De niño y aun de adulto observo como los magos hacen trucos con cartas y llegan a sorprendernos gratamente al adivinar las cartas o mostrarnos resultados sobrenaturales que están fuera de nuestra lógica.
Este artículo pretende desentrañar lo que eran hipótesis y ahora son hechos; para elogiar más bien el arte del engaño que un muy inteligente Trump hace con sus propios habitantes del pueblo norteamericano.
Declara a un enemigo comercial natural que es el gobierno Chino, lo demoniza y dice que se apropió del canal de Panamá y por eso lo va a recuperar, porque son esos usureros los expansionistas económicos, un enemigo de la seguridad nacional del imperio norteamericano y por tanto, el canal es de ellos y se apropian con fuerza intimidatoria; ya que controlando el canal, controla a futuro las exportaciones con nuevos aranceles que al pasar por ahí ya tendrán un rastro y mejor seguimiento para su llegada a territorio estadounidense.
Crea una excusa y una solución para sus intereses posicionándose nuevamente en un territorio que había abandonado.
En sus discursos electorales Trump con su retorica de seguridad nacional fortaleció su nivel discursivo sobre el narcotráfico y las bandas criminales para desde la ingeniería social, atacar ahora al eslabón más débil que es el inmigrante, el cual con muchísimo esfuerzo llegó a cumplir el añorado sueño americano y ahora Trump lo transformó en pesadilla; para cumplir dos objetivos encubiertos de su administración. Recortar "gastos" públicos y concretar una política expansionista desde la retorica de la seguridad nacional.
Y ahí es clave el ataque al inmigrante, a la mano de obra trabajadora para distraer desde la ingeniería social y el arte del engaño a las masas por cuanto el gran país de los sueños necesita obtener más recursos que no sean de la tan cacareada emisión de dinero que no le causa inflación a ellos sino a los demás pueblos del mundo.
Entonces cómo obtendrá esos recursos, sencillo transferir un nuevo impuesto disfrazado al pueblo norteamericano de nuevos aranceles a los países que no se alineen en la lucha por la seguridad nacional llenando de dolor al inmigrante tratado como delincuente expulsado del sueño americano. Es consolidar una estrategia de legitimación desde el dolor del inmigrante.
Es seguir deshumanizando al trabajador, es seguir escondiendo que el narco consumo en una sociedad que no debate, no discute, donde no existen las asambleas populares para la resolución de sus propios problemas son claros ejemplos que se juega con la palabra democracia tan mencionada pero poco defendida en lo concreto por esa elite gobernante.
El arte del engaño se consolida, se expande; en una sociedad confundida sin tiempo para socializar con sus vecinos, aislados de su entorno porque en la esclavitud moderna se vive para ser explotado creyendo estas en libertad.
Trump como buen peón de las elites dominantes hace su trabajo, hace control de daños, transfiere un nuevo impuesto a los trabajadores norteamericanos que ahora deben pagar más por los productos que van a ser objeto de aranceles. El pueblo europeo ya sabe de eso, paga más por el gas de las empresas estadounidenses porque existe un enemigo llamado Rusia al que no hay que comprarle barato. Así se transfieren costos e impuestos en el neocolonialismo actual que apunta a México y Canadá en el corto plazo. Ya en Google no se lee golfo de México se lee Golfo de América y a Canadá como estado nación no se le conoce una estirpe nacional que se pueda pensar surja resistencia y soberanía. Se busca es apropiarse del petróleo de ambas naciones porque en Venezuela no pudieron y no podrán.
David Vivas