Marzo 22 de 2017.- Ante la campaña que ha lanzado el sector transportista de aumentar el pasaje automotor de 100 a 300 bolívares a partir del 1ero de abril, el pueblo se deja sentir en las calles de la ciudad para manifestar su inconformidad y total rechazo a este posible aumento, que atenta en contra de los que tienen que tomar diariamente hasta tres transportes de ida y de vuelta, muchas personas deben tomar camionetas y rutas troncales para poder salir a trabajar y después regresar a sus casas. Si tomamos como ejemplo muchas de ellas deben hacer tres transportes de ida y tres de venida, serían 1800 Bs diarios, que sumados en la semana serían 9000 Bs y al mes 36000 Bs.
El Gobierno nacional declaró ante los medios que el aumento estaba descartado para el mes de abril, pero los transportistas están haciendo presión para lograr este aumento que para quienes hemos entrevistado resulta, simplemente, imposible de pagar, pues sus bolsillos ya no aguantan más. Debemos recordar que el ministro Molina manifestó que el actual aumento era a 60 y no a 100 Bs y la realidad es que los transportistas lograron su objetivo con el aumento que exigían, quedó en 100, ahora proponen un nuevo aumento a 300.
El señor Henry González, manifestó que "Eso es imposible, si a 100 estamos llorando como será a 300", además señaló que no puede con el alto costo de la vida pues debe darle de comer a cuatro hijos, que el sueldo no le alcanza, se lamenta y dice que hace de tripas corazón, que la comida la tiene que racionar y que hacen dos comidas diarias, que la caja del CLAP la recibió hace tres meses "Uno come y pareciera que uno no comiera" añade que la caja debería llegar semanalmente, todos los viernes y traer "5 arroz, 5 harinas, pollo, carne, aceite, leche, azúcar".
Por otra parte, los transportistas exigen aumentos, pero no retribuyen con un buen servicio a los usuarios, todo lo contrario, suben el volumen de su equipos musicales a niveles insoportables, como ocurre con las líneas de Caracas- La Guaira o los que van a Guarenas-Guatire, así como el exagerado aprovechamiento de los espacios al poner asientos muy pegados, uno detrás del otro, lo que impide sentarse comodamente, como suele pasar con personas de piernas más largas; trabajan a horarios convenientes para ellos, no para los pasajeros; no paran cuando ven a personas de la tercera edad y cuando las suben quieren que paguen el pasaje completo; algunos frenan y arrancan con brusquedad, lo que ha causado caídas por las que no responden. Otros tantos se encuentran en malas condiciones, con asientos medio rotos. Uno de los clamores más grandes, es el caso de los que hacen las rutas extraurbanas quienes dejan de hacer las rutas ordinarias para hacer viajes al interior en temporada alta o trabajar como piratas en rutas como la Caracas-La Guaira, cobrando hasta cinco veces más de la tarifa autorizada.
Por esto, la gente de a pié, los que se ven obligados a tomar transporte diariamente se oponen de forma contundente a este exhorbitante incremento pues aumentaría el sufrimiento social que ya padece a niveles intolerables.