Para qué paradigmas para qué educación

"Una persona bien educada constituye un problema menos."

Las reflexiones sobre los paradigmas y la educación siempre sugieren en las personas la búsqueda de alternativas y soluciones a los problemas en la sociedad, donde se debe saber convivir, resolviendo los conflictos de manera efectiva. Es por ello que la importancia de la educación adecuada a la cultura y la historia de las naciones y sus individuos, mientras más y mejor formados, estarán más y mejor informados, y serán ciudadanos responsables y contribuirán positivamente a su entorno, que en lo social se traduce en un mayor nivel de empatía y comprensión, lo que reduce los comportamientos conflictivos. De ahí que entendamos que los pparadigmas, vocablo acuñado por Thomas Kuhn, "La estructura de las revoluciones científicas", que expresa siendo: "un sistema de creencias, principios, valores y premisas que determinan la visión que una determinada comunidad científica tiene de la realidad, el tipo de preguntas y problemas que es legítimo estudiar, así como los métodos y técnicas válidos para la búsqueda de respuestas y soluciones". Los paradigmas son políticos, económicos, ideológicos, ecológicos, pedagógicos, psicológicos, de todo orden, y de la ciencia de las ideas -concepto básico de ideología- como matriz fundamental del pensamiento universal, siguiendo a Aristóteles y Heráclito en el paradigma de la dialéctica que preside rigurosamente la esencia del método científico, en alusión a las causas y efectos de los fenómenos. Actualmente el estudio de la dialéctica ha sido menospreciado desde los sectores de intelectuales inmersos en el atractivo tecnocientífico, mientras que la dialéctica llegó a ser considerada la diosa de la razón, de la filosofía y las ciencias políticas, económicas y sociales. Desde el marxismo y el materialismo dialéctico e histórico, Marx y Engels, después de Hegel, le atribuyen la única alternativa frente al capitalismo. Al caer el Muro de Berlín, los paradigmas que sustentaron al socialismo de Estado, se vinieron abajo, no así la pobreza y menos los pobres, sobre quienes se sostiene el modelo y modo de producción capitalista.

Ante tales referencias que nos remiten a momentos donde se estudia el diálogo entre facciones diferenciadas por los paradigmas subyacentes, que en ocasiones llegaron a crear conflicto y antagonismos por sus posturas y propuestas que vienen de visiones opuestas al conjunto de atribuciones y circunstancias. Además, están quienes sostienen el propio modelo en medio de controversias, y que obedecen decisiones de sectores aspirantes a la acumulación de capital, en desmedro de los muchos que permanecen en la pobreza producto de la estratificación social, segregados y a vivir marginados, a los que se les imponen paradigmas forzosamente, sin reconocerles ni siquiera sus culturas, ni la historia, y menos el espíritu y la letra de las leyes, en atención a la democracia la cual convida a trabajar para el pueblo, con el pueblo y por el pueblo, en justicia y libertad de oportunidades para progresar y desarrollarse, participando y siendo protagonistas de su propio destino.

El lograr instaurar la democracia ha tenido un alto costo, mucha sangre, sudor y lágrimas vertidas por alcanzar tales ideales en la sociedad global y perfecta. Ha sido una espera larga e infructuosa, que expone las responsabilidades de los altos exponentes de la política en el mundo, del compromiso que tienen de cumplir y hacer cumplir las leyes, respetar los derechos y atender a los deberes, en un marco jurídico y de justicia, donde todos estamos ajustados siendo sujetos sujetados por el sistema capitalista o socialista.

Entre consensos y disensos, con las diferencias de criterios, ideas y pensamientos distintos, y hasta disidentes, como parte de una realidad variable donde se gestan prolongadas sesiones y parlamentos, donde se confrontan posiciones, prejuicios, dogmas. Y al superar escollos, y los representantes buscando beneficios para sus representados de todas las toldas políticas y entidades respectivas, individuales y colectivos en la sociedad del discernimiento oportuno, frente a los múltiples enfoques desde muchas miradas críticas, reflexivas, para que juntos y desde la academia y las ciencias, se procuren avances y posturas que mejor garanticen a la ciudadanía. Situaciones y demandas reales en sus afectaciones por las opresiones, las represiones y arbitrariedades contra todos los que opinen distinto y contra los criterios gubernamentales, cuando se desvían de sus objetivos. Esto se debería zanjar poniéndonos de acuerdo en la procura de resolver los graves problemas acumulados, y el grave daño que se le hace a la nación al entregar sus recursos, el de toda la nación, por intereses ajenos y contrarios a la República Bolivariana de Venezuela, que como hasta ahora solo ha beneficiado a las minorías con las rentas públicas, en detrimento de las mayorías, en tiempos que se agravan por conflictos sociales internos y en toda la aldea global, donde se demandan muchos beneficio para los que cada vez son más pobres, en atención a las justas demandas y reclamos que no son escuchados, por lo que se requiere alzar las voces de protesta frente al ejecutivo, que obligue a que los que más tienen, incluyendo a la burguesía revolucionaria, aporten más para el rescate del planeta y de la población mundial.

Vivimos en un laboratorio donde se nos somete a pandemias, guerras, padecimientos, que lejos de cesar aumentan, afectando la calidad de vida, poniendo en peligro de extinción a la especie humana, según los expertos estaríamos asistiendo a la sexta extinción en la Tierra, en la cual toda especie existente sufrirá los embates de la crisis y cataclismos, que no dejarán vestigios de que haya habido existencia de vida inteligente que ocupó este planeta. Sin desarrollo sostenido, como ha quedado demostrado desde hace mucho tiempo, como nunca antes de la época de la industrialización y el progreso prometido, con la ciencia y la tecnología promovida a través de la educación, el conocimiento y el saber en general, cuyo alcance ha sido extraordinario en atención hacia todos los niveles, y cubrir las ingentes necesidades de la población mundial, siendo un total fracaso en tal paradigma global y trascendental, puesto que ha sido el pragmatismo develado pero devaluado por las promesas incumplidas, y solo ha quedado en pie la esperanza cifrada en la gente que espera y aspira a que se eleve la conciencia en quienes tienen las mayores responsabilidades, y que dejen de seguir engañándonos, desobedeciendo lo que plasmamos en la Constitución de la República de Venezuela, en las leyes, normas y reglamentos que nos asisten por escrito, pero que por falta de un código de ética personal, se ha enlodado la moral y buenas costumbres, necesarias para que exista derechos y garantías que se cumplan, que sean cumplidas por todos y cada uno en Venezuela, y se demuestre que hay voluntad de enmienda y de cambio para bien.

Urge que los magistrados estimen necesarias las apelaciones diarias por parte de los que manifiestan a viva voz y por escrito, frente al Estado, que se acostumbró a hacerse de la vista gorda, y sin rubor ninguno, maniobran desde la manipulación, mientras el barco de la nación va a la deriva, con los motores apagados y dejándose arrastrar por las corrientes adversas al reclamo del pueblo expresado en las urnas electorales, que con todo descaro y cinismo, han desconocido, cohonestando una afrenta pública y notoria, de cara a los observadores internacionales que han exigido al gobierno, asuma su responsabilidad, y no con las fuerzas públicas arremetiendo contra el pueblo y la población civil, mostrando el lado oscuro y su rostro fascista, exagerando una grotesca simulación de hechos punibles, sin asidero legal por ilegítimos, presentando hechos dolosos y culposos, que se suman a otros recursos de nulidad y que se demandan en las instancias internacionales, ya que a lo interno no se respeta el estado de derecho constitucional, por estar secuestrados los poderes públicos bajo un golpe de Estado por parte de una cúpula insolvente acuñada en el poder a juro y a la fuerza, con el mismo talante del caudillismo decimonónico que arrebataba con los gendarmes necesarios y un autoritarismo equivalente a los regímenes dictatoriales. Es lo que estamos presenciando desde la administración pública en Venezuela desde el segundo mandato de NiMaMo, que se ha incrementado después de las elecciones del 28J24.

Los recursos de amparo entre marchas y contramarchas y la gente en la calle demandando cese la represión y se liberen a los presos de conciencia, que en su mayoría le exigen al régimen de NiMaMo y sus aláteres, cesen las circunstancias sobrevenidas por la serie de errores cometidos y el evidente desgaste y agotamiento de propuestas creíbles que no han sido aplicadas, y no haber podido dar pie con bola, para sacar al país de esta debacle, donde 7 millones de connacionales se encuentran fuera del país, y 2400 presos, y del resto de la población, la mayoría adversa al gobierno por torpe y por autócrata, moviéndose en dirección diametralmente opuesta al consenso desde el chavismo que se mantuvo durante 20 años continuos de la mano de Chávez, lo cual está negado actualmente por parte de los nimamistas, los burgueses revolucionarios, junto a las elites económicas y financieras del país, y el favoritismo frente a los entes privados a los cuales se ha favorecido, así como a las trasnacionales que invierten sus capitales, que no se revierten en beneficio para el pueblo, sino para las macollas del alto gobierno, donde se evaporan los recursos entre la corrupción y el burocratismo rampante.

Sin educación, sin principios ni valores, sin ética ni conciencia, no hay posibilidad de alcanzar los derroteros de una patria, cuando a lo que se aspira es al quítate tú para ponerme yo, donde se sigue acatando lo que se dice está escrito en la constitución, sin que se acate su espíritu y razón. Con tales falencias, es inútil pedir que se reconsidere sobre la legalidad, el presentar las pruebas de que NiMaMo haya ganado limpiamente las elecciones, porque la realidad es otra, y hasta ahora no se han presentado las actas, los escrutinios, las evidencias de que no ha habido fraude, y en vez de lo pertinente, juegan a lanzar potes de humo para que la gente se distraiga y ellos, los que se aprovechan de la ignorancia, avanzan haciendo piruetas y manteniéndose en los cargos, acomodados con los recursos que manejan a discreción, para favorecer a unos pocos, los necesarios para tener bulto, y aparenten tener seguidores, que solo sirven para las fotos del día.

Dónde queda la orientación pedagógica en todo esto, Occidente se precia de sus paradigmas, de ser la democracia la que impera, manteniendo las tradiciones y las costumbres, que vienen de lo recóndito del pasado, con las cuales se formaron las generaciones, que son las que hoy está de capas caídas ante la avasallante circunstancias de una representación más joven, con una educación más pragmática y menos proclive a la ecuanimidad, un elemento a considerar cuando de personas se trata, en un mundo donde la demografía va en extenso y las capacidades de dar respuestas a las demandas de las necesidades más sentidas, brillan por su ausencia, porque se requieren de respuestas a la búsqueda constante y que es permanente en los pueblos, porque en la práctica los paradigmas tienen que marchar con la dinámica de los tiempos de cambios drásticos en la sociedad actual y de cara al futuro inmediato, donde se debe enseñar para aprender cómo enfrentarlo para beneficio de todos y todas, con conocimiento de causa. Sin tales premisas, puede haber mucha teoría de por medio, pero los males no amainarán, sino más bien se incrementarán, aunque en lo fundamental este es el nuevo tiempo de la luz sobre la oscuridad. Amanecerá y veremos cuánto hemos avanzado en la dirección correcta.



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Franco Orlando


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