El agricultor hoy se pregunta. ¿Qué puedo sembrar?, como puedo planificar la siembra de maíz, arroz si no cuento con semillas certificadas en el venidero ciclo de siembra, cómo mantener los rebaños si no cuento con los insumos del manejos nutricional y sanitario, las granjeros no tienen la garantía del suministro de los alimentos balanceados para gallinas ponedoras, los pollos de engorde o la atención de un primer lote de madres jóvenes porcinas, como implementar las labores rutinarias de mejoramiento, fertilización y reposición de nuevos cafetos, el planificar los cultivares de ciclo corto de hortalizas, papas, cebollas, zanahorias que requieren todos los insumos previstos ante de iniciar la siembra, como acometer el control de plagas y enfermedades de los plátanos , cambures, frutales, cítricos, el reparar el motor de la lancha para continuar en la captura de peces en el mar abierto o en los cauces de los ríos llaneros.
Estas interrogantes de los agricultores para acometer sus actividades cotidianas, preocupaciones en la actividad creadora del cómo producir, que la realiza con sus limitados recursos financieros y materiales, el cómo hacerlo, cómo continuar en la labor encomiable de cosechar alimentos para proveerlos y ser llevados a la mesa de todos los venezolanos a precios justos, obteniendo de la actividad primaria un beneficio económico que le permita mantener las actividades primordiales de la unidad de producción, la sustentabilidad productiva y la estabilidad económica a la familia agrícola.
La agricultura nacional ha sostenido una resistencia heroica ante una política ejecutada de importación y agro negocios sustentada por el propio Estado y con dólares preferenciales la más feroz durante 16 años de bonanza petrolera, con la crisis del rentismo petrolero en los últimos cuatro años y la falta de disponibilidad de divisas para importar , los agricultores son actualmente los héroes que han garantizado el suministro alimenticio en la mesa de los trabajadores venezolanos ,ante el alza de los costos de producción, han disminuido de la superficie agrícola y los registros de producción , ante la deprimida demanda de alimentos por la pérdida del poder adquisitivo del salario y la pensión de los trabajadores con ingresos de un dólar mensual, propios de sociedades medievales y esclavistas ,actualmente el precio de la cesta alimentaria básica de lo último reporte de CENDA es de 231 millones de bolívares equivalentes a 294 dólares para el sustento mensual de la familia venezolana.
La actividad agrícola esta hoy comprometida, es la valiente Agricultura Nacional que se mantuvo erguida ante la más brutal importación y agro negocios durante diez y seis años de bonanza petrolera, sin protección alguna por parte del Estado venezolano, es la agricultura que tenemos, la única garante de los alimentos de la mesa de los venezolanos, es la que ha sostenido el suministro alimentario en los últimos cuatro años, ante la debacle de la renta petrolera.
Actualmente la agricultura presenta altas dificultades no solo por los escases del combustible que es fundamental, se encuentra prácticamente paralizada por la hiperinflación, terrible fenómeno económico que atenta contrala estabilidad de las inversiones , su productividad y rentabilidad, actualmente todas las unidades de producción están en condiciones de sobrevivencia, con actividades operativas en los niveles de baja producción, que permiten solo mantener sus instalaciones, para hacerle frente no ser desvalijadas por el hampa.
El gobierno nacional en su política económica actual , es el responsable del fenómeno económico de la hiperinflación, al haber establecido la liberación de precios de la oferta de bienes y servicios ,impuso la dolarización, como medida de garantizar los artículos alimenticios en los estantes del mercado nacional, medidas económicas de carácter neoliberal que buscaban el suministro de bienes y servicios a precios del dólar y poder controlar la inflación, el resultado obtenido es todo lo contrario crearon un monstruo de mil cabezas, una hiperinflación que impone una economía dolarizada en un mercado interno donde no existe flujo de divisas, la consecuencia de la escases de dólares es producto de no existir producción y exportación de petróleo de la primera empresa exportadora PDVSA, aunadas a las medidas coercitivas de carácter financiero y político ejecutadas por el gobierno norteamericano y sus aliados, que han profundizado la crisis política económica, y social, golpeando más el creciente empobrecimiento de la sociedad venezolana, hoy nos encontramos ante la presencia del hecho histórico de la quiebra económica de un País.
La hiperinflación desato un índice de precios de los insumos agrícolas de forma incontrolables, ya no es la oferta y demanda del mercado quien fija los precios, ahora los precios de las semillas, fertilizantes, agroquímico, medicinas, alimentos balanceados, repuestos, lubricantes son fijados en dólares por los carteles quienes anuncian el cambio día a día y de la mañana para la tarde, la devaluación del bolívar frente al dólar ha desatado una acción especulativa, una conducta comercial sin control y ética , los venezolanos y los agricultores somos asaltados, robados ,ante un fenómeno que solo acontece en este País, donde no hay garantía de los precios de los bienes y servicios en su moneda nacional el bolívar y de ninguna en divisas pesos colombianos, dólares o euros
Las agriculturas se encuentran sin recursos financieros, descapitalizados, sin recursos materiales en sus almacenes, la maquinaria obsoleta, sin semillas, sin fertilizantes, sin agroquímicos, no cuenta con la herramienta del crédito agrícola, Venezuela es el único país del Mundo sin crédito agrícola, a pesar de contar con las normas jurídicas establecidas en la Constitución Nacional en los artículos 305 y 306 que garantizan el financiamiento para la agricultura sustentable, leyes que garantizan la la cartera agrícola que por Ley fue establecida mediante Decreto Presidencial del Presidente Chávez en 2001,donde los agricultores disponían del 30% de la cartera bruta de los créditos de la banca pública y privada, medida que fue ratificada en el año 2008 por Decreto Presidencial como la Ley de Crédito del sector Agrario, un avance en los derechos de solicitar financiamiento de los agricultores, regulaba la prestación de los servicios financieros, en su preámbulo contiene"" La Ley de Crédito para el Sector Agrario , logra consolidar el sector agrario e impulsar el desarrollo sostenible de la producción nacional, cumpliendo el objetivo estratégico de la soberanía y seguridad agroalimentaria de la Nación.""
Si los agricultores contamos con la normativa jurídica, que obliga al sistema financiero a otorgar los créditos, porque no se cumple esta normativa actualmente, por la razón que el gobierno nacional, en sus medidas para el control inflacionario y el controlar toda la cartera de créditos de la banca pública y privada, en el año 2020 solicito a la Asamblea Nacional Constituyente una Ley que colocara en un solo saco todos los recursos financieros de los créditos para todos los sectores agroalimentario, manufacturero,, turístico, salud e hipotecario la denominaron DECRETO CONSTITUYENTE QUE CREA LA CARTERA PRODUCTIVA que fue publicada en gaceta oficial 6507 de fecha 29 de enero del 2020, en su artículo 4. Crea un Comité Rector de la Cartera Única Productiva Nacional quien tendrá en sus atribuciones la aprobación de la política, direccionamiento, regulación de los recursos que se disponen el financiamiento de dicha cartera.
La Asamblea Nacional Constituyente en la aprobación de la leyes estas contienen disposiciones derogatorias de leyes que le anteceden, los constituyentitas estaban derogando como es el caso de la Ley de Crédito para el Sector Agrario mediante Decreto del Presidente Chávez numero 6219 publicado en gaceta oficial 5890 del 31 de Julio del 2008, el contenido de esta Ley derogada, la cual fue el fruto de las luchas desde el año 1937 más de setenta años de lucha por los derechos agrarios de los campesinas, conuqueros, vegueros, pequeños agricultores, medianos y grandes empresarios de la Agricultura, en permanente consecuencia en preservar los derechos agrarios de recibir la atención crediticia y ser considerados de manera específica como un sector económico beneficiario y prioritario para los créditos del sistema bancario nacional, las disposiciones de la nueva Ley de la Cartera Única Productiva , los agricultores fueron borrados, invisivilizados , como sector económico estratégico, de soberanía y seguridad agroalimentaria, en nuestros legítimos derechos fueron conculcados de optar directamente ante las instituciones bancarias públicas y privadas para un crédito agrícola, donde por Ley se disponía y garantizaba la cartera agrícola del 30 % de la disponibilidad total de los créditos del sistema financiero.
La otra modalidad que toma el gobierno nacional para impedir los créditos del sector agrícola es mediante las resoluciones del Directorio del Banco Central de Venezuela. Al obligar a la banca nacional a presentar diariamente los encajes de liquidez , lo cual inmoviliza la disponibilidad de los créditos y la función propia de la banca de ser un agente de intermediación financiera, crediticia para estimular la agricultura, la última resolución flexibilizaron del 93% al 85% el directorio del BCV toma resoluciones sobre el encaje bancario donde obliga depositar las captaciones en bolívares hasta un 85 % tal como es la última resolución publicada en la gaceta oficial 42050, estas medidas limitan las disponibilidades de liquidez que permiten financiar la agricultura en Venezuela.
El Directorio del Banco Central de Venezuela en la resolución 21 01 02, publicada en gaceta oficial 42050 del 19 de enero del 2021, informa que a partir del primero de febrero del 2021 , los créditos de la cartera productiva nacional, serán expresados únicamente en la Unidad de Valor de Crédito, lo que significa la dolarización del crédito productivo al establecer en su artículo uno que los créditos deberán ser expresados únicamente en la Unidad de Valor del Crédito UVC ,el cual se relacionara del monto del crédito en bolívares al dividirse entre el Índice de inversión IV, que es la referencia de cambio del bolívar respecto al dólar publicado para el momento del recibir el crédito, los intereses serán del 2% y la cancelación del mismos tomaran la relación al valor del índice de inversión del momento del pago de la cuota correspondiente, en otras palabras es una indexación del crédito en relación al dólar, esta política crediticia es un verdadero Frankenstein, es la resucitación de medidas económicas salvajes, semejantes a los créditos balón o créditos mexicanos, que fueron considerados ilegales por el Tribunal Supremo de Justicia que por solicitud expresa del Presidente Hugo Chávez frías por atentar contra el patrimonio la familia venezolana que había recibido créditos de vivienda, los cuales eran impagables
La resolución del BCV es una resolución que evidencia la falta de criterios y conocimiento del sistema agrícola venezolano, sus limitaciones de tecnológicas, las fallas del mantenimiento de las estructuras de agro soporte agrícola, la carencia del suministro de combustibles, la carencia de insumos, semillas. La dolarización de los precios de los insumos y una hiperinflación que agobia.
La resolución del BCV sobre los créditos para el sector productivo, son una decisión lamentable, incompetente, que impide la posibilidad cierta de efectuar inversiones en sector agrícola del país ,la agricultura actualmente presenta bajos rendimientos, rentabilidad crítica y una productividad disminuida , la rentabilidad anual en el sector agrícola actualmente es de aproximadamente un 20 %,,al compararlo con el ultimo índice inflacionario del año 2020 que fue del 7000%,los agricultores estamos trabajando a perdidas, y no podemos garantizar los créditos a esos niveles de indexación, ajuste en relación a la divisa norteamericana , tomen como referencia el precio del dólar de los meses de diciembre y enero, el primero de diciembre la página oficial del BCV anuncio un precio del dólar de 970 .000 bolívares , hoy está rondando los 1.800.000 bolívares y continua su carrera ascendente e incontrolable en menos de sesenta días el ajuste del denominado Índice de Inversión seria cercano al 100% , esto significa que al recibir un crédito en apenas dos meses, trascurridos se dobló la deuda en bolívares y es imprevisible el monto final adeudado ya que depende del precio del dólar para el momento de cancelar la deuda. La resolución del BCV es un Frankenstein para la agricultura nacional.