Aprovechando la apertura de un debate conducido por Aporrea, quiero comenzar mi contribución planteando la necesidad que se tiene de sincerar sin tapujos ni miedo, todo lo concerniente a situaciones y deficiencias graves que muchos no captan y otros, sobre todo los interesados en que esto se caiga, tratan de seguir ocultando, sin mencionar a los que por agradecimiento o fanatismo cierran los ojos ante lo evidente. Pienso que lo primero que tenemos que hacer es dejar claro, ante todo a los que están con el Proceso Bolivariano, que no hay excusa que valga para que con los recursos y el material humano con que se ha contado, no se hallan logrado los objetivos esperados, o que al menos algunos indicadores muestren que vamos en buen camino para lograr la mayor suma de felicidad posible
Por todo lo anterior le envío esta reflexión al compatriota Ángel V. Rivas, que replicó a un artículo con el suyo titulado “A los llorones del tren del Metro”, que es una de las deficiencias que el oposicionismo esta tomando como bandera:
Compatriota, sobre los trenes seguidos quiero informarle que cuando se inició el servicio se publicitó, que cada 3 minutos los usuarios tendrían un tren a disposición, después por muchas razones se llevó a 6 minutos y en estos últimos años es difícil saber cuanto tiempo habrá entre uno y otro por las diversas fallas en el recorrido. Fallas que bajo una buena administración y un equipo altamente ético y calificado deberían ser tan mínimas que el usuario no pueda sentirlas. Por ejemplo, el mal funcionamiento de una escalera mecánica no puede taparse con la excusa de los años de uso, la tardanza de los repuestos, ni el aumento de los usuarios; la única razón para que esto pase es la falta de planificación, la incapacidad y la desidia de la gerencia y de quien la manda.
Sin embargo lo mas grave en este escrito es que refleja un comportamiento que nos debe llamar a la reflexión; ver o hacer ver, que un ser humano debe acostumbrarse al irrespeto, al maltrato, a las incomodidades y abusos aberrantes de terceros; es casi como aceptar que debemos darle cabida a la parte animal que llevamos por dentro y dejemos; el raciocinio, la maravilla de pensar, y la conciencia de que somos la parte más importante de la única nave que nos contiene a todos. Es como desechar ese mensaje de sabiduría que dice “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”, pregunto: ¿a cuantas personas le gusta que le peguen los “bojotes atrás”?
Pareciera que a veces sabemos aplicar el socialismo cuando reconocemos que todos somos iguales como personas y que nadie tiene sitios exclusivos, ni numerados en el espacio; pero la confusión del compatriota nace, cuando trata de inducir, que se debe aceptar algo malo porque sale más barato, es decir, la concepción del socialismo se cae por el suelo, cuando lo monetario supera la mayor suma de felicidad posible, o cuando utiliza lo que es un derecho humano y obligación de las personas que elegimos, como argumento para aceptar las deficiencias e ineficiencias en cualquier área prioritaria.
Antes de finalizar dejo esta reflexión: si una persona se ocupa hasta de lo que no le concierne directamente; si es el único que crea misiones sociales, inaugura obras y obritas; y sólo cuando esa persona habla es que se comienza a pensar en hacer las cosas; y si esa persona no deja que otros realicen sus proyectos sin antes enseñárselos, aunque sean miles los proyectos; y si esa persona es el único vocero del proceso y todo su equipo solo aplaude y nunca difiere aunque sean faltas de respeto; y si a esa persona, no se le hace necesario consultar al soberano para tomar decisiones fundamentales ¿a quien cree usted que culparía ese soberano cuando exista una deficiencia? Hay que ser claros, este es un país con una cultura presidencialista que ningún gobernante ha querido cambiar. Lea como algunos firman con Chávez todo sin Chávez nada y tendrá la confirmación de este mal que nos aqueja.
“Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, este Estado no debería existir”
. (Bolívar)
Ojalá no sólo crecieran los llorones por las derivaciones de las raíces, sino del tronco mismo para que no se tuerza en le camino de dignificar a la Patria. Talento y creatividad es lo que sobra entre los venezolanos, lo que pasa es que los manejadores de gente no permiten que se desarrollen y el que trate de hacerlo, de darlo todo por su país, América o el mundo, los intrigantes le aplican la máxima como le ocurrió a Jesús de Nazaret, Simón Bolívar, Gandhi y muchos otros que lo intentaron y a los que siguen intentándolo.
Hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las Repúblicas
(Bolívar)
Algunos aportes para solucionar o a minorar los efectos de algunas necesidades prioritarias:
Para el transporte en general: reorganizar los horarios y legislar de manera que los empleos sean ofrecidos con prioridad para los más cercanos a la sede donde se desempeñe.
Para el metro: una gerencia capacitada con demostrada eficiencia y conocimiento de la materia, preferiblemente seleccionada del personal interno y actitud socialista.
Para los autobuses y autobusetes: control de horarios y cantidad de vehículos en cada ruta; aplicación rígida sobre el uso de paradas y condiciones mecánicas de las unidades.
Para la vivienda: volver a tomar la idea de nuevas ciudades pero con todos los servicios, no un desierto y sin medios productivos para la generación de empleos. Cautivar a las comunidades con la idea de ser participe en la construcción de su nuevo hogar y cofundador de su ciudad.
Para la educación: incluir en todos los niveles, de forma continua, la educación ciudadana acentuando las virtudes de la honradez, el respeto y el buen trato a sus semejantes. Enseñándoles desde niños lo que significa servir y ser útil a la Patria, equiparando este saber a las ciencias y las matemáticas.
La enseñanza de las buenas costumbres o hábitos sociales es tan esencial como la instrucción. (Bolívar)
Para la inseguridad y la convivencia:
Controlar la inmigración para que todo el que llegue, contribuya en el desarrollo del país sin ser una carga para el Estado; ni pueda transmitir el mal vivir, o deforme la idiosincrasia del venezolano. Sin que esto signifique el rechazo de cualquier ser humano que desee vivir en nuestro suelo patrio.
Promover la tolerancia a quienes piensan diferente a nosotros, sin que esto signifique tranzar con ellos, todo lo contrario la victoria estará en convencerlos, con hechos y no palabras, de que uno de los caminos que nos acercará a la mayor suma de felicidad posible es el Socialismo Bolivariano.
Un verdadero y profundo cambio dentro de la gerencia a cargo de aplicar la ley y el orden, no hacer lo que hizo un alcalde mayor, que no acabó con lo que tenia podrido hasta el nombre y sigue contaminando a los nuevos funcionarios con los viejos vicios, de hacerse la vista gorda ante un delito o aplicar la matraca.
Como medida general: buena remuneración para todos los funcionarios públicos, pero con una supervisión y exigencia máxima, en sus responsabilidades y trato con los ciudadanos.
luisdiaz152@yahoo.es