El presidente de la FCU del IUTE, Yuban Ortega, cayó mortalmente herido con un tiro en la cabeza el martes 28 de abril, mientras protestaba junto con estudiantes, profesores, y empleados por los graves problemas que atraviesa la institución y la pésima dirección administrativa y académica que ha venido padeciendo en los últimos tiempos. La Policía de Mérida fue la responsable del crimen, según han admitido las propias autoridades del CICPC y el Ministerio Público, y un grupo de policías ha sido imputado por el asesinato. Los efectivos usaron el viejo método adeco de "aliñar" sus escopetas de perdigones, para convertirlas en armas mortales.
No es el primero de los crímenes cometidos por los cuerpos represivos en el contexto del ascenso en las luchas populares, acicateadas por el fracaso de las políticas reformistas y de colaboración de clases del gobierno. Para el Gobierno cada protesta popular es una buena oportunidad para atacar con dureza a los que luchan y escarmentar a quien se atreva a levantar cabeza contra los desastres de este capitalismo decrépito, al que ya no sirven maquillajes reformistas.
Tal y como ha venido ocurriendo de manera recurrente en el movimiento obrero, donde a nombre del "socialismo" se protegen los "sagrados derechos" de la burguesía nacional y transnacional, los represores no cedieron ni un centímetro a la protesta estudiantil en Mérida luego de que fuera herido Yuban Ortega, quien murió en la madrugada del viernes 1ero de mayo. Dos días antes, 29 de abril, el mismo cuerpo policial que asesinó al dirigente estudiantil reprimió a sus compañeros en las protestas que se realizaron en Mérida. Y por si fuera poco, el 2 de mayo, día del funeral, la Guardia Nacional agredió a un grupo de estudiantes que protestaba por el asesinato en las inmediaciones de las Residencias Masculinas.
Contrasta este ensañamiento con el guante de seda aplicado a los grupos del rector de la ULA, quienes realizaron actos vandálicos en el centro de la ciudad de Mérida el 30 de abril, al concluir la marcha por el presupuesto universitario. ¿No será acaso que se está en contubernio con la derecha opositora y golpista que controla la ULA en cabeza de del Rector Bonucci, quien se atrevió a solicitar a la Guardia Nacional que atacara a los "delincuentes", como el llama a los estudiantes? No hubo por parte de Bonucci ninguna protesta por la violación de la autonomía universitaria con el ingreso de la Guardia Nacional a las Residencias Masculinas, lo cual demuestra que el hecho ocurrió con la aprobación de ese fascista.
Como vemos, el "gas del bueno", prometido por el Presidente, se desata implacable contra todo aquel que lucha por sus derechos y enfrenta las injusticias de este capitalismo del siglo XXI. Estos hechos tienen que llamarnos con urgencia a la unidad revolucionaria, anticapitalista, y realmente socialista, que permita enfrentar el antipopular "paquete anticrisis" y la violencia represiva gubernamental.
Debemos rechazar categóricamente el fariseísmo hipócrita de la Juventud del PSUV que en el momento de mayor protesta e indignación por la continuada agresión hacia el movimiento estudiantil revolucionario, llamó a la desmovilización y acusó del asesinato de Yuban Ortega al "fascismo", queriendo de esa manera encubrir a la Policía de Mérida y sus comandantes y jefes políticos de la gobernación de Mérida, en manos del PSUV. También debemos denunciar las medias tintas del gobernador de Mérida, Marcos Díaz Orellana, quien como máximo responsable de la cadena de mando de la Policía de Mérida ha sido incapaz de tomar medidas drásticas frente a tan horrendo crimen. Los estudiantes revolucionarios de Mérida tienen razón al exigir la destitución del comandante de la policía, así como el director de Seguridad Ciudadana de la gobernación, e incluso del secretario privado del gobernador, todos ellos oscuros personajes con responsabilidades en los hechos represivos que han castigado a los estudiantes revolucionarios de la ULA y el IUTE.
Es cierto que la Policía de Mérida ha sufrido bajas a manos del fascismo, que ha disparado impunemente desde la ULA en ocasiones anteriores, causando decenas de heridos durante los últimos tres años. Pero esa situación para nada justifica ni es atenuante para el crimen cometido contra Yuban Ortega. En el gobierno están los responsables de la política represiva que se dirige al movimiento popular y revolucionario, por un lado, y por otro a la conciliación y los puentes tendidos hacia la burguesía y sus agentes políticos.
La huelga policial con la que se pretende encubrir a los responsables del crimen de Yuban Ortega es una expresión distorsionada del rechazo de muchos agentes policiales a seguir siendo la carne de cañón de una política incoherente. Cuando en la aplicación de esa política se cometen crímenes, el eslabón más débil es el que revienta, y los policías los únicos sancionados. Mientras tanto, los demagogos de la dirección del PSUV plantean que basta con remover algún funcionario de la Policía para que esta pase a ser una institución “socialista”, negando de esta manera los vicios estructurales de todas las instituciones represivas de este Estado.
Unidad Socialista de Izquierda plantea la necesidad de que los efectivos policiales tengan el derecho a organizarse sindicalmente, movilizarse y hacer huelga en demanda de sus derechos, y también contar con mecanismos democráticos que le garantice a los policías la participación y toma de decisiones, para evitar que sean utilizados para reprimir al pueblo. Es necesario llevar la lucha de clases a su interior para que la policía deje de ser un cuerpo armado al servicio del Estado burgués y se ponga del lado de los demás explotados.
A los estudiantes que en estos días han pasado por la experiencia de la agresión oficial, desde dónde se les ha acusado de hacer el juego a la derecha con su protesta, y la traición de los dirigentes que les han llamado a la calma y a la desmovilización; a ellos les decimos que es fundamental recuperar la autonomía y la independencia política perdida y avanzar en la lucha por el verdadero socialismo sin capitalistas, boliburgueses, ni burócratas corruptos.
Nuestro partido se solidariza con sus luchas y las acompaña a través de nuestros militantes que hacen vida en el moviminto estudiantil.
Cualquier nueva agresión o atentado contra los estudiantes que han estado al frente de las protestas y las denuncias contra la corrupción policial y la política represiva de la gobernación del estado Mérida, será denunciada por nosotros como responsabilidad directa de los gobiernos regional y nacional. Junto con los estudiantes clamamos: ¡Juicio y castigo para los asesinos materiales e intelectuales de Yuban Ortega!
miguelaha2003@yahoo.com