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Entre los informes de la (FDA) estadounidense, que afirma la inexistencia de base científica para considerar a la marihuana medicinal y los que impulsan la legalización de la marihuana para sus beneficios económicos, existe un mar de incertidumbre, que confunde y desorienta.
Reposan en mis archivos sobre el tópico de las Drogas, informes de la Agencia Federal estadounidense (FDA), que regula los productos alimentarios y farmacéuticos, donde se afirma que no existe base científica alguna que justifique el uso medicinal de la Marihuana.
Según esos estudios que datan de 2001, la FDA, afirmaba:
"….ningún estudio científico serio demuestra la utilidad medica de la marihuana", para tratamientos en los Estados Unidos y ningún dato humano o animal apoya la inocuidad la eficacia d la marihuana para uso médico general.
Agregaba el informe:
" …hay solidas indicaciones que ponen de manifiesto que fumar marihuana es nocivo".
Es decir que de acuerdo a ese informe de (FDA), el uso de la marihuana carece de justificación científica.
Sin embargo, a pesar de ese criterio, en lo Estados Unidos, había once estados que autorizaban, por referéndum o votación parlamentaria, su uso, para tratamiento de Sida, Cáncer, Glaucoma y la esclerosis múltiples.
Así estaban las cosas, hasta que en en 2022, el presidente Jo Joe Biden, sin que la prensa publicará el basamento de su pedimento:
"En 2022, el presidente Joe Biden pidió al secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Xavier Becerra, y al fiscal general que iniciaran el proceso administrativo de revisión de la clasificación de la marihuana según la legislación federal"
Desconocemos, porque de eso no se habla, cuales fueron las motivaciones de esa solicitud, no sabemos si por presiones de grupos que pretenden sacarle provecho económico a la comercialización de la marihuana o por la impotencia estatal de poder controlar el consumo de la misma y otras drogas.
Posteriormente:
"La subsecretaria de Salud del HHS, la almirante Rachel Levine, escribió en agosto una carta a la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en la que apoyaba la reclasificación a la Lista III, una lista que incluye "drogas con un potencial de dependencia física y psicológica de moderado a bajo", como la ketamina, la testosterona y el Tylenol con codeína".
En esa lista se incluye, como se puede apreciar "drogas con un potencial de dependencia física y psicológica de moderado a bajo", pero en ningún momento se establece que tienen propiedades medicinales.
Sin embargo desde 2023: Alaska, Arizona, California, Colorado, Connecticut, Illinois, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Missouri, Montana, Nevada, New Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Rhode Island, Vermont, Virginia y Washington. Los últimos en sumarse a la legalización fueron Delaware, Minnesota y Ohio, son territorios donde la legalización de la marihuana está vigente.
Es decir, que en esos estados el consumo, la producción y la comercialización es permitida, aunque no sabemos todavía, si la (FDA) ha establecido nuevos criterios al respecto, ni que organismo oficialmente autoriza a nivel de todo el territorio estadounidense la legalización de la marihuana.
Históricamente en ese país, la relación sociedad-marihuana ha sido de amor y odio. Ha habido períodos donde se comercializa y otros donde se ilegaliza, otros de su uso ero a nivel textil etc. etc. Pero ahora, por lo que observamos la tendencia es la legalización. No sabemos si esto es la puerta de entrada a otras drogas que no pueden controlar debido a su uso masivo.
Lo cierto es que los Estados Unidos, está clasificado por los organismos internacionales especialistas en la materia, como el país mayor consumidor de drogas en el mundo, hecho que genera estragos sociales como los que nos presentan los portales internacionales de noticias, donde sus grandes hoteles turísticos, y ciudades emblemática, tienen ya, instalaciones de ciudades portátiles con carpas donde viven miles de drogadictos abandonados de toda asistencia estatal.
Todavía reposan los informes de los propias instituciones medicas y especializadas en drogas de los Estados Unidos, donde señalan los daños que produce el uso de la marihuana sobre todo en el sector juvenil y en general daños a la función cardíaca, pero pareciera que prevalece más, utilizarla para la obtención de recursos económicos.
Lo cierto es que el tema amerita un debate a profundidad. No sabemos si la actual debilidad y la falta de vigilancia de los organismos internacionales frente al tema de las drogas es lo que está permitiendo, que cada país, imponga sus propios criterios sobre el tema, generando un clima de caos e incertidumbre, que será aprovechado por los que ven en las drogas un verdadero negocio redondo.