Compatriotas, aquí la cosa se está poniendo efervescente. El pueblo está acumulando fuerzas porque ha entendido su responsabilidad; es su más inmediata alternativa, o claudica rindiéndose y aprestándose a morir torturado o asume que la vía de la fuerza es lo único que le queda para tomar al enemigo inserto en los poderes del Estado. Aquellos que se han mostrado abiertamente opuestos y rebeldes o los disfrazados del proceso de cambios iniciado. Hasta ahora se ha venido optando por la vieja esperanza electoral. Eso nada más, una esperanza tradicional y seudo democrática, que a partir del pasado 2D ha sido abandonada por cansancio obstinante del pueblo venezolano.
Una tradición impuesta por siglos, desde los centros de dominación que en Venezuela, como en casi todo el mundo, responde a que los pueblos siempre tratan de evitar la lucha armada. Además en caso de tener que ser implementada, siempre habrá que prepararse a último momento con las irregulares e incómodas urgencias de la clandestinidad. Así enseña la historia más reciente.
En esta “y que quinta” hemos asistido –cual líricos- a otro tipo de guerra; una guerra plagada de simbolismos donde los “laboratorios de guerra psicológica”, “ la distorsión de la información”, “los mensajes y metamensajes subliminales que incitan a la violencia ”, “las campañas mentirosas de la prensa internacional”, la “inseminación satánica del Opus Dei desde las cúpulas de la iglesia nacional y sus ramales”, constituyen el preámbulo; el alisamiento de la cancha para darle paso luego a los fal y los kalashnikov, los misiles y los niples, los tanques y los carros con C-4 , las bombas de fósforo y racimo con respuesta de piedras en rabo e’cochino. ¡Pero el Estado y su Justicia siguen investidos de Injusticias!
En esta guerra también hubo…seguirán habiendo heridos, desaparecidos, torturados y muertos; unos reales y otros que pasarán a engrosar el paquete de simbolismos;
Entre los heridos “simbólicos” hubo y habrá seres humanos públicamente violados en sus derechos y en su dignidad con cierres de calles y autopistas; con agresiones a la convivencia familiar mediante disparos de “cacerolas 9 mm” o cohetones de un centenar de decibeles, diarios agresores, radios y pantallas terroristas de todas las medidas...también hubo y seguirán habiendo muchos psico-neuro-destruídos.
Entre los sufrientes de esta guerra, hubo y tal como parece seguirán habiendo “entes abstractos”...como la economía del país, sus industrias acerera y petrolera, corazón y pulmón de nuestra revolución bolivariana. hemos sido heridos de gravedad y nos ha costado mucho recuperar las cabeceras de playas invadidas por ese terrorismo nacional leal a las jugosas partidas del departamento de estado gringo. Sin embargo hoy el pueblo debe ¿perdonar?. Si, hay una ley de pacto…perdón, una amnistía con los políticos detenidos, que intentaron derrocar al gobierno de Hugo Chávez, los mismos que invadieron hogares, golpearon y secuestraron a muchos de sus seguidores aquél 11 de abril de 2002. Pero el máximo líder, cual Jesús, ha institucionalizado este perdón. Ojalá no sea para ir creando un nuevo ministerio: el del poder popular para la ¡reconciliación!
¿Y…entonces, no era que veníamos bien camino al socialismo?
Por eso y por otras -ya más que suficientes- cositas engañosas más, creemos que este pueblo está aceptando este reto de guerra que nos han declarado tantos políticos ( ineptos y/o quinta columnistas), mercenarios mediáticos y apátridas corruptos -de uno y otro lado- utilizando tan sutiles armas de “destrucción masiva”, como el paro patronal, el golpe fascista, el sabotaje petrolero que aún subsiste, el bombardeo televisivo, el veneno de la prensa reaccionaria o el acaparamiento de la leche, harina, carne, caraotas, pollo, aceite…además del “dejar hacer impunemente” desde el lado del Estado. Hoy, ya entrado el 2008, felizmente se revuelcan los unos y los otros entre sus propios excrementos, llenos de metástasis, tratan de limpiar sus garras malolientes de tanto robo y corrupción.
Tal como en la guerra tradicional, esas simbólicas armas del enemigo vinieron y siguen viniendo, desde los mismos “perros” de siempre: la cia, el departamento de estado, sus aliados internacionales y sus representaciones locales; una defenestrada patota de vende patrias que se llamó coordinadora democrática, hoy desaparecida pero pidiendo clemencia y reconciliación después de haber mordido el polvo de la derrota.
Todos ellos actuando según la necesidad hegemónica de Estados Unidos; todos ellos defendiendo pragmáticamente como propios, los intereses económicos del susodicho imperio invasor. Y aún sabiendo todo esto, resulta que ahora hay que dialogar con FEDECAMARAS y la CTV porque es necesario que todos volvamos a convivir en paz. ¿Y los nueve años que vamos llevando en esto? ¿Para qué? ¿Será posible que luego de despertar tengamos que andar como zombis otra vez? ¿Muertos en vida y con los ojos purulentos?
El pueblo tendrá que resistirse. Estamos en guerra y en ella va nuestra vida, porque la hemos asumido con todo el fervor revolucionario, aunque aún no sea suficiente el grado de conciencia popular alcanzado hasta el momento, por nuestras mayorías.
Esta guerra no la declaramos nosotros, no la ha elegido el pueblo, pero asumimos este reto.
Cada uno en su puesto de lucha : en el trabajo, el vecindario, en cada cola compartiendo o bembeando con los compatriotas y amigos; seguiremos nutriéndonos y nutriendo; analizando e impulsando nuestros diálogos en medio de una suprema necesidad: un masivo desarrollo ideológico insistiendo en la gran denuncia universal de quién es y cómo “nos penetra” USA, nuestro enemigo principal.
Mientras tanto, saquemos a los saboteadores que ocupan cargos estratégicos en ministerios, alcaldías y gobernaciones; en pdvsa, cadafe y otras instituciones del estado. Hagamos valer nuestro carácter de Poder Originario como pueblo en considerable mayoría; obliguemos la limpieza de la corrupción en mercal, luchemos por eliminar las tantas loterías existentes que solo acarrean más y más pobreza a los cautivos pobres, incrédulos y adictos. Sigamos abriendo las vías de este proceso revolucionario con las herramientas que el momento nos obligue a utilizar y defendamos con firmeza e inteligencia los cambios ya instaurados para impulsar los que de inmediato debemos iniciar.
Miren camaradas: existe un documento que se denomina “el requerimiento”; un legado del año 1515 que narra cuando nuestros ancestros, defendiendo a palo y sangre estas mismas tierras, nos dejaron estampada su extraordinaria dignidad guerrera (ya hablaremos de él en una entrega próxima). Debemos mantener hoy la vigencia de esa ejemplar declaración de dignidad indígena ante la brutal invasión de aquél momento, a cargo del imperio español. Para cerrar, pensamos que estos nueve años se agregan a los más de 500 de largo aprendizaje. más de medio millar de años de luchas por la vida, por nuestros derechos, por nuestra soberanía, por nuestra independencia, por nuestra dignidad, por nuestra libertad… durante esos más de cinco siglos y nueve años de “procesos”, hemos aprendido que el enemigo pelea según Clauzewitz: (“De la guerra”). Nosotros, el pueblo, lo venceremos haciéndole la guerra según Sun Tzu: (“El arte de la guerra”).
( Les debo “El Requerimiento”)
rdiverio@yahoo.com