Alquimia Política

Dante y la "Divina Mentira"

"Las cosas más perfectas son también las más susceptibles

de recibir tanto aprecio como maltrato."

DANTE ALIGHIERI

La "Divina Comedia", fue escrita por Dante Alighieri entre 1304 y 1321, es una de las obras más simbólicas de la literatura mundial; escrita como poema épico no solamente es un viaje a través de los reinos del más allá, sino también una profunda reflexión sobre la condición humana, la moralidad y la búsqueda de la redención; ha tocado releerla y nos ha llegado un chispazo de duda razonable acerca de algunas estructuras o licencias literarias utilizadas por el autor; la obra se compone, como ustedes saben, de tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso; cada sección está dividida en cantos, sumando un total de 100 cantos: Infierno, 34 cantos; Purgatorio, 33 cantos y Paraíso, 33 cantos; cada canto está escrito en terceto encadenado (terza rima), una forma poética que Dante utilizó mucho y que le caracterizó; la obra refleja el simbolismo del número tres, que se asocia con la Santísima Trinidad y otros conceptos importantes en la filosofía medieval; el mensaje de la obra se expande hacia idearios universales como el pecado, la redención y la búsqueda del conocimiento. Dante inicia su viaje en una selva oscura, simbolizando la confusión y el pecado. A lo largo de su travesía, es guiado primero por Virgilio, que representa la razón y el conocimiento, y luego por Beatriz, que simboliza la fe y el amor divino; el Infierno está estructurado en nueve círculos, donde las almas son castigadas según la gravedad de sus pecados, este diseño arquitectónico no solamente refleja una visión moral del mundo, sino que también muestra el orden y la justicia divina. En contraste, el Purgatorio ofrece un espacio de esperanza donde las almas pueden expiar sus pecados antes de alcanzar el Paraíso, que se divide en nueve esferas celestiales.

En la obra "La Divina Comedia", el autor articula la funcionalidad de algunos personajes tanto en lo psicológico como en lo vivivencial; los personajes representan la humanidad en su búsqueda de redención; con Virgilio, se representa al poeta romano que guía a Dante a través del Infierno y el Purgatorio. Simboliza la razón humana.

La figura de Beatriz, el amor platónico de Dante, es la que lo guía hacia el Paraíso, representando la fe y la gracia divina; ahora bien, estos personajes no solamente son guías en el viaje físico de Dante, sino que encarnan diferentes aspectos del conocimiento humano y espiritual; es una exploración profunda de las luchas humanas con el pecado, la esperanza y la búsqueda de Dios. A través de su estructura le da una simbología especial a los personajes memorables, ofrece una visión compleja del más allá que sigue resonando con lectores contemporáneos; la obra hace reflexionar sobre la vida y las decisiones en un contexto moral y espiritual. Los nueve círculos del Infierno en la Divina Comedia de Dante Alighieri representan una estructura jerárquica y simbólica que refleja la gravedad de los pecados y su correspondiente castigo; cada círculo está diseñado para castigar a los pecadores de acuerdo con la naturaleza de sus transgresiones, siguiendo una lógica de justicia poética donde el sufrimiento infligido es un reflejo directo del pecado cometido.

En un aspecto más agudo de la obra, se primer círculo, el Limbo, donde encuentran las almas de los no bautizados y los paganos virtuosos, aunque no sufren tormentos físicos, están privados de la visión de Dios, simbolizando la importancia del bautismo y la fe cristiana para la salvación; el segundo círculo, Lujuria, es un espacio para aquellos que se dejaron llevar por deseos carnales. Son arrastrados por un viento violento, reflejando la falta de control sobre sus pasiones; el tercer círculo, la Gula, donde los glotones son castigados en un fango bajo una lluvia constante, simbolizando la degradación y el exceso en vida; el cuarto círculo, la Avaricia y Prodigalidad, donde los avaros y los pródigos empujan grandes pesos en direcciones opuestas, representando el conflicto entre acumular riquezas y derrocharlas sin reflexión; el quinto círculo, la Ira y la Pereza, donde los iracundos luchan entre sí en el río Estigia, mientras que los perezosos están sumergidos en el fango, simbolizando su inacción y apatía; el sexto círculo, Herejía, donde las almas de los herejes son castigadas en tumbas ardientes, lo que refleja su rechazo a las doctrinas religiosas y su condenación a la oscuridad; el séptimo círculo, la Violencia, es un círculo que se divide en tres anillos que castigan diferentes formas de violencia: contra otros, contra uno mismo, suicidas, y contra Dios, blasfemos; cada forma de violencia tiene un castigo específico que refleja su naturaleza; el octavo círculo, Fraude, conocido como Malebolge, es un círculo que alberga a los fraudulentos, divididos en diez fosas donde sufren castigos que reflejan sus engaños y traiciones; y el noveno círculo, Traición, el más profundo del Infierno, donde los traidores son sumergidos en hielo eterno; es un círculo que está dividido en cuatro zonas según el tipo de traición, con Satanás devorando a los tres traidores más infames: Judas Iscariote, Bruto y Casio.

El simbolismo detrás de los nueve círculos del Infierno no solo proporciona una representación detallada del castigo eterno, sino que también ofrece una crítica profunda sobre la moralidad humana y las consecuencias de las acciones individuales; Dante utiliza esta estructura para invitar a la reflexión sobre las implicaciones éticas de las decisiones humanas, destacando cómo cada pecado tiene su propio peso y consecuencia en el más allá.

Ahora bien, en la primera el sabor que me dejó Dante es que había un mensaje oculto en su obra; lo he tratado de descifrar en esta segunda lectura luego de más de diez años de reflexión y he llegado a un primer acercamiento, lo llamaría "calificativo subjetivo": la "Divina Comedia" de Dante Alighieri es una "Divina Mentira", porque no se aprecia la veracidad en la función de la obra bajo un contexto moral y religioso de su época; aunque esta etiqueta puede parecer provocativa, se puede explorar desde varias perspectivas.

La "Divina Comedia", fue escrita en un periodo en el que la Iglesia Católica tenía una influencia predominante en la vida cotidiana y en el pensamiento filosófico; Dante utiliza su obra para reflejar y criticar las creencias de su tiempo, presentando una visión del más allá que enfatiza la justicia divina y los castigos por los pecados; este enfoque ha sido interpretado como una forma de manipulación del miedo para mantener el control social y religioso sobre las personas, sugiriendo que la obra podría ser vista como una "mentira" en el sentido de que presenta un sistema de creencias rígido que puede no reflejar la complejidad de la naturaleza humana.

Desde esta perspectiva, se visualizan los círculos del Infierno como estructuras concebidas para castigar a las almas según la gravedad de sus pecados, lo que puede parecer una simplificación excesiva de las realidades morales; la idea de que cada pecado tiene un castigo específico puede ser vista como una forma de dogma que ignora las sutilezas del arrepentimiento y la redención. Esta representación puede llevar a una visión distorsionada de la justicia divina, donde el perdón parece inalcanzable para muchos, he aquí la primera mentira.

A todas estas, en la "Divina Comedia", no solamente hay un relato sobre el más allá, sino también una rica alegoría sobre la condición humana, el sufrimiento y la búsqueda de significado; hay un enfoque moralista que puede ser problemático; la obra ha sido acusada de perpetuar visiones negativas sobre la humanidad, sugiriendo que el pecado es inherente al ser humano y que la salvación es un camino arduo y lleno de obstáculos. La "Divina Comedia", es una "Divina Mentira" en razón de su función como herramienta de control social y religioso, así como una crítica a su representación del pecado y la redención; sin embargo, esta perspectiva debe equilibrarse con el reconocimiento del valor literario y artístico de la obra, donde Dante no solamente creó un relato moralista; también ofreció una profunda exploración del alma humana, lo que permite múltiples interpretaciones y reflexiones sobre nuestra propia existencia y creencias.

Desde una perspectiva moderna, la "Divina Comedia" tiene un mensaje secreto cargado de "mentiras" en el sentido de que presentan una visión simplificada o distorsionada de la realidad humana, la moralidad y la espiritualidad. La estructura del Infierno, con sus círculos claramente definidos y castigos, puede ser vista como una simplificación excesiva de la complejidad de la naturaleza humana; en un contexto moderno, donde se reconoce la diversidad de experiencias y motivaciones humanas, esta visión binaria del bien y el mal puede parecer reductiva. La idea de que cada pecado tiene un castigo proporcional puede no reflejar las realidades éticas más matizadas que se consideran hoy en día.

La obra refleja un fuerte dogmatismo religioso que puede ser cuestionado desde una perspectiva contemporánea; Dante presenta una visión del mundo en la que la salvación está estrictamente ligada a la fe cristiana, ignorando otras tradiciones espirituales y filosóficas.

La "Divina Comedia", a todas estas, promueve una moralidad absoluta en la que los pecados son categorizados y castigados sin espacio para el perdón o la redención fuera del marco cristiano; desde una perspectiva moderna, donde se valora el perdón, la rehabilitación y la comprensión contextual de las acciones humanas, esta visión puede parecer engañosa o limitada; la falta de consideración por las circunstancias personales que pueden llevar a alguien a pecar refleja una comprensión rígida de la moral. Los personajes en la obra a menudo representan arquetipos más que individuos complejos; esta representación puede ser vista como una forma de "mentira" literaria, ya que reduce a los personajes a símbolos de pecado o virtud, en lugar de explorar su humanidad completa. El viaje de Dante a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso puede interpretarse como una alegoría de crecimiento personal y espiritual; sin embargo, esta narrativa también puede ser considerada engañosa en su implicación de que hay un camino claro y lineal hacia la salvación.

Sin embargo, estas "mentiras" también pueden ofrecer oportunidades para reflexionar sobre cómo han evolucionado nuestras concepciones sobre estos temas a lo largo del tiempo.

Desde una perspectiva histórica, varios elementos de la Divina Comedia de Dante Alighieri podrían considerarse inexactos o exagerados.

Es importante resaltar que Dante incluye a numerosos personajes históricos y contemporáneos en su obra, colocándolos en el Infierno según su comportamiento moral. Sin embargo, esta representación puede ser inexacta desde una perspectiva histórica, ya que no todos los personajes mencionados merecerían el mismo juicio moral según los estándares actuales o incluso los de su tiempo. Por ejemplo, la inclusión de figuras como Ulises en el Infierno por su curiosidad intelectual refleja una visión negativa del conocimiento que contrasta con el valor que se le da a la búsqueda del saber en muchas tradiciones filosóficas; la obra presenta una visión muy dogmática del cristianismo que no toma en cuenta la diversidad de creencias religiosas y filosóficas que coexistían en la época. La representación del castigo eterno para aquellos que no siguen las doctrinas cristianas puede ser considerada una exageración que ignora las complejidades de la fe y la espiritualidad humana. Este enfoque podría no reflejar adecuadamente las realidades sociales y culturales de un período en el que existían múltiples interpretaciones sobre la moralidad y la salvación.

La descripción detallada del Purgatorio y el Paraíso también puede ser vista como exagerada. Las visiones místicas y los estados del alma presentados por Dante son altamente simbólicos y pueden no corresponder a creencias teológicas concretas de su tiempo. Dante utiliza un lenguaje alegórico rico en símbolos para transmitir sus ideas, lo cual puede llevar a interpretaciones subjetivas e inexactas sobre los personajes y situaciones presentadas. La alegoría puede ser poderosa, pero también puede distorsionar la comprensión histórica al presentar eventos o figuras con significados que no se alinean completamente con las realidades históricas o sociales.

Entre los personajes que incluye Dante en su trama están: Bruto y Casio, estos dos personajes son conocidos por su traición a Julio César; la representación de su traición puede ser considerada exagerada, dado que su motivación estaba ligada a un contexto político complejo en el que luchaban por la libertad de Roma frente a lo que veían como un tirano. La simplificación de su acción a un acto de traición sin matices puede no reflejar adecuadamente las realidades históricas de su tiempo; Mosca dei Lamberti, influyente político florentino, es mencionado en el canto VI y se le asigna una condena por haber instigado la violencia en Florencia. La representación de Mosca como un sembrador de discordia puede ser inexacta, ya que su papel en la política florentina era más complejo y estaba relacionado con las luchas entre los Güelfos y los Gibelinos. Dante lo presenta como un villano sin considerar las dinámicas políticas más amplias que influyeron en sus decisiones; Sapia di Siena, aparece en el Infierno, donde es condenada por su orgullo y envidia. Sin embargo, la verdadera Sapia era conocida por sus acciones filantrópicas y su apoyo a los pobres, lo que contrasta con la imagen negativa que Dante presenta de ella. Francesca da Rimini y Paolo Malatesta, quienes son castigados en el segundo círculo del Infierno por su amor adúltero, es otra representación que puede ser vista como exagerada; Dante enfatiza el aspecto del pecado sin explorar las complejidades de sus circunstancias personales y sociales. La condena eterna por un amor que también puede ser visto como una búsqueda de felicidad resalta una visión rígida sobre la moralidad; e Ulises en el Infierno por haber buscado conocimiento más allá de los límites humanos, lo que se interpreta como un pecado de hubris (orgullo). Esta representación puede ser considerada inexacta desde una perspectiva moderna, ya que Ulises es a menudo visto como un héroe trágico cuya curiosidad e ingenio son valorados en otras tradiciones literarias. La condena de Ulises refleja una visión negativa sobre la búsqueda del conocimiento que no necesariamente era compartida por todos en la época medieval.

En la "Divina Comedia", el papel de Beatriz es presentada como un ser casi celestial, un puente entre lo humano y lo divino. Su papel es fundamental en el viaje espiritual de Dante, ya que actúa como guía en el Paraíso después de que Virgilio lo conduce a través del Infierno y el Purgatorio. Esta transformación de Beatriz en una figura casi divina contrasta con su existencia terrenal, donde era simplemente una mujer de su tiempo. La idealización de Beatriz refleja las normas culturales medievales sobre el amor cortés y la veneración femenina, donde las mujeres eran a menudo elevadas a un estatus casi angelical.

Beatriz no solamente es un personaje histórico; también representa conceptos más amplios dentro del contexto de la obra. Se le atribuyen cualidades como la sabiduría, la gracia y el amor divino; en este sentido, se convierte en una alegoría del ideal femenino en la tradición judeocristiana, simbolizando no solo el amor romántico sino también el amor espiritual que guía a Dante hacia Dios.

Esta función alegórica puede considerarse exagerada desde una perspectiva moderna, ya que reduce a Beatriz a un símbolo sin explorar su humanidad o sus propias aspiraciones: Trinomio femenino, donde Beatriz forma parte de un trinomio femenino junto con la Virgen María y Santa Lucía, cada una desempeñando un papel crucial en el viaje de Dante. Este enfoque resalta cómo Beatriz es utilizada para conectar lo terrenal con lo divino, actuando como mediadora entre ambos mundos. Sin embargo, esta representación puede ser vista como una simplificación excesiva de las mujeres de su época, al encasillarlas en roles específicos que no reflejan sus vidas reales ni sus complejidades

De manera concreta, la representación de Beatriz en la "Divina Comedia", es un ejemplo claro de cómo Dante transforma una figura histórica en un símbolo literario poderoso; que aunque Beatriz Portinari existió realmente y tuvo un impacto significativo en la vida de Dante, su imagen en el poema está profundamente idealizada y cargada de simbolismo religioso y filosófico. Esta dualidad entre la realidad histórica y la representación literaria invita a reflexionar sobre cómo las figuras históricas pueden ser reinterpretadas y transformadas a través del arte y la literatura.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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