Vayamos en orden. La idea común que comparten los diversos conceptos de “alienación” –y puede Ud- revisarlo en “Wilkipedia”, por ejemplo- es que el término significa: “Algo extraño a sí mismo”. Bueno, yo percibo que este amigo, Maduro, no es el que era, de manera que está sufriendo de alienación. Aclaro: NO LO DIGO PARA OFENDERLO O DESCALIFICARLO porque el vocablo en sí no es peyorativo.
Revisemos el asunto: los seres humanos guían su comportamiento con la ayuda de estereotipos y guiones. El estereotipo es “el modelo que adoptamos”.
Un ejemplo de estereotipo es el de los sexos, aunque ahora desdibujados. El estereotipo masculino es distinto al femenino y por eso el comportamiento de la hembra es diferente al del varón. La una ha adoptado un modelo y el varón otro. Todo esto ocurre a nivel cognitivo y se expresa en conductas. Otro recurso cognitivo importante es el “guión”. En el “se apuntan”, ordenadamente, algunas ideas o cosas que sirven para lograr determinado fin. Ambos mecanismos nos evitan tomar decisiones a cada rato, nos ahorran esfuerzo y nos preservan energía. Interactuamos con el mundo con la inestimable ayuda de estereotipos y guiones.
Volvamos ahora al Vicepresidente. Nicolás es un hombre que desde joven es un luchador social. Ese es su estereotipo, para nada fingido y por el contrario genuino. Dentro de ese estereotipo ha desarrollado una personalidad y una conducta. Lo he sentido ponderado, reflexivo, serio y me ha agradado. Pero ahora resulta que al amigo le escribieron un guión distinto a aquel conforme al cual venía actuando. El fin es que se parezca a Chávez y se transfiera a él lo que el Presidente capitaliza: fervor de una masa votante que le ha concedido respaldo y victorias. No es fácil lo que tiene Maduro por delante. Actuar un guión nuevo de personalidad es titánico y requiere ajustes, y por eso algunas veces parece descolocado y sobreactuando. Su comportamiento el pasado 23 de Enero es un ejemplo. Pero el asunto es que debe seguir haciéndolo porque Chávez no regresará a gobernar y el Vicepresidente fue el escogido para sucederlo. Dentro de su estereotipo, entonces, debe desarrollar nuevo guión y por eso está extraño. Sus compañeros deben ayudarlo, sus enemigos deben combatirlo, y mientras tanto los demás presenciamos una alienación que ilustra cómo funciona la política y cómo la ayuda la Psicología. Buen guión, Raúl. A ti y a Fidel podrán negarle otras virtudes, pero no la inteligencia.