El asunto es que los detractores de la revolución se agarran de cualquier vaina para criticarla sin consideración ni reparo, esto es, despotricar. Un filósofo callejero me decía hace poco que cierto día se bañaba una mujer en una quebrada y en eso apareció un hombre con un bastón, un lechón y una gallina en una cesta. El hombre debía atravesar la quebrada y para no incomodar a la dama, comenzó a hacerlo dándole la espalda. Sin embargo, ella se soltó a decirle al malabarista improvisado que no volteará y mucho menos que se le acercara. Insistió tanto en el reclamo que el hombre le dijo: ¡Yo no voy a ir para allá, señora! ¿No ve que estoy pasando el río cargado? Ella dijo: ¡Para lo que le cuesta a usted clavar el bastón, amarrarle el lechón, tapar la gallina con la cesta y venir para acá! Si los deseos de muchos revolucionarios fuesen los caminos de la revolución, tendríamos un carrusel de emociones. O como dice la canción: “seríamos igual, o tal vez un poco peor”, comparados con la cuarta.
Los medios opositores no es que mienten, lo que pasa es que esconden la verdad con su inmundicia cotidiana. Toda la basura que lanzan contra la revolución es directamente proporcional a nuestros logros en materia social, económica y financiera; fundamentalmente social. No es un año específico el que es horrible para ellos, son todos pero cuando se acercan elecciones, lanzan más mierda que de costumbre. Por añadidura sucede que bajo las más disímiles argumentaciones o motivos, hay gente dentro del proceso que ayuda en la faena. A veces sin querer queriendo. Siempre he creído que la deficiencia comunicacional que padecemos no es una enfermedad adquirida. Es una tara genética heredada de los tiempos de la guanábana dónde había tantos bandos como tribus de poder, con sus respectivas aquiescencias, anastomosis y conchupancias. Es como si los copeyanos, estuvieran siendo atacados por los adecos, en la oposición. Y viceversa. Eso explica lo del CNP ¿O no? Pero tal vez ese nos el meollo del asunto.
Al camarada Earle Herrera se lo vacilaron en VTV. Que se haya argumentado que para cubrir el registro de la Misión Vivienda había que alterar su programación habitual, se ha vuelto ídem en una de bomberos pisándose la manguera con la contrarrevolución prendida. Nuestro diputado tiene razón en expresar a viva voz su molestia, pero hay quienes celebraron de este lado y del otro, contabilizando la vaina como un tanto a favor ¿Para cual equipo juegan? La sinergia persigue a la política comunicacional de la revolución pero hay gente muy ágil adentro que no se deja. Al mismo tiempo, dentro de la oposición, la Misión Vivienda tiene mal ¡Oh Macondo con Galeano adentro! a gente que toda la vida ha vivido la pepa pero que no soporta que el Pueblo concrete su derecho al Buen Vivir. Eso es un asunto serio
¿Con quién vamos? Decía el patrón del pesado bongo, surcando el Arauca hacia a un destino azaroso ¿No es esa una pregunta fundamental para desandar trochas? Hay quienes tratan de fabricarle un techo artificial a Chávez para infundir la idea de que es alcanzable, de que haga lo que haga va palo abajo. Y casualmente por allí andan los tiros de la oposición.
El meollo del asunto tal vez sea Hugo Rafael Chávez Frías y todo lo que ha desatado. Solo tal vez, porque yo no poseo la verdad absoluta.
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