En el venidero mes de mayo se elegirán las autoridades de las distintas instancias del gobierno universitario en nuestra máxima casa de estudios. Nuevamente vemos como las autoridades de hoy, son las de ayer, siendo su proceso de ascenso de manera gradual pero ininterrumpida, hasta llegar hasta las altas cúpulas del poder ucevista. Evidentemente, tantos años en el poder le otorgan a estos personajes la posibilidad de relacionarse y acceder a los recursos que pertenecen a toda la comunidad, pero que ellos pueden manejar con discrecionalidad, aduciendo una administración eficiente de los mismos, actitud que no es sorprendente en el seno de la derecha facista que caracteriza a las autoridades de la UCV, que en su mayoría aspiran ser reelectos e incluso están postulados a cargos de más alto nivel, pero que igual causa repudio en los sectores revolucionarios, progresistas y de izquierda que muy a pesar de ellos hacen vida en la universidad.
Estas autoridades, amparadas por un marco de “autonomía” utilizan personal de la institución, vehículos, información confidencial de los miembros de la comunidad (tales como la dirección de correo electrónico y números telefónicos de habitación), así como medios de comunicación intra y extrauniversitarios, con el objeto de “presentar su propuesta” o “discutir la situación del país”, lo que dicho en términos más criollos, equivaldría a hacerse propaganda. Esta actitud no sólo es antiética, sino que también es ilegal, pues implica cometer peculado de uso. Es decir, aprovechar en pro de su beneficio personal su posición para utilizar recursos y ventajas que sólo están autorizados/as de administrar.
Es así como desde hace casi dos meses, los miembros de la comunidad universitaria nos vemos hostigados a diario con mensajes de correo electrónico, llamadas telefónicas, invitaciones de asistencia obligatoria para el personal administrativo, así como de reportajes y noticias en los distintos impresos que circulan dentro del campus, orientados a presentar los “logros” , en los que vienen coladas “propuestas” de las autoridades que nuevamente aspiran a cargos dentro del gobierno universitario y que sin ningún decoro, a partir de la información privilegiada a la que tienen acceso, hacen proselitismo político al más puro estilo cuartorrepublicano, violentando la privacidad y la libertad de opinión de quienes no comparten su propuesta y, de los que aún compartiéndola, no justifican en modo alguno este proceder. Adicionado a eso, en los últimos días, no sólo utilizan nuestra información personal de contacto dentro del campus, sino que la proporcionan a encuestadoras. No es extraño entonces que unas autoridades que defienden el claustro y las políticas de ingreso excluyentes, sean los protagonistas del peculado de uso y nos pretendan bombardear con el discurso de la “democracia”, la “autonomía” y la “libertad”.
Aún cuando estos/as
candidatos/as planteen el proceso electoral en términos de juego
sucio, los sectores progresistas, revolucionarios y de izquierda no
utilizaremos esto como excusa para hacer lo mismo. Ello equivaldría
a violentar nuestros principios, que por concepto no son negociables.
Nos limitaremos a presentar las propuestas y hacer la propaganda dentro
de las regulaciones establecidas por la Comisión Electoral de la UCV
con la transparencia y ética en el manejo de los recursos que nos caracteriza,
aunque sepamos que nuestros contendores auspiciados por la derecha son
ventajistas. Allá ellos.
Dr. Pedro García Avendaño
Sociólogo-Antropólogo
Candidato a Decano de la FaCES