La nueva Ley «Anti-Bloqueo» ha sido una de las leyes más polémicas de los últimos años, no es para menos, en ella prácticamente se hipoteca el futuro del país. Según su espíritu, ésta es para proteger a los venezolanos, para salvaguardas los derechos humanos de nuestros ciudadanos, pero en muchas ocasiones, no todo lo que se quiere hacer, como lo concebimos o pensamos, se realiza en la práctica tal cual queremos. El mundo está lleno de estos ejemplos: los sindicatos son uno de ellos, estos se crean con el objetivo de proteger a los trabajadores de la explotación capitalista. En realidad, la mayoría de los líderes sindicales terminan entregados a las mieles que el capital les suele ofrecer. En tal sentido, una persona puede estar llena de buenas intenciones, pero sus prácticas pueden ser perjudiciales. Por otro lado, puede suceder como decía el prócer Cubano José Martí: “en política lo real es lo que no se ve”, lo que se profesa como intenciones, en realidad no es lo que queremos como resultado práctico inmediato, por el contrario, siempre hay una intención oculta que se observa hasta que la vemos hacerse realidad. Sobre esto hay muchos más ejemplos, la vida diaria de los seres humanos está llena de esta primitiva forma de ser. Vamos a partir que la ley está realizada con buenas intenciones, pero en el camino se puede convertir en una ley contraproducente, sobre la cual se realicen praxis que tengan intenciones ocultas.
Contenido de la Ley Anti-Bloqueo
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Garantizar los derechos humanos de los venezolanos.
- Modificar los mecanismos de la Constitución, propiedad, gestión, administrador y funcionamiento de empresas públicas o mixtas.
- Captación de inversión extranjera.
- Dar participación al capital extranjero Nacional e Internacional.
- Protección a las inversiones privadas y transnacionales.
- Implementación de cualquier mecanismo financiero.
- El control será posterior.
- Medidas transitorias para guardar secretos de Estado.
En estos puntos podemos resumir el contenido de dicha Ley. El primer punto denota su objetivo final, que es: «proteger los derechos humanos vulnerados a los venezolanos por el bloqueo económico y financiero impuesto a la nación». Hay que aclarar, el gobierno nacional siempre ha buscado una excusa o un culpable por lo sucedido en Venezuela, en un inicio decían: las calamidades sufridas ─superiores a los nueve años─ eran producto de «dólar today», de los bachaqueros, luego fue: «guerra económica», nunca explicada mínimamente a los venezolanos; ¡Ahora es el bloqueo! es digno aclarar ─siempre es bueno decir la verdad─ “este bloqueo no es bloqueo si lo describimos literalmente” y es reciente, básicamente están sancionados, no bloqueados, funcionarios y empresarios ligados al gobierno nacional ¡claro esto es grave, muy grave!, porque sobre nuestro presidente recae incluso una recompensa ofrecida por parte del gobierno Norteamericano. Indudablemente esto limita las acciones del presidente a la hora de suscribir acuerdos internacionales de todo tipo. Del resto, las sanciones, básicamente se centran en las cuentas bancarias de ciertos funcionarios del gobierno nacional, en bienes, que según, han sido obtenido producto de la corrupción y actividades económicas ilícitas (cuestión por la que no pueden reclamar nada los norteamericanos y los europeos por ser países que nacieron y se mantienen de la corrupción, el saqueo y genocidio, no tienen moral para esto), estas sanciones iniciaron en el año 2015, cuando se negó la visa a funcionarios vinculados al gobierno del presidente venezolano, estas se han ido ampliando con el paso del tiempo, las sanciones impuestas a Venezuela de mayor severidad son las realizadas a PDVSA, en enero del año 2019. Como se puede observar la crisis económica de Venezuela inició antes del año 2015, donde ya teníamos un proceso inflacionario y de devaluación constante de nuestro signo monetario. De igual manera, como es bien sabido por todos los venezolanos, PDVSA para el año 2019 ya había bajado su cuota de producción de petróleo a menos de 1 millón de barriles de petróleo diario, en este caso, las sanciones lo que pueden es: impedir la recuperación de PDVSA, pero esta ya estaba prácticamente quebrada cuando llegaron las sanciones. Es evidente que la crisis, ha sido responsabilidad del gobierno, no producida por la guerra económica, sanciones a funcionarios, a PDVSA, entre otros.
En Venezuela las personas naturales y jurídicas pueden ejercer sus actividades políticas, económicas, financieras, comerciales, entre otros. Lo que se llama bloqueo a Venezuela, en realidad son sanciones financieras, porque el comercio de medicinas, alimentos, productos de primera necesidad pueden ser importados a nuestro territorio siempre y cuando se cumplas con las normas que regulan el comercio nacional e internacional.
El país no está sancionado en su totalidad, solo 64 países han apoyado las sanciones impuestas a funcionarios venezolanos. El resto de los países del mundo, según las Naciones Unidas, en su totalidad son: 194, no se han plegado a dichas sanciones. En pocas palabras podemos establecer relaciones de todo tipo con: 130 países de este planeta.
Como vemos en el mapa, más son los países con los cuales podemos comerciar, que los negados, aunque, siento honestos, los países que han sancionado, son los que tienen el mayor grado de industrialización, desarrollo económico, tecnológico y financiero, con los cuales ─para nuestra desgracia─ tenemos un alto grado de dependencia. La mayor parte del mundo no ha sancionado, dentro de todos estos países que no han sancionado, están grandes potencias como: Rusia, China, India, Japón, todos los países Semitas y el sur de África. En tal sentido, «el bloqueo» es más un discurso político, una excusa que busca esconder los verdaderos orígenes de la crisis que vivimos todos los venezolanos y se convirtió en la justificación para promulgar dicha Ley. Este planteamiento, es más una retórica que busca convencer a un grupo de la población para que siga apoyando al gobierno, es decir, es un instrumento de dominación, entendemos por dominación: «cuando la voluntad de una persona es sometida a la de otra», también se puede aplicar cuando la voluntad de un sector del pueblo es sometida a la voluntad de una élite. Entonces esta es una retórica de la dominación, porque busca que los sectores explotados y oprimidos sigan plegados a la voluntad de quienes los mancillan.
Entendemos, la Ley Anti-Bloqueo «no es» un instrumento para defender los derechos humanos de los venezolanos. Esta, según el mapa, no debería existir, para burlar las sanciones «simplemente» se debe comerciar con el mundo que no está apoyando las sanciones. Podemos afirmar que esta Ley tiene tras de sí razones ocultas, intenciones subyacentes, no pueden ser develada por su perversidad; más bien es adornada con una retórica de defensa de derechos humanos. Para poder seguir con el análisis es necesario pegarnos a la máxima de José Marti: “en política lo real es lo que no se ve”. Tenemos que hacer uso de la comprensión, de la imaginación sociológica para ver qué hay detrás de esta Ley mal llamada Anti-Bloqueo.
Para comprender lo que significa la Lay Anti-Bloqueo, es imperante conocer las premisas que exigen las grandes potencias financieras e industriales del mundo, para poder establecer relaciones satisfactorias con otros países. Lo que en el mundo real se llama “neocolonialismo”, se establecen en primer lugar relaciones unilaterales entre las colonias y el imperio, si esto no es así, entonces se entre en conflictos, se debe liberar los mercados, des-regularizar, privatizar y hacer del estado un ente que solo garantice el derecho de propiedad y del ─supuesto─ “libre” mercado. Esto es lo que en el mundo académico llaman neo-liberalismo, que no es más que una política Neocolonial.
La premisa de la Lay Anti-Bloqueo es: defender los derechos humanos, pero esta solo quedara como retórica y será aplastada en la práctica, cuando las grandes transaccionales entren al país para saquearlo más de lo que está. Sabemos que estas grandes empresas buscan el menor costo, la máxima ganancia ─estas son sus leyes de oro─ la mano de obra ya la tienen súper barata, regalada, de costo «cero»; habría que legislar como lo establece la Ley Anti-Bloqueo para desregularizar, es decir, apartar la ley Orgánica del Trabajo venezolana y establecer un marco jurídico que ampare a las transnacionales. Eso significa desregularizar: quitar leyes que impiden a las transnacionales obtener la máxima ganancia, eliminar Sindicatos, Consejos de Obreros y todo lo que tienda a implementar acuerdos que beneficien a los trabajadores. Vemos que se desbloqueara el camino a las grandes empresas, capitales, pero se bloquean los derechos sociales de los venezolanos como son los establecidos en la Ley Orgánica del Trabajo y en la Constitución del año 1999. Estado venezolano se transformará de ser: «un estado social del derecho y justicia» a un estado defensor de las condiciones que impongan las grandes transnacionales, para poder operar en Venezuela. Creo que este es el mayor daño que la ley hace a la nación, desintegrar el estado social de derecho y justicia e implantar un nefasto estado al servicio del gran capital.
Todo esto indica que Venezuela transita hacia un nuevo pacto político y económico, entre los sectores élites que apoyan al actual gobierno y ciertos segmentos transnacionales que solo les interesan nuestros recursos naturales. Es un pacto que abandona el origen de la revolución venezolana, que en sus inicios luchó contra todo eso, que ahora producto de la intransigencia, ineficiencia, miopía, intereses desmedidos; pusilánimes se arrodilla para entregar las luchas del pueblo venezolano. El pacto político está en marcha, sectores de la vida política nacional se les dio apertura en la Asamblea Nacional ampliando la cantidad de diputados, creando una lista nacional que, de un escaño seguro a sectores de la derecha, que por muchos años quedaron aisladas por la voluntad del pueblo, ahora se les da un espacio para que sean personeros de las grandes transnacionales y estas puedan tener sus representantes dentro de la Asamblea Nacional. Con este nuevo pacto político y económico se desbloqueó a los personeros políticos de las transnacionales, pero se bloqueó al pueblo venezolano a participar directamente o indirectamente, ya que la gran mayoría de los candidatos del PSUV, ─partido otrora popular─ son afectos a esa élite o parte de ella.
La Ley Anti-Bloqueo, desbloquea la legislación venezolana para iniciar una oleada de privatizaciones en todo el territorio nacional. De este planteamiento no quedó excluido ningún sector, según esta Ley se puede privatizar: CANTV, ESPECTRO RADIO ELÉCTRICO, HOTELES, HIPÓDROMOS, BANCOS, PUERTOS, AEROPUERTOS, AUTOPISTAS, ESCUELAS, UNIVERSIDADES, HOSPITALES, HATOS, HACIENDAS, TIERRAS, SEGURIDAD SOCIAL, EL ORO, OTROS MINERALES, PDVSA, SUS FILIALES Y EMPRESAS CONEXAS, BANCO CENTRAL DE VENEZUELA y todo lo que pueda ser vendido. Es indudable que esta Ley desbloqueara a las grandes transnacionales, que les permitirá invertir en nuestra economía para saquearla, devastarla, para hacer los que ellos quieran, porque el estado les garantizara un marco jurídico para ello. Entonces a las trasnacionales se harán con nuestros recursos, que al ser de ellos, dejaran de ser nuestros, los venezolanos inmediatamente seremos privados de ellos, seremos bloqueados de nuestros propios recursos, que irán a parar a los países industrializados, que según el gobierno nos tienen bloqueados, entonces hay que desbloquearlos para que siga el saqueo y para en el pueblo solo quede hambre y miseria.
Esta Ley Anti-Bloqueo contiene lo que desde mi punto de vista es la peor aberración que se ha consentido en la política venezolana, es: «el control posterior y el secreto de estado». Esta Ley establece, de forma tácita y literal, si hace falta declarar un asunto secreto de estado se hará, en tal sentido, si se considera vender PDVSA o la Universidad Central de Venezuela bajo secreto se puede hacer, porque la misma ley establece que si algún mecanismo constitucional impide realizar el contenido de la ley puede hacerse, entonces esta es una Ley Constitucional que va en contra de la Constitución, donde sus principios fundamentales como el de la democracia participativa y protagónica se ve pisoteado a todas luces, no soy de aquellos que creen que todo se resuelve con un referéndum consultivo, pero estamos como el cangrejo, en vez de cada día profundizar la democracia participativa y protagónica, lo que estamos haciendo es dejarla de lado, acabar con ella, porque una vez que el país sea privatizado, se acabó la democracia. El secreto de Estado y la gran propiedad sobre los medios de producción, es decir, el monopolio intrínsecamente son instituciones antidemocráticas, con las que el pueblo venezolano tiene más de 500 años en guerra. El gran monopolio de la compagina guipuzcoana fue unos de los móviles de la guerra revolucionaria de independencia, la democratización de la tierra, fue la razón de la guerra federal, el 27 y 28 de febrero fueron parte de la lucha de nosotros como pueblo para defendernos de las privatizaciones, del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM), del imperio norteño, que siempre nos ha considerado su patio trasero. El golpe de Estado dado a Hugo Rafael Chávez Frías fue producto de su defensa a la democracia participativa y protagónica y fue un golpe contra las políticas anti-privatizadoras, anti-monopolio y anti-élites que enarbolo el Comandante Chávez.
Según este pequeño análisis que hemos realizado la Ley Anti-Bloqueo no debería de existir, ya que Venezuela como tal no está bloqueada, están sancionados las cuentas bancarias (muy grandes por cierto) y bienes de una élite de venezolanos por el imperio norteamericano, que no sancionó a estos funcionarios por amar al pueblo venezolano, lo hacen en aras de lograr quitar a este gobierno y poner a uno que establezca relaciones unilaterales con ellos, no vea la posibilidad de establecer relaciones con Rusia y China, países con los cuales tiene una guerra comercial y financiera. Con los mecanismos que dispone la Constitución del año 1999 estas sanciones pueden ser burladas, lo único que hay que hacer para eludir las sanciones es hacer una apertura al comercio internacional a todos sectores venezolanos, para que puedan traer productos al país y no reservar esta actividad solo para la élite comercial que se ha beneficiado de forma grosera de este monopolio. Por supuesto, hace falta una política económica sustentable y de satisfacción de las necesidades de toda la población, implementar nuevo plan económico, político y social que se fundamente en la Constitución del año 1999.
Pero la gran conclusión de todo esto es: el país va a ser desbloqueado para que las transnacionales lo compren, sea vendido a pedazos, a precio de gallina flaca, para que acaben con nuestra democracia, cultura, educación, sistema se seguridad social universal, con nuestro sistema financiero, entre otros, se ha dado una apertura para que los venezolanos seamos privados de nuestro país, para que vivamos en un país que no será nuestro, es decir, viviremos alquilados en nuestro propio país. En Venezuela lo que se debe hacer es dar más participación al pueblo en la construcción de nuestra propia patria. ¿Por qué no se siguieron apoyando a las organizaciones de base que se venían levantando para construir una nueva sociedad? desligada la rapacidad de las grandes transaccionales y del gran capital financiero globalista. En vez de acudir a las empresas de los imperios, se debe recurrir al pueblo trabajador y trabajadora, al obrero y obrera, al campesino y campesina, al pequeño industrial, al artesano y artesana. En pocas palabras, solo el pueblo salva al pueblo, nunca lo hará otro. Este país es nuestro, que se sepa, no está en venta, la Constitución del año 1999 fue aprobada por referéndum y es el único pacto político vigente, que no se puede violar en función de pactos oscuros, que van en detrimento del pueblo venezolano. Si estamos en crisis, porque tenemos un mal gobierno, pero esto podemos resolverlo por la vía pacífica, pese a la represión, persecuciones, amedrentamiento, violación de derechos humanos, asesinatos, entre otros, pero si el país es vendido y privatizado imaginemos el tamaño de la crisis que se avecina. Será una crisis que pudiéramos considerar un crimen de lesa humanidad, donde nadie responderá, ya que será llevado a cabo por las grandes transnacionales, que son impunes en el mundo, y por una élite que es impune ─por ahora─ ante el pueblo venezolano.
Que nos queda después de esta Ley Anti-Bloqueo, es la organización como pueblo, tomar conciencia de que este gobierno actúa en contra de nuestro país, de nuestros niños, ancianos, trabajadores, estudiantes de todos los venezolanos, todos los gremios, instituciones, deben rechazar esta Ley y ejercer la presión social necesaria para detener este instrumento de saqueo y bloqueo de los venezolanos, hacer presión hasta que sea derogado, cancelado y que la crisis que ya vivimos lo venezolanos no sea agravada. Los excesos conducirán a que se establezca la razón y la razón está de lado del pueblo.