Es en serio: en el enclave al petro está la clave de las medidas económicas anunciadas el miércoles 25 de este mes, por el presidente Nicolás Maduro. Que el bolívar se desprenda de la dependencia directa del dólar es una de las decisiones más importantes que –históricamente-, se haya tomado en la Patria.
Obviamente, corresponde al Gobierno nacional desplegar una jornada de educación colectiva a través de la cual nos empapemos de la manera más sencilla, de las implicaciones que deparará la reconversión monetaria y el citado enclave. Por ahora es aconsejable devorar cuanto material llegue a nuestros predios, siempre y cuando sus autores o autoras gocen de la seriedad que amerita una materia como esta.
En lo que a mí respecta, la emoción me captó desde el momento mismo en que escuché al Mandatario. Fue la misma sensación que me depararon triunfos de la medida de Barrio Adentro, Misión Milagro, las misiones educativas, misión vivienda, Barrio Adentro Deportivo, nuestra autónoma y soberana salida de la OEA, el triunfo sobre el analfabetismo y –entre otras- el nacimiento de la ALBA, Unasur y la Celac.
El gustico ante el divorcio de la moneda gringa me hace rememorar la separación que en su momento tuvimos de la CIA, enclavada nada más y nada menos que en Fuerte Tiuna "gracias" a la actitud cipaya de quienes en nuestro país detentaron el poder durante la Cuarta República.
Me traslada igualmente a la patriótica determinación que en su ocasión asumió el Comandante Hugo Chávez en torno a la DEA, mampara estadounidense para cobijar el tráfico internacional de drogas. Para nadie resulta secreto el resultado favorable que en la lucha contra ese flagelo, tuvo para nuestra nación aquel paso.
Hoy, las cartas están echadas. De manera soberana y con independencia absoluta, Venezuela entrará en una nueva fase. El Jefe de Estado pidió un voto de confianza. No veo razones para negárselo y participar, además, desde nuestras modestas trincheras en la consolidación del nuevo sistema. Sobre todo cuando, como señalamos antes, en el enclave está la clave.
¡Chávez vive…la Patria sigue!