Trump recula ante China y Apple y NVIDIA respiran por exclusión de aranceles en dispositivos electrónicos

China se anota una contra EEUU con la exención de aranceles a dispositivos electrónicos

China se anota una contra EEUU con la exención de aranceles a dispositivos electrónicos

Credito: Agencias

La guerra de los aranceles de Donald Trump contra el mundo tiene un nuevo episodio, uno en el que los principales fabricantes de tecnología estadounidenses respiran aliviados...de momento, porque con el presidente republicano nunca se sabe. La administración del presidente de Estados Unidos ha liberado de aranceles recíprocos a dispositivos electrónicos como móviles, ordenadores y otros componentes. También al gravamen del 125% aplicado a las importaciones de China.

El tira y afloja de aranceles está resultando crítico para las grandes empresas norteamericanas en esta economía global deslocalizada. Apple es el ejemplo más evidente: tras hacerse efectivo el 'antiguo' arancel del 104% de Estados Unidos a China, dejaba de ser la empresa más valiosa. Ante una situación tan crítica, decisiones drásticas: fletar un avión lleno de iPhone desde la India.

Pero Apple es solo la punta del iceberg y la realidad es que hasta esta 'tregua', pintan bastos para otras grandes como NVIDIA y de forma más genérica, al grueso de la industria, donde el coste final de aquellos productos en cuya fabricación se emplean semiconductores, chips o unidades SSD, soportarían subidas dramáticas.

La electrónica de consumo es la gran beneficiada

Hace escasas horas la oficina de aduanas y protección fronteriza de Estados Unidos publicaba un comunicado detallando que ciertos dispositivos electrónicos y componentes quedan fuera tanto del arancel global del 10% que Estados Unidos aplica a la mayoría de los países, como el gravamen mucho más alto aplicado a las importaciones chinas. Como detalla Bloomberg, estas exenciones no los liberan de todos los aranceles, aplicándose otros anteriores a los impuestos por Trump el 9 de abril.

¿Qué dispositivos? La lista de exenciones abarca 20 categorías donde se incluyen teléfonos móviles, ordenadores, discos duros, procesadores, chips de memoria, pantallas planas, semiconductores y maquinaria empleada para su fabricación, tarjetas de memoria o células solares. Dos de los grandes beneficiados directos son Apple y NVIDIA, que fabrican en China, pero el escenario sigue siendo incierto: Trump es volátil y no se sabe cómo responderá China a este gesto.

Las exenciones afectan a un sector, el tecnológico, en el que la fantasía de Trump de que los aranceles provoquen un renacer nacionalista de la industria es poco menos que imposible. Lograr que esos componentes se fabriquen en Estados Unidos llevaría años.

Además de teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, discos duros o procesadores, también quedarán excluidos de los aranceles las máquinas utilizadas para fabricar semiconductores. Cabe interpretar el gesto como un guiño los fabricantes de chips, y especialmente a Taiwan Semiconductor Manufacturing, que ha anunciado una importante inversión en Estados Unidos. Es uno de los sectores más sensibles a la ofensiva arancelaria. Y Trump ha prometido en repetidas ocasiones un impuesto específico, del estilo de los que ha impuesto hasta ahora a industrias como la de los fabricantes de coches o a los productores de acero y aluminio (todos ellos, gravados con un 25%). No está claro cuál sería la tasa concreta para los chips si esta entra finalmente en escena.

Más tarde Bloomberg actualizaba añadiendo un memorándum de la Casa Blanca donde indicaba que las exenciones también aplicaban al envío de paquetes pequeños, cuyos aranceles se habían triplicado tras una enmienda de Trump del martes.

Esta decisión de la administración de Trump llega después de que las big tech de hardware mostraran su preocupación ante el inevitable e inminente escalada de precios, ya que la mayoría de estos dispositivos se fabrican en China. Después de dar una pausa de 90 días el pasado miércoles para los países, a excepción de China, se adaptaran a los nuevos aranceles, Trump afloja.

Estas exenciones tienen carácter retroactivo partiendo del 5 de abril (como si esta semana no hubiera pasado) y como ha detallado la secretaría de prensa de la Casa Blanca y se hace eco CNBC, tiene como objetivo dar margen a las empresas estadounidenses para trasladar su producción a Estados Unidos. Pero su mensaje es tajante: 'El presidente Trump ha dejado claro que Estados Unidos no puede depender de China para fabricar tecnologías críticas como semiconductores, chips, teléfonos inteligentes y ordenadores portátiles'.

Esta semana, el presidente estadounidense tuvo que rendirse a la evidencia de que estaba llevando al país, y con él a la economía global, a una recesión y renuncio a la la guerra comercial que declaró al mundo el dos de abril, jornada que bautizo como el "Día de la Liberación". El miércoles anunció una suspensión durante 90 días de los mal llamados aranceles "recíprocos" para todos los países, con la excepción de China. Para el resto, deja en vigor un arancel universal del 10%

El equipamiento eléctrico y electrónico es la partida más abultada de las importaciones de Estados Unidos desde China (con un valor de 127.000 millones de dólares). Le siguen la maquinaria y los reactores nucleares (85.000 millones de dólares). Los coches suman 18.000 millones, y los artículos de acero o hierro, 13.000.


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