Huida de la libertad: Estudiantes oposicionistas enajenados

El espectáculo que dieron ayer los estudiantes oposicionistas en la Asamblea Nacional fue por lo menos patético. Ese comportamiento es digno de ser analizado por psiquiatras, psicólogos, sociólogos, antropólogos y unos cuantos otros ___logos (complete usted el espacio en blanco). Aunque no me considero ninguno de ellos echaré mano a mi “psicología folklórica”. Esa psicología formada por todas nuestras explicaciones que nos formamos como personas comunes y corrientes para comprender la forma de comportarse los seres humanos. Ella se diferencia de la psicología académica, la que hacen los doctores en las universidades.

Un ejército de politólogos, y de otros expertos, salió en avalancha a copar las ondas hertzianas para explicarnos por qué los gloriosos jóvenes oposicionistas realizaron el acto heroico de no prestarse para el circo que, según ellos, montó el Gobierno Bolivariano. Para los estrategas del oposicionismo esa fue una jugada maestra de la guerra suave, dejaron al enemigo en el campo sin contendor con quien pelear. Luego, los periodistas mercenarios enfilaron sus baterías en contra d elso estudiantes bolivarianos, descalificándolos, insultándolos, en fin, menospreciándolos. A ellos les digo, no funcionó. Sus explicaciones a porteriori, sus intentos de explicar lo inexplicable sólo será escuchado por un pequeño sector del oposicionismo. Hasta los padres de los jóvenes, y no tan jóvenes, que fueron a la Asamblea, y los que fueron y no entraron, están arrechos con ellos. Le faltaron las bolas que tuvieron sus padres para defender la IV República. Por otro lado, los mismos estudiantes dieron una rueda de prensa para justificar su actitud. Stalin dijo que no lo dejaron entrar. Una estudiantes de la UCAB dijo que no aceptaba las cadenas y que no querían debatir porque ellos no lo solicitaron. Todos estos argumentos fueron desmontados anoche por Mario Silva en el programa La Hojilla. Primero, vimos a Satlin llegar tarde a la Asamblea y rechazar la invitación que le hacían funcionarios de la misma para que ingresara a la sala. Satlin se negó a entrar y manifestó que confiaba en sus amigos que adentro estaban. Segundo, en la carta que enviaron los estudiantes oposicionistas a la AN solicitaban que, palabras menos, “El debate fuera transmitido por todos los medios de comunicación públicos y privados”. Es decir, solicitaban un DEBATE y que éste fuera transmitido en CADENA NACIONAL. Estos estudiantes, como buenos hijos de la IV República, son unos mentirosos.

Erich Fromm, en su libro Psicoanálisis de la Sociedad Capitalista, dice que en cierto punto de la historia de Europa fue comprensible que los ciudadanos buscaran escapar de la libertad que les ofrecía el nuevo régimen político, que surgió con el capitalismo. Estos buscaban una nueva seguridad en la sumisión a un jefe, a un grupo étnico o al Estado. Algo así pasó con la clase media venezolana que celebró la llegada del dictador Carmona Estanca. Todos hemos visto muchas veces el festín en Miraflores cada vez que se anunciaba el cercenamiento de una parte del sistema democrático. Celebraba esa clase media la llegada de la seguridad, de su seguridad, celebraba el fin de la libertad de los otros que ponía en peligro la suya. En estos días hemos visto como un canal de televisión privado estuvo anunciando durante de dos semanas el fin del mundo, el egocentrismo de la burguesía les lleva a pensar que el fin de la concesión para explotar para su propio beneficio una concesión significa el fin de la empresa privada. Y usa su poder mediático para enajenar a un amplio sector de la clase media y hacerle creer que su pérdida es una pérdida para todos. Muchos televidentes lloraron durante quince días con las muy bien entrenadas actrices y actores, quienes seguían un libreto escrito en otras tierras, por algo que le hicieron creer que era suyo. No faltó quien declarara que RCTV era patrimonio cultural de Venezuela. Bueno, cada grupo social tiene el patrimonio cultura que se merece. Volvamos con los estudiantes opocisionistas. Ayer demostraron, los hijos de la IV República, que más fuerte es el narcisismo que la relación con otros. Al eludir la confrontación verbal, el debate público con el otro, al cual desprecian, demuestran que sólo funcionan cuando hablan solos o entre ellos mismos. Ese grito pidiendo libertad no es más que una expresión de rechazo a la libertad del otro, el diferentes, a quien no aceptan como sujeto de derecho. La libertad es su libertad, y esa libertad personal sólo se logra oprimiendo al otro. Su visión de la democracia se basa en esa concepción de la libertad. Su democracia, es eso, suya, no de los demás. En su democracia los demás no tiene cabida. En esa democracia realmente se le huye a la libertad plena.

Julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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