Alquimia Política

La necesidad de transformación en la UNELLEZ

Hacer alusión a la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (constituida por cuatro vicerrectorados y fundada en 1975), es, definitivamente, mencionar la necesidad de un proceso de transformación. Para la UNELLEZ, ya no sirve transición, cambio gradual o restructuración. Su estado institucional ya no tolera devaneos, "paños tibios", medidas asistenciales; es necesario transformarla, pero no de la demolición del modelo UNELLEZ, sino de su reivindicación como institución de educación superior al servicio de la ciencia y tecnología, en procura de coadyuvar, de manera eficiente y eficaz, con las políticas públicas destinadas a convertir en potencia social a Venezuela.

La misión de la UNELLEZ, descrita en sus documentos y perfil organizacional, es la de ser una institución pública de Educación Superior, dinámica, en permanente contacto con las corrientes del pensamiento, flexible y adaptable al ensayo de nuevas estructuras organizativas y orientaciones metodológicas en el ámbito académico, al servicio de la nación venezolana y contribuye a su desarrollo sustentable, en un ambiente de libertad, justicia, democracia y solidaridad, a través de sus actividades de docencia, investigación, extensión y producción, las cuales han de ser socialmente pertinentes. Todo esto enmarcado en el ideario de llegar a ser una institución que forme ciudadanos visionarios y líderes emprendedores para la autogestión y desarrollo socio-cultural y técnico-científica que aseguren la transformación de una sociedad al servicio de la comunidad, la región y el país.

Este direccionamiento de la UNELLEZ, ha estado presente desde su fundación; ha habido interés, necesidad y compromiso, por elevar el vínculo entre la universidad y los sectores sociales y productivos de las comunidades, claro está, respetando la pertinencia de cada espacio y haciendo del manejo del conocimiento una estrategia para el desarrollo y no bajo esquemas de agendas ocultas o con fines personalistas.

En toda esta realidad, la UNELLEZ, ha sido incisiva en la promoción de la calidad de la docencia, investigación, extensión, producción académica (lo que hoy se conoce como creación intelectual); manteniendo la eficacia, eficiencia y pertinencia de los servicios de apoyo, en función a objetivos puntuales: contribuir en la construcción de una sociedad libre, justa, solidaria, democrática y con un desarrollo equilibrado; defender mediante sus preceptos institucionales y su accionar el principio de inclusión y justicia social; desarrollar y dirigir programas destinados a la formación integral de profesionales altamente calificados, en función de las necesidades de los Llanos Occidentales y del País; desarrollar proyectos productivos que se vinculen con la docencia, la investigación, y la extensión, en función de las necesidades reales de las comunidades; promover, ejecutar y difundir actividades de investigación y extensión; dando prioridad a las relacionadas con la problemática regional y nacional; ejecutar actividades y proyectos participativos no curriculares, orientados a la formación permanente, a la organización de la comunidad y a la conservación y desarrollo de su patrimonio cultural; participar con los organismos públicos y privados en el diseño y ejecución de planes, programas y proyectos para el desarrollo local, regional y nacional; estimular la conservación del ambiente y el uso racional de los recursos naturales de los Llanos Occidentales y del país; asesorar en las áreas de su competencia a los diversos actores sociales en el ámbito local, regional y nacional en la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de planes, programas y proyectos científicos y comunitarios; estimular la creación, innovación y difusión de tecnología propia, adaptada a las condiciones y posibilidades ecológicas, económicas y sociales del país; desarrollar mecanismos permanentes de auto-evaluación y desarrollo institucional, para adaptar la UNELLEZ a los requerimientos de la región y el país; crear una cultura de calidad mediante la participación comprometida de la comunidad universitaria en los proyectos de planificación y administración curricular; crear la contraloría social para mantener la autorregulación de la planificación y administración de los currículos universitarios; promover la participación activa de los estudiantes en la construcción de currículos participativos para la UNELLEZ; promover en los estudiantes y el profesorado en general, el servicio social como actividad de extensión acreditable por la UNELLEZ; entre otros.

Los objetivos mencionados en el anterior párrafo todos vienen como producto de una discusión institucional que muestra el compromiso y la claridad de ideas que como institución se tiene acerca del papel de la UNELLEZ, en este momento histórico de nueva independencia nacional.

Se ha tratado de cuestionar el esfuerzo del proceso revolucionario en la conducción de la UNELLEZ; ha habido una postura deliberante, ligera y en extremo manipulada, para hacer ver que la UNELLEZ de hoy día está en escombros en comparación con la UNELLEZ de la bonanza y el decoro de la década de los ochenta y noventa del siglo XX. La realidad es que esa UNELLEZ pilar en investigación y extensión, que marcó hito, internacionalmente, como epicentro de un conocimiento avanzado en el área de la tecnología agropecuaria y de preservación de la fauna silvestre, está reconduciendo su camino ante la ausencia de un financiamiento foráneo que inyectó buena cantidad de recursos a la Universidad y eso le dio una vitalidad ficticia, porque lo que existía era una especia de comodato desde el cual las decisiones a lo interno de la UNELLEZ, la tomaban los grupos de poder económico que coadyuvaban en investigaciones orientadas al interés de esos grupos y no a las políticas públicas del país. Se necesitaba independizar a la UNELLEZ, por eso del rompimiento con esos programas de financiamiento internacional que pretendía dirigir las líneas de estudio y no, como debería haber sido desde un principio, participar como colaboradores en investigaciones interdisciplinarias.

Muchos docentes de la UNELLEZ, esos que se les conoce como de la vieja guardia, no terminan de comprender que la autonomía universitaria no es solamente para el manejo licencioso del presupuesto, sino una autonomía integral en todos los espacios del saber, permitiendo el trabajo cooperativo, pero no el trabajo manipulado y pervertido, de los intereses minúsculos de algunos financistas extranjeros.

En este sentido, el reto de UNELLEZ, en estos tiempos de movilización social, es el de asumir la evaluación permanente de sus actuaciones, exigiéndose crear las condiciones para una enseñanza orientada a responder a las necesidades locales, donde se propicien condiciones que se apropien del conocimiento y le den forma a las habilidades y motivos que le permiten una actuación responsable y creadora; la transformación universitaria en UNELLEZ, para por impulsar el camino del saber sin imposiciones pero con la autoridad suficiente que emana de su experiencia y sobre todo de la confianza que en él han depositado sus estudiantes, a partir del establecimiento de relaciones afectivas basadas en la aceptación, el respeto mutuo y la comprensión.

Claro está, el modelo UNELLEZ, hoy día, está caracterizado por su carácter de Experimentalidad, el cual implica la exploración y puesta en marcha de nuevas estructuras académico-administrativas, y metodologías de enseñanza-aprendizaje, buscando racionalizar el uso de los recursos, desde una postura ontológica del aprendizaje basada en el diálogo igualitario, la inteligencia cultural, la enseñanza no solamente para adaptarse al contexto cultural sino transformarlo, la solidaridad, el respeto a la diversidad de pensamiento y condición social y humana, entre otras.

Uno de los logros importante de esta independencia de la UNELLEZ, ha sido insertarse en la municipalización, con todas las críticas que pueda tener (improvisación, falta de recurso, calidad docente, entre otras), se ha constituido en un esfuerzo titánico por acercar la Universidad a la comunidad de manera directa y permanente, La municipalización vino generar condiciones para dotar a la Universidad de la posibilidad de encontrar sus propias estrategias, elaborando sus proyectos institucionales, administrando sus recursos de manera equitativa, contextualizando contenidos y técnicas pedagógicas, generando mecanismos de participación comunitaria, entre otros procesos.

La UNELLEZ, está solidificando sus bases autónomas, ha colocado al servicio de la gente su docencia, investigación y extensión; ha entendido el papel de coadyuvar en la consecución de las políticas públicas nacionales, y ha asimilado, con mucho trauma, su nuevo contexto de financiamiento limitado ante el rompimiento con esquemas asistenciales en investigación que eran más paquetes de negocio que políticas universitarias de creación intelectual y académica. Transformar la UNELLEZ parte de la necesidad de asumir su nuevo rol y protagonismo en el concierto de un país que tiene un plan de desarrollo social y económico definido (Plan de la Patria, 2013-2019), y una visión clara de su futuro en el marco de una sociedad que priorice lo humano por encima de lo económico-administrativo. La UNELLEZ tiene las herramientas idóneas y necesarias para dotar de habilidades y destrezas a su comunidad profesional, en miras a consolidar el sector agro-industrial venezolano, en la búsqueda real por diversificar la producción nacional y dejar ya, de una vez y para siempre, la dependencia en el petróleo que tanta vulnerabilidad le da al país en el difícil y competitivo mundo global.

En concreto, la UNELLEZ, desde las estrategias de enseñanza que fomentan el aprendizaje por Proyectos, entendidos los mismos como la metodología que articula la formación integral desde donde se genera inclusión y participación activa de las comunidades, tiene el deber de profundizar sus valores institucionales y culturales, rompiendo cualquier sesgo de influencia con quienes intentaron darle una conducción deformada y utilitarista. "La Universidad que siembra", no es un eslogan, es una conducta de vida académica para y por el bienestar del país.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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