La antigua ciudad de El Tocuyo y las poblaciones que conforman el Municipio Morán en el estado Lara, han sufrido las consecuencias económicas, sociales y culturales de procesos ejecutados por los destructivos daños de la naturaleza y también las derivadas de las obras humanas. Cuando un intenso y destructivo terremoto (sismo) de 6.3 en la escala de Richter, que representa la energía sísmica liberada, afectó esta ciudad y otras del municipio Morán el 3 de agosto de 1950 alrededor de las 5:50 (17:50 horas) de la tarde, comenzó uno de los más graves procesos de afectación de las posibilidades de continuar y potenciar su crecimiento económico, social, turístico y cultural en general. Ese terremoto ocasionó severos daños a la mayoría de las viviendas y construcciones en general. Según un estudioso del tema de los terremotos ocurridos en Venezuela…"Cayeron templos, casas, edificios públicos y la moral de todos. Le acompañaron en el sufrimiento las poblaciones de Guarico, Anzoátegui, Humocaro Alto y Humocaro Bajo, Guaitó, Chabasquén, Cabudare y Sanare, entre otras. El informe que al respecto realizara el Instituto Nacional de Mineralogía y Geología decía lo siguiente: "Una estimación global nos permite calcular que en la ciudad de El Tocuyo el 80 % de los edificios sufrieron daños considerables. El 50 % aproximadamente quedaron en estado inhabitable, alrededor de 30 al 40 % fueron destruidos casi totalmente. Estas cifras corresponden a un cálculo hecho el 4 de agosto, pero posteriormente han ocurrido más daños" (1)
Las características de los materiales utilizados para construir las viviendas y edificaciones, los diseños constructivos y la antigüedad de las mismas, parece que influyeron en los funcionarios del gobierno de la Junta Militar para tomar la decisión de remover los escombros y derribar la mayoría de las edificaciones que habían quedado afectadas con variadas intensidades y riesgos de derrumbarse sobre sus ocupantes. Es por ello que por medio de una institución pública conocida como el Banco Obrero, se procedió a construir una gran cantidad de viviendas, las cuales fueron adjudicadas a muy bajos precios, sin inicial, con amplias facilidades y lapsos extendidos de pagos y otras totalmente exoneradas de pagos. El impacto económico inmediato del terremoto de 1950 fue calculado en unos 500 millones de bolívares. (2) Y…"Por otra parte, la destrucción de la mayoría de las haciendas de cañamelar y de los ingenios y trapiches de papelón ubicados en las cercanías de El Tocuyo, provocó la paralización momentánea de la industria azucarera de la región" (3)
Como consecuencia de este destructor e impactante terremoto, muchas familias enteras o partes de ellas se marcharon de la ciudad y el municipio hacia otras ciudades y poblados de Venezuela. Partieron con los enseres que lograron rescatar y salvar de la destrucción del sismo, huyendo de la situación de ruina, desolación, miedos, incertidumbres y la sobrevenida crisis económica con sus consecuentes efectos de numerosos desempleados. Desde esas fechas se ha mantenido un importante éxodo de jóvenes morandinos hacia otras regiones del país, buscando proseguir sus estudios técnicos y profesionales, así como desarrollar sus posibilidades laborales en otros espacios venezolanos, donde han existido mayores y mejores perspectivas para sus aspiraciones de crecimiento y mejoramiento de las condiciones de vida. Muchas de estas personas decidieron establecerse en las ciudades y regiones donde realizaron sus estudios técnicos o profesionales. Otras optaron por trasladarse a las áreas donde se presentaban mejores posibilidades para desarrollarse y formar sus grupos familiares. Las opciones de regresar a establecerse de nuevo en su ciudad o municipio de origen, fueron muy remotas o difíciles porque no existían alternativas laborales y económicas sugerentes y atractivas que los impulsaran o motivaran a regresarse.
Esta grave calamidad natural que afectó de manera severa el desarrollo y atractivo económico y turístico de la ciudad capital y todo el municipio, se agravó con la construcción de las nuevas vías carreteras para interconectar el centro y occidente con los andes venezolanos y viceversa. Las ciudades del municipio dejaron de ser sitios obligados de paso, de hospedaje, de aprovisionamiento y de intensos intercambios comerciales. Desde esos años de las décadas de 1950 y 1960 hasta la actualidad, se han venido construyendo redes y sistemas de comunicación como carreteras, puentes, autopistas y tramos ferrocarrileros que interconectan otras regiones venezolanas. Es decir, que parece muy difícil esperar opciones de interconexión con los andes a través de este municipio en el corto y mediano plazo.
Estas circunstancias exigen de los liderazgos políticos, sociales, religiosos, empresariales, comerciales, comunitarios y profesionales que desarrollan sus actividades en las ciudades, pueblos y caseríos rurales del Municipio Morán, un gran esfuerzo para levantar proyectos e iniciativas factibles de ser realizados en beneficio de lograr una transformación progresiva con sólidas perspectivas de sustentabilidad o permanencia. Desde esta perspectiva, en nuestra condición de ciudadano "nacido y criado" en la ciudad de El Tocuyo del Municipio Morán en la jurisdicción del estado Lara, nos sentimos motivados a sugerir algunas ideas y propuestas que pueden servir como material inicial orientado a estimular a mis coterráneos para ayudar a construir un Proyecto de Desarrollo General para el Municipio, más allá de lo circunstancial y las emociones o simpatías partidistas e ideológicas. Los líderes políticos y sociales que realizan sus actividades en y desde el Municipio Morán tienen una excelente oportunidad para aportar y promover las más diversas iniciativas de mejoramiento de las condiciones de vida de estas comunidades, así como convertirlo en un atrayente espacio para las inversiones, el dinamismo económico productivo y el turismo.
Las naciones, ciudades y pueblos necesitan inspirarse en su historia, sus costumbres, tradiciones, leyendas, héroes, personajes, grupos sociales y étnicos destacados y reconocidos, para apuntalar y avanzar hacia la conquista de objetivos trascendentales, además de mantener la cohesión cultural entre sus integrantes. En este sentido, el tocuyano y morandino con la más alta proyección intelectual, científica y productiva en los últimos 150 años y quien además es autor de una amplísima y variada obra escrita, orientadas a estudiar, descubrir, interpretar y comprender la naturaleza y la cultura venezolana, es sin lugar a dudas, el médico, investigador, científico, historiador, lingüista, poliglota y traductor Lisandro Alvarado (El Tocuyo 19-09-1858 – Valencia 10-04-1929). Impulsado por el deseo y la firme motivación de aprehender y transmitir conocimientos regionales, nacionales y universales, logró dominar varios idiomas como el francés, latín, griego, inglés, alemán, italiano, árabe, hebreo, así como diversas lenguas propias de las culturas originarias que habitaban el amplio y diverso territorio nacional. Además, se introdujo en el estudio y conocimiento de la botánica, zoología, medicina, derecho, matemáticas, geología, historia y dibujo. Desde su manejo del alemán aportó su contribución en una de las primeras traducciones al español de la obra de Alejandro de Humboldt titulada Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente.
Su extensa y variada obra escrita, donde aborda los más diversos temas de estudio de la naturaleza y la cultura venezolana, la realizó recorriendo en caminatas, navegando en básicos botes y curiaras, montado sobre animales y usando vehículos muy rústicos desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, por los más diversos y alejados territorios que conforman la Venezuela Profunda, de la cual nos hablaba, con mucha fuerza motivacional y amplios conocimientos, en los cursos de pregrado y postgrado en la Universidad Central de Venezuela, otro gran investigador, el Maestro Geo-Historiador venezolano nacido en Chile, Pedro Cunill Grau. Sugerimos a nuestros coterráneos Tocuyanos/Morandinos aproximarnos, rescatar y apropiarnos con legitimidad de origen, de la gran obra, trayectoria y ejemplo del médico, investigador, científico, humanista, viajero nacional incansable, estudioso del mayoritario pueblo humilde con sus costumbres y formas de hablar, el prolífico escritor Tocuyano Lisandro Alvarado. Convertirlo en la figura referencial estelar con dimensión universal, para evidenciar lo que pueden construir y alcanzar los habitantes originarios de estas tierras. Esto significa promover el estudio y la difusión dinámica y masiva de la vida y gran obra multidisciplinaria del más universal de nuestros coterráneos contemporáneos.
En próximo artículo abordaremos algunas propuestas y sugerencias que pueden comenzar a proyectarse para su evaluación y discusión desde los espacios públicos y privados, referidas a posibles iniciativas que impacten de manera profunda y sustentable las actividades económicas, culturales y turísticas del Municipio Moran y la ciudad capital de El Tocuyo.
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Altez, Rogelio. "El Tocuyo aerodinámico" En Si la naturaleza se opone…Terremotos, historia y sociedad en Venezuela. Caracas, Colección Trópicos Nª 91, Editorial ALFA, 2010, P. 316.
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"Informe preliminar sobre el terremoto de El Tocuyo, ocurrido el 5 de agosto (sic) de 1950" En Rogelio Altez. Ibidem.p.179.
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Alejndra Leal "Viviendo en escombros: análisis de vulneralidad global para el caso del terremoto de El Tocuyo del 3 de agosto de 1950". En Rogelio Altez. Ibidem. p. 181.