El día martes 31 de enero el diario Últimas Noticias tituló su edición con “Cáncer en la UBV”, palabras textuales de nuestro ponderado Ministro Moncada sobre la situación de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Las reacciones en contra de esa higiénica y saludable frase no se hicieron esperar. A media mañana de ese mismo día un grupo de malagradecidos estudiantes protestaron, con megáfono en mano, frente a la entrada principal interna de la UBV.
Un estudiante del Programa de Estudios Políticos y Gobierno me comentaría luego, con una malicia verdaderamente injustificada, que ese día la hora de almuerzo en el comedor fue adelantada para antes del medio día y, además, que fueron ofrecidas, inéditamente en la UBV, sendas raciones extras de comida. Tres pechugas de pollo sorpresivamente aparecieron servidas en la bandeja del estudiante. La verdad es que hay que ser muy mezquino para pensar que se trataba de una estrategia para neutralizar y mediatizar la acción de protesta estudiantil.
Otros estudiantes desde hace tiempo vienen diciendo, calumniando a nuestro Rector y Vicerrector, que una gran cantidad de sus compañeros padecen dramáticas condiciones económicas, de salud y hasta emocionales, y no cuentan con ningún tipo de ayuda y menos con una beca, mientras otros sí gozan de estos y otros beneficios sin necesitarlos o merecerlos. Es un gran pecado que algunos de ellos sugieran que las becas se transan a cambio de un discurso complaciente y de defensa irrestricta de todo lo que deshagan las autoridades, incluidos los Coordinadores de los Programas de Formación de Grado. ¡Es que son bien malagradecidos todos esos estudiantes!, les dan beca para que se callen y aplaudan, y pechugas de pollo para que no hablen ¿y todavía se quejan?
Ayer le comentaba a una profesora las infamias de ese grupo de ingratos estudiantes y profesores. ¿No son apenas 10 los sediciosos según el Rector y Vicerrector?, no importa. Lo cierto es que estos desagradecidos, le decía yo a la profesora, son muy injustos al malinterpretar las generosas y bienintencionadas acciones de nuestras autoridades rectorales. Cuál será mi sorpresa cuando la profesora, que yo pensaba libre de pensamientos y opiniones cancerígenas, me insinuó los velados propósitos de control social y político de las autoridades, por el sólo hecho de que los días viernes o cuando el clima universitario está caldeado, sendos equipos de sonidos son colocados en el estacionamiento de la UBV para con una metralla reggaetón aturdir, seducir o anestesiar la conciencia del estudiantado.
Vean ustedes que es una gran mentira eso de que el Ministro, el Rector y Vicerrector de la UBV no están haciendo nada para exterminar el “Cáncer” en esa casa de estudio. El Ministro bien lo dijo: “es mi deber evitarlo y, lo voy a evitar”. Le faltó decir que, además de hostigar a los profesores y violar sus derechos laborales, también lo haría a punta de becas, reggaetón y pechugas de pollo para los estudiantes, ¡como debe ser carajo!
¡Así, así, así es que nos controlan!, ¡Así, así, así es que nos gobiernan!
Heiber Barreto
Profesor UBV
heiberdario@yahoo.es