No me extraña el comportamiento que en la asamblea nacional, manifestaron unos individuos que como simples marionetas y obedeciendo a un plan generado en conciliábulos, fueron al hemiciclo a echar un polvo más rápido que el de gallo apurado y a dejar en entredicho y en mala forma a los hacedores de guiones desestabilizadores del gobierno de nuestro comandante Hugo Chávez.
Y digo que no me extraña, porque esos comportamientos sumisos y groseros son propios de este tipo de educación que aun se imparte en nuestras instituciones educativas, que lejos de buscar la formación de un ser humano realmente auténtico lo único que ha servido es para forjar un ser domesticado y fácil presa de la mediocridad y de la ignorancia. Una educación que en sus fines y objetivos solo pretende la formación de hombres mecanizados y consumistas, carentes del más hondo humanismo.
Esa es la miseria mental que ha producido esta educación venezolana y que se traduce en desamor por la patria, en odio y fobia hacia los pobres, en loas y adulancias al que más tiene, en emular comportamientos y culturas foráneas, en desprecio por nuestras costumbres y nuestra identidad nacional. En fin, un ser al que hay que tenerle un árbol preso entre rejas para que no lo destruya, al que hay que obligarle mediante leyes resorte a que escuche un joropo o un galeròn.
Seres como ese dirigente estudiantil llamado Smolansky, con un apellido tan vernáculo y venezolanista que señaló, a través de un programa televisivo, que una de las razones que le impulsaba a protestar contra el gobierno era el hecho de que el pueblo estaba sufriendo por habérsele quitado esos programas edificantes y constructivos como Radio Rochela y los culebrones melodramáticos de ese canal golpista que en buena hora fue enterrado.
Que absurdo y que triste. Son estos individuos los que van a la asamblea nacional a decir que son la esperanza y el futuro de la patria. Cual futuro? Cual patria? Un futuro hecho pasado y lleno de fracasos? Una patria que siga siendo explotada y deshumanizada?
Hay la necesidad de un hombre nuevo y más que nuevo de un hombre más humano. Un hombre que con palabras articuladas y con mensajes de aliento libertario y progresista, pueda expresar la belleza que en su estructura geográfica y humana tiene este país. Un hombre que pueda enternecerse ante el canto disonante y ritual de un humilde cucarachero, que pueda alzar su mirada para divisar en lontananza el estertor agónico de un ocaso, y que sea capaz de conmoverse ante el dolor ajeno y hacer jolgorios con la alegría de los desposeídos.
Ayudemos a nuestro comandante en el surgimiento de ese hombre nuevo. Es eso lo que ha empezado a hacer. La tarea es dura pero los logros serán maravillosos. Y a estas hienas que están al acecho diurno y nocturno para caer sobre el cuerpo de la patria para seguir destrozándola cerrémosles sus fauces hediondas y procaces con la razón que nos asiste y con las armas que sean necesarias.
Y por último dejemos a estas marionetas estudiantiles que fueron a la asamblea nacional, hundirse en su propia mierda, porque con su deprimente actuación de que la cagaron, la cagaron.