Mientras el Petro no se trasforme en dinero universal o equivalente internacional, las transacciones financieras internacionales de un país con otro u otros necesariamente pasarán por el dólar y este hasta ahora tiene diferentes paridades cambiarias nacionales.
Ya adelantamos cómo es la triangulación del dinero A, con el dólar y el dinero B. Así, por ejemplo, la mayoría de los países hacen sus conversiones entre A y el dólar, o entre B y esa misma divisa, de manera que cuando ese dinero A llega al país de dinero B, resulta fácil inferir cuál es la paridad de uno y otro dinero a partir de los otros dos elementos de la transferencia del caso.
En condiciones de paz, la moneda venezolana tendría otra paridad muy inferior a la actual y en consecuencia la referencia de "dolarToday" arrojaría otra paridad ajustada a la misma regla de tres que estamos señalando.
Preguntémonos, pues, que ha permitido que nuestra paridad llegue al monto que ha enloquecido a los comerciantes y empobrecido a los trabajadores con inclusión de obreros y los bajos estratos de la clase media y de muchos comerciantes de bajo giro.
En primer lugar, la coexistencia de 2 (dos) conos monetarios que inflan el numerador de la fórmula cambiaria. En segundo lugar, el dinero bancario suele autoalimentarse con la pérdida de paridad frente al dólar lo que robustece más ese numerador de dicha fórmula; añadamos la escasez derivada de la misma conducta de los comerciantes y fabricantes, particularmente, la contaminación refleja de las mercancías de la cesta básica no importada.
Efectivamente, la yuca, por ejemplo, es un tubérculo silvestre; los plátanos igualmente lo son, y, sin embargo, se trata de mercancías vendidas por gente pobre que ve en eso incrementos de precios la manera una forma de arreglárselas ante la carestía del resto de las mercancías de la cesta básica.
Por supuesto, alcanzar rango de moneda internacional de libre convertibilidad para el mercado exterior lleva su tiempo, lo que no impide que las medidas regulatorias de estos precios, especulativos por demás, deban ser atacados con mayor fuerza. La idea es que un componente de alto peso es la especulación actual al lado de la pérdida de poder adquisitivo del bolívar soberano (BS) frente al dólar..
En cuanto a la formula paritaria en sí misma, es necesario un consenso entre los países atados al dólar para ajustar su aplicación. No tiene sentido que cada unidad monetaria del país deba ser respaldada por divisa alguna puesto que no todo el circulante se destina al Comercio Exterior.
Cuando entre en circulación el BS, este circulante aparecerá en el numerador de la fórmula, y el Petro lo hará en el denominador. Para esa oportunidad el Estado deberá revisar qué cantidad de BS deben aparecer en dicho numerador