La decisión tomada por Freddy Bernal (vice-presidente del PSUV para la región andina), y por el Buró Político del PSUV- Táchira, en la que se expulsa arbitrariamente a varios militantes, sin pruebas, sin derecho a la defensa y violando los códigos mínimos que deben respetarse en un partido que se autodenomina revolucionario como el PSUV, ponen de manifiesto el carácter retrógrado y antidemocrático de dicho partido. Estamos ante el hecho de que una persona que no fue elegida por nadie se abroga el derecho de responsabilizar a los militantes honestos por los descalabros políticos de la organización y con base en ello expulsarlos al peor estilo stalinista, sin que siquiera haya sido elaborado y aprobado democráticamente un reglamento disciplinario.
Con esta decisión, quieren los dirigentes regionales y nacionales del PSUV encubrir sus culpas en la derrota electoral de las elecciones regionales del 23 de noviembre y trasladarla sobre los militantes de base, evadiendo de esa manera la responsabilidad inmensa que le cabe al anterior gobernador y los alcaldes del PSUV por su desastrosa gestión, la cual fue castigada electoralmente, y sobre todo para ocultar la política y el programa electoral de los candidatos del PSUV, que no se inscribía en una genuina perspectiva obrera y revolucionaria, sino en el propósito de seguir favoreciendo las alianzas con los nuevos y viejos burgueses, así como los intereses de la cúpula burocrática controla el PSUV, cuyos integrantes avanzan a pasos agigantados hacia convertirse en los nuevos verdugos de la clase trabajadora y el pueblo.
Deploramos la expulsión de 28 militantes en el Estado Táchira, entre ellos a la compañera Vilma Vivas, reconocida luchadora sindical y social, comprometida con el proceso revolucionario que vive el país, y quien se ha ganado la estima y el reconocimiento como dirigente del PSUV en el Estado Táchira, no por el apoyo de los factores burocráticos de poder que controlan esa organización, sino por su trabajo diario y abnegado a favor de los desposeídos del estado y de todo el país.
Los militantes del partido Unidad Socialista de Izquierda conocemos la intachable trayectoria de lucha y la moral revolucionaria que caracteriza a la compañera Vilma Vivas. Durante mucho tiempo compartimos con ella grandes esfuerzos por dotar al movimiento sindical de una sólida dirigencia clasista, unitaria, revolucionaria y autónoma; y también por un largo trecho de lucha ella compartió con nosotros la idea de construir una herramienta política propia de los trabajadores, distinta a lo que es, ha sido y será el PSUV.
Porque la conocemos, porque sabemos de su integridad, no dudamos en decir: compañera Vilma cuente con nuestro apoyo solidario; a la par que dejamos sentada nuestra más enérgica voz de protesta ante el atropello antidemocrático que cometen los dirigentes nacionales y regionales al expulsarla de la organización , violándole los más elementales derechos que le asisten como militante de un partido.
Este tipo de actuaciones de los dirigentes del PSUV no sorprenden y tampoco son una novedad. Por el contrario, son parte de la metodología típica que utilizan las burocracias políticas para acorralar a los luchadores, para liquidar el espíritu crítico de las bases, y para domesticar a la militancia para que cumpla ciegamente las directrices políticas emanadas de la cúpula del partido, so pena de ser escarmentado, vejado en sus derechos, sancionado y expulsado bajo falsas acusaciones.
No queremos hacer leño del árbol caído, pero sirva la oportunidad para expresarles a los honestos camaradas que como Vilma Vivas un día tomaron la decisión de separarse del proyecto de construcción del partido político de los trabajadores y de CCURA, que cometieron un grave error político al abandonar la tarea de dotar a la clase obrera de un instrumento político propio, optando por el "atajo" de unirse a un partido cuya dirección es burguesa, y cuyos métodos son profundamente antidemocráticos.
Su costoso error le ha facilitado el camino a la burocracia política y sindical, a la boli-burguesía y a los supuestos empresarios socialistas que hoy controlan el PSUV, quienes obtienen un lavado de rostro con la presencia de una pequeña ala de izquierda, la cual es sistemáticamente silenciada, arrinconada, sin protagonismo ni la posibilidad de crear una corriente pública a lo interno de ese partido. Con el agravante de que esa dirigencia partidista es enemiga furibunda del movimiento obrero, de la autonomía sindical, ha sido responsable del secuestro de la UNETE, y ha liquidado experiencias de autogestión obrero como las de Sanitarios Maracay, la planta recicladora de Mérida, entre otras.
A estos compañeros les decimos que "la alianza estratégica con la burguesía" ha avanzado tanto, que a estas alturas ya no hay justificación para seguir alimentando la falsa ilusión entre los trabajadores y el pueblo de que el PSUV es un partido susceptible de ser transformado desde las bases, o que es posible consolidar una fuerte fracción revolucionaria a su interior que le de la batalla a quienes controlan el aparato partidario.
Con toda la sinceridad que nos caracteriza les decimos que siguen errados por la razón sencilla de que el PSUV, por la composición de clase de su dirección, por su programa, por su política, por sus métodos y por su moral, es un partido burgués ajeno a los intereses de la clase obrera; está inspirado en doctrinas desarrollistas y nacionalistas que pretenden subordinar a la clase trabajadora a los objetivos de la "burguesía nacional"; en esencia es anti-democrático porque responde a los intereses de una capa de privilegiados que persigue y aniquila las voces críticas; no tiene ningún propósito de movilizar a la clase obrera y el pueblo hacia la toma del poder porque su estrategia es la alianza con la burguesía y la convivencia pacífica con el imperialismo; y tiene una doble moral que condena los actos de corrupción y el robo de los bienes públicos de las fronteras de su partido hacia afuera, pero permite que germinen a su interior toda suerte de usurpadores, estafadores, extorsionistas y corruptos que se aprovechan y apropian del patrimonio nacional.
Por las razones expuestas, invitamos a la compañera Vilma y a los compañeros que una vez se apartaron del proyecto político y sindical que seguimos construyendo, a que no derrochen energías intentando regresar a un partido que desprecia y ataca a la clase trabajadora y con ello ataca a la revolución. Les invitamos a hacer un balance sincero de las experiencias vividas y que retomemos en forma conjunta dos tareas estratégicas inaplazables, como son el impulso a la movilización revolucionaria de los trabajadores y el pueblo, y a la construcción del auténtico partido revolucionario de trabajadores, conformado por mujeres y hombres provenientes de la clase trabajadora, el campesinado, los sectores populares, el estudiantado, y demás sectores explotados y oprimidos de la sociedad.
Las puertas de CCURA y de la USI están abiertos y los puestos de combate siguen esperándoles para que juntos retomemos la batalla por hacer realidad el gran sueño de la revolución socialista nacional e internacional que redima a la humanidad, antes de que el salvaje sistema capitalista-imperialista nos conduzca a la barbarie. Vuestro retorno a nuestras organizaciones nos hará fuertes e invencibles y podremos derrotar el plan anti-crisis del gobierno que ahorca al pueblo, que nos somete al yugo del imperio del sector financiero, al endeudarnos con la banca privada; que exprime nuestros bolsillos con el incremento del IVA, y que nos deja a merced de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios.
Si retomamos juntos la senda de la lucha, otro futuro les espera a los trabajadores del Metro y a los de PDVSA-Gas Comunal que acaban de ser asaltados por ladrones de gorra roja que les han liquidado sus conquistas de la convención colectiva. Si se reincorporan a las filas de CCURA, no habrá burocracia del Frente Socialista de Trabajadoras y sus nefastas bandas armadas capaces de destruir las organizaciones sindicales y liquidar a sus dirigentes revolucionarios. Si nos reunificamos en la batalla por la independencia y autonomía de los trabajadores frente al Estado y los patronos, con toda seguridad conquistaremos que los compañeros despedidos arbitrariamente sean reintegrados a sus puestos de trabajo y lograremos derrotar la impunidad que protege a los asesinos materiales e intelectuales de cientos de luchadores obreros y campesinos, en especial de nuestros inolvidables camaradas Richard Gallardo, Luis Hernández, y Carlos Requena.
A la camarada Vilma y demás compañeros expulsados del PSUV, a los compañeros trabajadores, a los honestos revolucionarios les decimos que su puesto de lucha y su militancia no está en el PSUV ni en ningún partido burgués. Su puesto de combate está en las genuinas organizaciones de clase de los trabajadores y el pueblo. Vamos juntos a fortalecerlas y a hacerlas aptas para los futuros combates, para avanzar hacia la construcción del verdadero poder popular, aquel que descansa en la clase obrera y los explotados de Venezuela.
"La liberación de los trabajadores, sera obra de los trabajadores mismos"