Hay una tendencia
entre cierto sector de gente de izquierda, honestamente de izquierda,
que se ha ido desesperando por nuestras fallas (ya de tanto haberse
acostumbrado a nuestros logros, digo yo, que se enfocan mas en la fallas)
y no ven con la mirada puesta en el objetivo estratégico de la integración
latinoamericana, anclándose en situaciones mas coyunturales que otra
cosa. Y no es que no se trate de situaciones delicadas, pero hay que
poner las cosas en la balanza.
Me explico: Critican los acuerdos de Honduras porque no ven a Micheleti
preso, como si eso significara el meollo de la cuestión. No ven que
los acuerdos integran a Honduras en la CELAC y le dan un piso político
a Zelaya que no tenía ni cuando era presidente, no solo como dirigente
de una corriente que está ahora mucho mas definida, sino incluso con
la vía abierta para el referendum y eventualmente la constituyente.
¿No fue ese el motivo del golpe? Si se allana el camino para esa ruta
¿no es eso un triunfo? No sin dificultades, por supuesto, pero están
en la vía.
Otro ejemplo es el del periodista sueco supuestamente militante de las
FARC entregado a Colombia. Con código rojo ¿qué hacía aquí justo
a pocas semanas de la constitución de la CELAC? ¿no constituye su
presencia aquí en este momento poner en riesgo la unidad que tanto esfuerzo
ha costado? Ponía a nuestro Estado en la difícil elección entre no
entregarlo, por una posición "de principios" (a mi modo de
ver discutible, si las FARC no entienden el esfuerzo que se hace desde
Venezuela por impulsar una política de unidad de la región poniéndola
en riesgo) generando un conflicto con Colombia por ese camarada (y tal
vez con otros países que sigan a Colombia) y todo se va al traste.
O entregarlo, no permitir que una política inoportuna y hasta irresponsable
nos desvíe de la meta trazada y que tanto ha costado por doscientos
años.
También se enfocan en nuestras reales fallas de corrupción, ineficiencia
en aspectos importantes, etc., con una visión tremendista de los problemas,
siguiéndole el juego a veces sin querer a la prensa de derecha. Es
lo que digo: se está construyendo un tren, a veces fallan los materiales,
a veces hay problemas con el personal, otro día un corrupto hace un
negocio indebido, a veces se detecta, a veces no, en fin, Globovisión
se enfrasca en estos problemas. ¿Cuál debe ser nuestra actitud? No
negar nada de eso, sino enfrentarlo para que, al final, se concluya
la tarea de construir el tren y el pueblo lo disfrute, ¿No era ese
el objetivo?
Pero hay camaradas que se están desesperando enfocándose en esas cosas
que no son poca cosa pero que, al ponerlas en la balanza, no debería
caber dudas acerca de lo correcto del camino que nos estamos trazando.
Y aquí voy a lo que considero importante: Se está alimentando esa
desesperación, sembrando dudas, buscando dividir nuestras fuerzas,
debilitándonos, a un año y poco de las elecciones. No podemos olvidar
que la derecha, (la MUD) conoce muy bien sus limitaciones, tiene sus
números bien sacados, sabe que nosotros somos más. Ellos no aspiran
tanto a que votemos por ellos. Su tarea consiste (y la de quienes les
hacen el juego) en que muchos de los nuestros se decepcionen y se queden
en la casa, y así pescar en el río que ellos están revolviendo, lamentablemente
con la ayuda a veces ingenua de alguna gente nuestra.
Tenemos que llamar a redoblar el apoyo a la Revolución y al Comandante Chávez sin dudar. Apoyo crítico sí, pero apoyo irrestricto. Una cosa es la postura ante las fallas nuestras que hay que corregir y otra la postura ante el imperio y sus agentes. Y ahí no puede haber equivocaciones.