Marzo 20 de 2017.- "No fue el fuego fue el Estado", fue la consigna que se escuchó y se dejó ver entre pancartas, donde varios movimientos feministas y de personas que se fueron uniendo a la protesta desde las 11 de la mañana del día viernes 17, ante la sede de la Embajada de Guatemala en la ciudad capital, en la cual expresaron su indignación ante la muerte de más de 43 niñas en el Colegio el Hogar Seguro Virgen de la Asunción en la localidad de San José Pinula, cerca de la capital guatemalteca, el pasado 07 de marzo, menores de edad que murieron por quemaduras e intoxicación, atribuido a la negligencia de los funcionarios de la Institución y del Estado guatemalteco que esperaron por más de treinta minutos para liberarlas del encierro, convertido este en una trampa mortal.
La mayoría se reunió para expresar su dolor, rabia y profunda "arrechera" como lo manifestara una de las voceras de las Comadres Púrpuras" ante un evento que sobrepasa los niveles de asombro, en la medida que conocemos más detalles de esta tragedia que bien pudo evitarse y que el estado guatemalteco ignoró y donde se presume es responsable de la muerte de 43 niñas y adolescentes y de 17 que se encuentran en delicadas condiciones de salud.
La Araña Feminista, La Urdimbre Colectiva y Las Comadres Púrpuras entregaron un documento a la Embajadora de Guatemala, en donde manifiestan su posición de lo que consideran un feminicidio de estado y ante el cual se debe llegar hasta las últimas consecuencias, sobre todo en lo que corresponde a las responsabilidades que van desde las personas a cargo de las menores hasta el presidente de Guatemala, Jimmie Morales, quien, según declaran las distintas voceras y voceros de estos movimientos es uno de los grandes responsables de esta tragedia y a quien exigen renunciar ante este hecho.
Como lo señala Ariadna Alzuru Mogollón de La Urdimbre Colectiva, del cual indica que es un crimen de un estado patriarcal subsumido a los intereses de los EEUU, a quien recurrió Jimmi Morales, cuando llamó al FBI para que los ayudara en las averiguaciones del caso, demostrando el grado de injerencia del Imperio en el país centroamericano.
Por otra parte Daniela Hinojosa, habló sobre los grandes abusos a los que eran sometidas las niñas de este albergue, y que demuestra una vez más la discriminación a los más desposeídos , así como, refiere, acusan al estado guatemalteco de femicida ante una situación que creó y que en algún momento iba a estallar. Hinojosa hace hincapié en las continuas e históricas violaciones de los derechos humanos del estado guatemalteco contra activistas, luchadores, campesinos e indígenas y que es un estado asesino al servicio de los Estados Unidos que ha silenciado las luchas en contra de las transnacionales que intentan quitarles las tierras a los indígenas de Guatemala.
Fidel Acosta, joven activista por los derechos humanos, manifestó que este es un crimen contra la humanidad y que hay que hacer presión para que los culpables paguen por su responsabilidad.
A pesar de que el poder en Guatemala quiera tergiversar y opacar esta gran tragedia que enluta a toda la patria grande, no lo ha podido lograr y cada vez se unen más voces para visibilizar y gritar con mayor fuerza este feminicidio del estado guatemalteco.