Aristóbulo Istúriz Almeida y la educación en línea

Aristóbulo, parece que el estado nacional se equivocó cuando creyó que, la educación en línea, era la varita mágica, que iba a prescindir de los educadores. Pues no, la educación en línea requiere un trabajo más directo entre alumno y profesor, ambos deben poseer: tiempo, herramientas y una alta formación tecnológica, para abordar la educación en casa. Se requiere de un profesor con más horas de dedicación y de mayor formación tecnológica, que el que teníamos antes de pandemia.

Sé que, tus ocupaciones te hacen entrar en esas equivocaciones, ya que desde hace rato no te asomas por una escuela, pues te cuento, que en los colegios privados, en donde los padres son de la clase media sobreviviente, es común escuchar al profesor y alumnos, cuando tratan de comunicarse en línea para sus clases virtuales, algunas frases y oraciones: "me escuchó", "se enlazó" "le repito, ya que la señal no es buena", "no se metan todos, porque sobrecargan el servidor", "si se les descarga, la clase está grabada", "disculpe el corte". Ello, se da en un colegio privado donde, todavía por ahora, el costo son 20 dólares mensual. Alumnos y profesores se "conectan" en internet cuando pueden; allí estamos los de la clase media empobrecida; los que sobrevivimos por las remesas o de algún ahorrito que nos dío, el hecho, de haber estado en una clase media, en donde éramos "ricos" y no nos habíamos dado cuenta.

Aristóbulo, a los cortes y vaivenes, se une un factor interviniente que se llama "alta tecnología", acción esta última que está relacionada, con algo que se llama economía, "capital de trabajo"; cantidad, necesaria de recursos para una empresa o institución financiera para realizar sus operaciones y actividades con normalidad a corto plazo.

Hay otros colegios privados más en línea con la modernidad, donde estudian los hijos de los ricos, allí amigo Aristóbulo, esos corte y vaivenes se reducen al mínimo. Esta diferencia, se debe a que estos últimos: Colegio, padres e hijo o hija, tienen a su disposición la cantidad necesaria de capital para sostener alta tecnología; tablas de última generación, antenas especiales para internet, tanto en casa, como en el colegio, aplicaciones vía Zoom, baterías especiales por si se les va la luz; para no hablar de tutores personalizados; produciéndose una vorágine económica y tecnológica, remolino de gran fuerza e intensidad que permite el encuentro alumno-profesor adecuadamente, tecnologías que no se dan en la interacción alumno- profesor, de la clase media empobrecida de mi país; de los que fuimos ricos y ya no somos.

Estos colegios cobran entre 40 a 50 dólares mensual, más los aportes extra, de obligatoriedad de los padres y, una tecnología a disposición de los alumnos por su gran disposición económica, allí se da el capital necesario para que las operaciones en línea se den con efectividad.

Estos colegios, los de clase media empobrecida, cobran a los representantes, la cantidad de 20 dólares, pagan a sus profesores entre 60 a 120 dólares, brindan servidores de mediana capacidad, fluido eléctrico intermitente, computadoras a nivel de colegio a los profesores facilitadores y hasta ahí; de ahí en adelante empieza el drama de los padres, alumnos, profesores, con flujos eléctricos interrumpidos, internet de cantv y equipos de baja tecnología.

En los colegios de alta gama, las de los hijos del valle, allí un profesor puede estar entre 80 y 160 dólares, el colegio les brinda un servidor de última generación, fluido eléctrico permanente, una computadora portátil para que lleve para su casa, equipos y medidas de bioseguridad permanente y obligatoria bioseguridad, semanal: Doble mascara, un frasco de alcohol 95 % brindado por el colegio, una maquina con biolaser a la entrada y desinfección de todo el colegio.

Como vez, entre una clase media empobrecida y los ricos, se da un panorama educativo, que sumados, solo goza, un 20 % de los niños de mi país, de ello están contestes los jefes de zona educativa y de hecho voz. Amigo Aristóbulo, pero te llenan de errores ideológicos y sabes que la vaina va mal, pero dices que está bien.

El 80 % de los niños y jóvenes de mi país, carecen de profesores, ya que los sueldos y bonos que brinda el estado no le alcanza, ni para el pasaje; no ganan más de 5 dólares, sueldo de miseria. Se carece de tecnologías de punta, de los servicios para mantener esa tecnología, de bioseguridad; ello aleja a los niños pobres, de los sueños del maestro Prieto Figueroa.

En este momento y en estos últimos 4 años, nuestra educación pública, media y universitaria, el derecho humano de la educación. es una oferta engañosa, ya que carece de los mecanismos para su aplicación; carece del capital de trabajo necesario para que nuestras instituciones públicas, realicen sus operaciones y actividades con normalidad a corto y mediano plazo.

Ningún profesor, ni niño de la educación pública posee el capital y, de hecho, las tecnologías, que nos exige la pandemia y, cosa que si se les brinda a los profesores e hijos de los ricos; por ello las declaraciones de "en pandemia, el gobierno garantiza una educación desde casa" es una falacia, violentándose así el estado social y derecho que nos rige.

Aristóbulo, la realidad es que nuestros niños y jóvenes pobres, están en desconcierto; padres y madres estamos tristes. Ante ello, sé que tienes el ingenio, para hacer que algunos abran los ojos, y miren nuevos caminos. No hagas del maestro Prieto Figueroa, solo un cliché en tu discurso; arréchate y sácanos de este caos.

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Gabriel Omar Tapias

Investigador

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