Nuestro líder ha enfatizado la urgencia de incrementar la eficiencia en esta nueva etapa que inicia la Revolución Bolivariana y estoy absolutamente de acuerdo con ese lineamiento solo que debe ser acompañado de algunos pre requisitos para que la eficiencia sea revolucionaria.
Algunos gerentes asumen la eficiencia como el logro de objetivo sin importar el costo, de allí el gasto suntuoso, el despilfarro, la comisión. ¿Será eficiencia el logro de un objetivo a un costo superior del 30, 50 y hasta del 100% por encima de lo que realmente supondría si hubiese prevalecido la transparencia? Tal vez eficiente si pero revolucionario no.
El ejercicio de la transparencia pasa por la lucha contra el burocratismo pues en sus marañas se concibe la corrupción y la ineficiencia consigue su mejor caldo de cultivo.
A esta altura del proceso aun escuchamos historias que son inconcebibles, después de 14 años, trámites repetidos, escalas innecesarias, devoluciones inexplicables, trámites sobrevenidos, circunstancias todas que conllevan a la ineficiencia y le abren las puertas a la corrupción.
Mucho se ha hablado de la escuela de gobierno y la necesaria formación de nuestros y nuestras servidores públicos a conciencia de que heredamos un Estado burgués que no responde a los intereses ni de la clase obrera ni del pueblo, incluso los estatutos de nuestro partido, el PSUV, expresa la necesaria formación ideológica de los cuadros que dirijan el Estado, si no ¿cómo podríamos garantizar el avance hacia el socialismo?. Algunos esfuerzos se han hecho pero insuficientes.
A veces es complicado abordar este tema, sin embargo apelando al lema de irreverencia en la discusión, lealtad en la acción me siento obligada a ponerlo sobre el tapete, después de este extraordinario triunfo del comandante Chávez y la necesaria preparación para las batallas que se nos avecinan.
En primer término es necesario reconocer las rectificaciones que se hicieron en la designación de candidatos y candidatas a gobernaciones muy importantes, sin embargo se obviaron casos donde el clamor popular también exigía reajuste. Otro aspecto a considerar es el método y la crítica generalizada a la cooptación. En descargo a la crítica debemos entender, con justicia, que la proximidad entre las elecciones presidenciales y las regionales no daban espacio para ningún tipo de consulta que no fuese a tener repercusiones negativas para la necesaria unidad del chavismo, a lo hecho pecho.
Ahora en el caso de las elecciones municipales, el próximo abril, es necesario hacer una evaluación concienzuda de la eficiencia y transparencia de nuestros alcaldes y alcaldesas. No es posible que se conozca de casos donde algunos de ellos, ojalá pocos, se diga de un enriquecimiento grosero, sin ningún recato, en tan solo uno o dos años de ejercicio de sus funciones. Todos sabemos que con el sueldo de un alcalde, gobernador, ministro o diputado nadie se hace rico y menos propietario de mansiones, fincas o camionetotas, que además sin ningún pudor exhiben abiertamente.
Cada funcionario de alto nivel debe ser evaluado periódicamente, para algo hacemos una declaración jurada de patrimonio regularmente, pero no es suficiente, también debe ser evaluado su estilo de vida que deberá corresponderse con sus ingresos.
Comandante, parte del seguimiento tiene que hacerse sobre los bienes de los funcionarios de alto nivel, nadie tiene derecho a apropiarse de los recursos del pueblo, además cuando lo hacen están asesinando la Revolución!!
Y ojo no puede seguir la impunidad, un funcionario de alto nivel que se corrompa debe ser sancionado ejemplarmente, eso, más allá de desmoralizar a la militancia la fortalece.
Yo estoy segura que en la 4ª República la corrupción era un modo de vida, pero esos cánceres no se curan espontáneamente y aquellos y aquellas con debilidad ideológica pueden ser presa del atractivo del tener, de la ostentación y el lujo y es allí donde también el Estado revolucionario tiene que actuar para que la Ética revolucionaria prevalezca ante la codicia y el consumismo.
@Anaelisaosorio
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