Los primeros cristianos vivian en comunas

“Todos los que habían creídos estaban juntos, y tenían en común todas las cosas, y vendían sus propiedades y bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno”. Del libro de los hechos de los apóstoles, capitulo 2 verso 44,45.

Las ideas son las armas creadas por un conjunto de intereses del género humano con el fin de definir, delinear, explicar y defender su rol existencial en el colectivo del cual forman parte. Cierto es que las mismas nos ayudan a la comprensión del fenómeno de nuestra naturaleza, apuntalan la línea de actuación necesaria para la satisfacción del pequeño grupo que la produce.

Las ideas son el enfoque siempre interesado de quienes la producen, más en sí mismas no representan una fuerza poderosa, toda vez que defienden los intereses de una clase dentro de la sociedad humana. Por lo que las ideas son promovidas con el fin de persuadirnos a la visión o espurios objetivos (en la mayoría de los casos) de quienes la generan.

Por eso he afirmado en reiteradas ocasiones que las ideologías, que no son más que el conjunto de ideas, conceptos, normas y doctrinas tendentes a realizar la visión humana de quienes la formulan. Las ideologías nacen cuando las ideas, conceptos, argumentos, vivencias y los elementos culturales son direccionados a la consecución de un mismo fin por parte de un sector de la población humana.

La educación de los pueblos siempre ha sido controlada por los sectores dominantes del momento, los ciudadanos son educados en función de la visión de los poderes facticos de esas naciones, en consonancias con el conjunto de sus intereses. Los medios educativos al servicio de los pueblos constituyen el método por excelencia para influenciar las ideologías de sus grupos gobernantes al conjunto de la sociedad.

Es por ello que si queremos en verdad alcanzar la libertad, es imperativo pues que descubramos quienes han sido los grupos de poder que se han mantenido dominando y beneficiándose de las beligerancias humanas. Quienes han mantenido sus intereses intactos pese a la confrontación de los diferentes grupos humanos de distintas ideologías, razas, nacionalidades y creencias religiosas.

Estos grupos son los que han tomado el control universal de la educación, por supuesto en diferentes vertientes, se han aprovechado del conocimiento humano para usarlo aviesamente para imponer sus objetivos de dominación y supremacía. Solo hay que seguir el dinero, quienes han estado suministrándolo para estimular distintas iniciativas de todo tipo y género, y que fines persiguen con las mismas.

Usan ideas humanas, ideas cargadas de justicia, ideas libertarias, ideas de hermandad, ideas de géneros, ideas nacionalistas, ideas de progreso material, ideas culturales, ideas religiosas, para manipular a las masas y producir determinados resultados en aras de preservar sus intereses.

Igual manipulan los conocimientos científicos, sus avances para profundizar aún más en los temas de manipulación y control de las masas. Sus fines no son liberarnos sino esclavizarnos en base al engaño, la demagogia y la percepción.

Por eso es que cuando logran sus objetivos, inmediatamente se desvanecen sus ideologías, porque sus propias actuaciones lo confrontan. El árbol se conoce por su fruto, nos dijo el humilde carpintero, debemos poner nuestra atención más en los frutos que en las ramas, puesto que son actores bien entrenados para engañar.

Quienes promueven ideologías solo aspiran a fragmentarnos, quienes actúan con amor sin pretenderlos lo transforman todo. Mientras las ideologías nos separan, el amor nos crea conciencia de la unidad que somos.

He visto familias reunidas en armonía, reconociéndose como tal y compartiendo recuerdos de experiencias vividas juntas, irradian esa hermosa fuerza. Y las he visto divididas cuando algunos de sus miembros anteponen sus intereses particulares a la conciencia familiar, ya sea por conflictos económicos, inclinaciones partidarias, etc.

El amor es la única fuerza trascendente que puede lograr la redención de la humanidad. Pero necesario es amar sin descanso, sin límites, sin prejuicios, debemos reconocer que el amor es lo único que nos hace humanos.

El amor de Jesús hizo que sus apóstoles y discípulos quisieran abandonarse a la vida comunitaria, de hermandad, entregando voluntariamente todos los bienes que poseían para que fueran utilizados para el bien de la comunidad, sin represión, ni leyes que lo obligaran, ni normas. Esto amenazo los intereses de las elites.

Esa fuerza que se comporta como un poderoso imán que nos impregna de un magnetismo poderosísimo capaz de romper con cualquier prejuicio, programación o ideología.

Para mí las ideologías dividen, el amor unifica. Debemos dejarnos impulsar por el amor no por ideas o ideologías.

El comunismo cristiano es un comunismo voluntario, no basado en programación o adoctrinamientos, más bien en sentimientos de un amor lo suficientemente elevado y sublime como para experimentar gozo infinito con la entrega que tenemos.

Sin ese amor, será imposible la redención humana. Desde Lenin hasta nuestros tiempos, la humanidad no alcanza las utopías que se propuso. Los mismos que se beneficiaron con Lenin y demás, son los mismos que se benefician con el gran capital. Son los supremos dueños de la acumulación, solo reparten miserias, degradación y sufrimientos.

Esa es la pura verdad.


pazdominicana3@hotmail.com


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Rafael Guillén Beltre


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