Hace poco en un escrito, echándole vainas a Julio Andrés Borges, dije que estando él en una hipotética consulta con Ramos Allup, se notaba aprehensivo. Lo que quise decir fue aprensivo, que es creer que todo te puede hacer daño hasta enfermarte. Ante la ignorancia uno debe motivarse a ser más aprehensivo por aquello que desde los tiempos más antiguos aconsejaban sabios como Confucio: “La ignorancia es como la noche de la mente, pero una noche sin luna ni estrellas” y excepciones aparte, nadie quiere tanta oscurana. O la ironía socrática de “Solo se que no se nada” y así por el estilo, como reflejo de esa batalla épica del conocimiento para aumentar los horizontes de lo desconocido. Borges profesaba que si de algo él era rico, era de perplejidades y no de certezas. Por si acaso, estoy hablando de Jorge Luís, no de “Manolito”.
Subsanado el error, me puse a pensar que si la dirigencia opositora fuera menos aprensiva por creer que Chávez es el origen de sus males, tal vez tendría la oportunidad de ser más aprehensiva sobre las realidades del país. Pero es arrecho compa, porque ante todo, tendrían que pasar por las horcas caudinas de la mea culpa y hasta ahora cada uno de ellos sólo se mea en la propia.
El líder Comandante dice que hay que hacer uso racional de los combustibles, pero eso a ellos le sabe a tarjeta de racionamiento y salen los muy irracionales y mienten en los púlpitos mediáticos que el Gobierno hará una de dos cosas: La mezquinan o le suben el precio en una de chingos y sin narices que verifica lo que no necesita anteojos; los tiene locos de bola.
Stalin González se rasga las vestiduras en plena AN por el Guaire, alegando sin conocimiento de causa que el gobierno olvidó cumplir una promesa. Claro, el cumplió con la de prenderle fuego a la pata del Guaraira Repano y llevó a la hoguera a varios chaguaramos, como paga peos del aquelarre opositor. Todo por la “noble” causa de desconocer al Reeegimen.
Lanzan el rumor de que “un sector democrático de las Fuerzas Armadas” está que no aguanta más y en cualquier momento sale a cortar cabezas chavistas. Se reúnen a deshojar un vamos o no vamos a Ciudad Bolívar, con el ridículo argumento de que el General Henry Rangel Silva ofende la majestad de la AN. Obvian que el glorioso discurso de Angostura fue dado por el General en Jefe de los ejércitos patriotas pero se valen del rumor y la maledicencia para sus obtusas descalificaciones. Y pregunto yo ¿No se siente Ud. deprimido, querido escuálido, cuando la sin par del hemiciclo, maría Corina, dice que ella acata la decisión de la MUD y no a sus electores? ¿O cuando el “honorable diputado” Cocchiola, va a Cloacavisión y tartajea barbaridades bajo los efectos de una horrenda pea, que Dios se la guarde? Solo faltó el rumor de que no fueron porque una guayanesa los previno sobre lo aprensivo que resultaría para ellos, comerse una sapoara con todo y cabeza.
El rumor es el arma por excelencia de la bancada opositora. El chisme, la calumnia, la intriga, la prueba fraudulenta, el maniqueísmo intransigente y esa necesidad imperiosa de que todos olvidemos su pasado para pasar desapercibidos, conforman su perfil. Les gusta que callemos sus historias porque así están como ausentes. A partir de sus peripecias de curul, se pone uno a lucubrar ficciones, pero siempre de queda uno corto. Quién carajos pensaría que “Manolito” en pleno debate sobre el sistema nervioso central nuestra economía, la industria petrolera antaño regalona, se pondría a tomarle fotos a la valerosa Iris a traición y por la espalda, para luego utilizar el Twitter como rumor viajero en un gift to my partners que se parece más a la curiosidad profesional de un estilista del hair fashion.
O será la puerca envidia de no poseer una cabellera tan abundante. Pudiéramos hacer una vaca para comprarle una peluca estilo Luis XIV, el rey sol, quien además de los bucles exuberantes, gustaba de zapatillas con tacones de muerte lenta.
Se queda uno perplejo. No sé si corto.
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