Ha Uds, dirán que estoy loco, pero es una cruda realidad, hay universidades públicas que han sido tomadas por grupos de profesores ligados a tendencias políticas y ha grupos financieros.
No podemos permitir que las universidades públicas nacionales estén de espaldas al proceso revolucionario del país, menos que desde esas mismas universidades se ataque al proceso.
Los usos de espacios universitario se usan con fines privados y el manejo de los ingresos por esos usos son poco claros.
Los presupuestos no son claros y solo se conoce parte de ellos. El manejo de las finanzas universitarias es algo tras las puertas de las universidades y no es posible disponer de información de sus manejos.
Llama la atención que se sacrifican los comedores y el trasporte de estudiantes, sin embargo, se realizan viajes de estudios e investigaciones hacia EEUU.
La Simón Bolívar es desde mucho una universidad elitesca y la cual se administra en forma de una corporación y no como una universidad pública. El alquiler de sus espacios que son de los estudiantes para eventos de elite a donde el pueblo no tiene espacio es un acto reñido con el proceso de revolución del país.
Los casos se repiten en las universidades públicas, en Maracay la faculta de agronomía de la UCV es dirigida por profesores declarados enemigos del gobierno, en Mérida la cosa sigue igual con el agravante que el rectorado acobija a grupos terroristas que hacen vida en la universidad con acciones contra el gobierno local.
Debe haber una revolución para la recuperación de los espacios universitarios en primer término para los estudiantes y para el proceso revolucionario.
El espacio universitario deben ser espacio de discusión y búsqueda de problemas para el país, no pueden seguir siendo feudos de la oposición en los cuales se adoctrina a nuestra juventud contra el proceso revolucionario.
robertoperez57@yahoo.com