sendero del camino por una Paz "Estable y Duradera" , y un arco iris de esperanza por el respeto a la vida y reconciliación,… por unos instantes probamos solo un sorbo de esa Paz, que en ultimas se volvió mezquina.

. En - una Colombia agrietada por la violencia política irracional, erad de la clase política que hace más 180 años nos condujeron a una espiral de guerra; huérfanos, viudas, desapariciones, torturas, fueron el producto de un conflicto degradado cuyo único fin era la muerte y terror.

Hoy. Como colombianos que hemos vivido en una patria martirizada nos alumbran por enésima vez las sombras siniestras de la guerra. El atentado con un carro bomba, el día jueves 17 de Enero, 2019, en las instalaciones de la Escuela de Policía General Santander, otra vez se sintió el estallido de la barbarie, que años anteriores vimos con horror cuerpos destrozados y calcinados; esto nos lleva a una reflexión: "pareciésemos estar condenados genéticamente a ser violentos por naturaleza ante los demás países del mundo".

Cuando en las altas esferas del Estado se pide que cerremos filas contra el terrorismo, es porque vientos huracanados de guerra se ven asomar. Los veinte jóvenes que murieron en fatídico hecho, en dichas instalaciones de la Policía nacional, son hijos de un mismo pueblo, ¡SÍ¡ el pueblo que siempre pone los muertos, mientras los de arriba aúpan la guerra, deploramos estos hechos, como también rechazamos los asesinatos de Líderes Sociales y Defensores de Derechos Humanos , Sindicalistas, Dirigentes de Izquierda , caso específico el extermino de la Unión Patriótica, que - con el contubernio de agentes del Estado, cercenaron la verdadera opción real de alcanzar la Paz Estable y duradera. El único camino que nos queda es sentirnos en las calles, movilizándonos permanentemente, hacer sentir la voz de los que nos ruborizamos ante a la guerra y la barbarie, no podemos seguir al borde del abismo, por el contrario como vientos ciclópeos, hombres y mujeres en vientos huracanados desterraremos algún día los jinetes apocalípticos de la guerra en Colombia.

Señores representantes del estado, no es solo cerrar filas contra el terrorismo, es también cerrar filas contra toda expresión de barbarie y entender que unos muertos no son mejores que otros, en eso no puede haber maniqueísmo… ¡¡Todos son hijos de un mismo pueblo, nacidos en un hermoso jardín, llamado Colombia¡¡.

Como un verdadero homenaje a todos, y a todas, las víctimas de la barbarie- en el País de Macondo dedico este hermoso poema del gran poeta de la paz, el antioqueño Carlos Castro Saavedra:

Camino de la Patria.

Cuando se pueda andar por las aldeas

y los pueblos sin ángel de la guarda.

Cuando sean más claros los caminos

y brillen más las vidas que las armas.

Cuando en el trigo nazcan amapolas

y nadie diga que la tierra sangra.

Cuando la espada que usa la justicia

aunque desnuda se conserve casta

Cuando reyes y siervos juntos al fuego,

fuego sean de amor y de esperanza.

Cuando de noche grupo de fusiles

no despierten al hijo con su habla.

Cuando al mirar la madre no se sienta

dolor en la mirada y en el alma…

Cuando la paz recobre su paloma

y acudan los vecinos a mirarla.

Cuando el amor sacuda las cadenas

y le nazca dos alas en la espalda.

Soló en aquella hora

podrá el hombre decir que tiene patria.

jjsalinas69@gmail.com