Marzo 15 de 2018.- Para Julieta Escalona y su familia ha sido arduo salir de la pobreza. Su testimonio evidencia el drama de una madre por sacar a sus hijos de la malnutrición.
Escalona, de 38 años, vive en esta popular Barriada caraqueña. Tiene siete hijos, seis varones y una niña.
Ecalona es una de esas madres venezolanas que, ante la grave crisis alimentaria, muchas veces prefiere dejar de comer para darles alimento a sus hijos. Aún así, uno de sus hijos menores, se murió hace un mes por desnutrición severa. "Se me desnutrió tanto que ya los huesitos se le veían, ya la cara de él no era igual", cuenta Escalona a la Voz de América.
El caso de Escalona es un claro ejemplo de cómo los índices de desnutrición infantil han aumentado notoriamente en los últimos 15 años en Venezuela. Un estudio realizado por la Organización Cáritas International publicado en enero de este año, revela que más del 48% de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición o está en riesgo inminente de sufrirla.
Durante 2017 fallecieron entre cinco y seis niños semanalmente por malnutrición, según revela ese informe.
Las cifras publicadas por Cáritas muestran indican que la proporción total de niños menores de cinco años, con "déficit nutricional en alguna de sus formas", aumentó de 54% en abril a 68% en agosto de 2017. A su vez revela que unos 4,5 millones de venezolanos comen una vez al día, y el 80% de los 30 millones de habitantes solo come dos veces al día.
El hambre continua creciendo en Venezuela en el 2017, según los datos preliminares recogidos por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló su director general, José Graziano da Silva a la prensa el 9 de marzo de 2018.
"El país se enfrenta a una hiperinflación y cuando un país con economía de mercado se enfrenta a ella pierde la sensibilidad a los precios y la moneda no tiene valor", aseguró da Silva.